Queridos Lumumberos !
Si lo miramos historicamente, el 7 de Noviembre recién pasado en la federación Rusa era como para llorar. Un verdadero desastre. Independientemente de los crímenes y los atropellos a los derechos humanos durante la época soviética, uno no puede dejar de reconocer que la Revolución Socialista de Octubre marcó un hito en el mundo entero. En los países capitalistas del mundo empezaron de pronto a surgir leyes que defendían al trabajador y a respetar algunas consideraciones respecto al día laboral de 8 horas. Antes de la revolución de Octubre eran de 15 a 18 horas, con un pago miserable y sin ninguna seguridad en los puestos de trabajo. Nadie dijo nada en los canales verticales de Rusia sobre el acontecimiento que ocurrió el 7 de Noviembre de 1917. Los jóvenes no tenían idea de que fiesta se trataba. Solo vieron desfilar a unos cuantos milicos, con las vestimentas de los soldados que marcharon en la plaza roja directamente a la guerra en 1941. Los enanos que comandan la federación Rusa como entonces el viejo Stalin, se hicieron los guevones y se dedicaron a colgarle medallas en el pecho a un montón de crestones que le llevan las de abajo. Los viejos soldados que realmente participaron 70 años en el proceso que convirtió al país en el segundo del mundo, tuvieron que morir pollo y contentarse con una plaza que no podía albergar a las 50.000 personas que querían recordar el aniversario de la revolución de Octubre. Les recuerdo que Rusia sigue hasta las masas en una crisis que significa tres trillones de rublos de déficit en el presupuesto para el próximo año. La industria está en el suelo y no se producen ni fósforos. La mayoría de los oligarcas ya abandonaron Rusia rumbo a Israel, Inglaterra, Chipre, Gibraltar o Suiza. Nadie quiere correr el riesgo que le quiten lo que tanto les costó robar.
Lo peor del caso que los Rusos reconocen el bajo interés que tienen en escudriñar la historia. Lo central sigue siendo “adelante, la historia la veremos más tarde”. Adelante es , sin embargo, seguir encaminándose al desfiladero. Un fuerte abrazo para todos.
René
Alemania, 12.11.2010.-
