¿Qué provocaron para usted las palabras de José Antonio Kast sobre el degollados?
Mira, yo creo que es inaceptable, en primer lugar, no solo para los familiares sino para el país que el secretario general de la UDI, quien pretende ser senador por Santiago, primero no conozca lo que sucedió en este país y confunda el asesinato de José Manuel, Manuel y Santiago con los asesinatos ocurridos el año 86 después del atentado. Pero no solo eso, creo que él quiere tapar lo que sucedió y dice que esto es una venganza política. Me hace recordar lo que dijo César Mendoza cuando dijo que el asesinato de José Manuel, Manuel y Santiago era una obra hecha por los comunistas.

¿Qué es lo que pretende, cree usted?
Creo que él quiere tapar que esto fue hecho por agentes del Estado, lo cual muestra -no sé si maliciosamente- un desconocimiento o quiere ocultar lo que pasó durante esa época en relación a como la dictadura utilizó esto en forma cotidiana. Porque en el caso de José Manuel hay gente condenada con cadena perpetua. Y en el caso de las cuatro personas asesinadas posteriormente, también fueron condenadas 13 personas y eran agentes de la CNI, un organismo represor del Estado. Por lo tanto, que él desconozca esto me parece no sólo una falta de respeto, sino que para mí está dentro de un plan que tiene la derecha, específicamente la UDI, en relación al tema de derechos humanos en el último tiempo.
Un plan para tapar los crímenes, dice usted.
Es que eso creo cuando se presenta una ley para cerrar los casos por el tiempo transcurrido, con lo cual se genera de hecho una amnistía. O cuando dice esto el secretario general de la UDI, sabiendo nosotros que dentro de sus personeros hay gente que trabajó con la dictadura militar, con Pinochet, y además hay responsables intelectuales de todo lo que fue el terrorismo de Estado. Y acto seguido, nos enteramos en la mañana a primera hora de los beneficios carcelarios que se le están dando a los asesinos directos de José Manuel, Manuel y Santiago. Entonces, aquí la derecha claramente pretende borrar la historia de este país, lo cual no aceptaremos y no sólo no lo aceptaremos los familiares sino que este país no lo va a aceptar.
¿Qué siente usted cuando se vuelve a manosear la historia del asesinato de José Manuel?
Es terriblemente doloroso, atroz. Él habla de intolerancia cuando salió lo del The Clinic, pero él no piensa el daño que le provocó a nuestros hijos y nuestros nietos al decir tamaña estupidez por la prensa, tamaña falacia. Algo que nos lleva a recordar y revivir todo lo que se dijo en esa época. Ahora, la verdad es que yo no espero nada de él. ¿Está mostrando quién es, no? O sea, es parte de la derecha más golpista y que ni siquiera se ha interesado por saber lo que ocurrió en este país. ¿Es de aquellos jóvenes gremialistas que dice que se preocupaban mucho, no? Esto demuestra que no era verdad.
Él dice que como dirigente estudiantil trató de proteger a otros compañeros, que ofreció su casa para esconderlos.
Eso habría que preguntárselo a los dirigentes de la época, pero en el caso nuestro no pasó. O sea, él trata de lavar una imagen de él diciendo atrocidades que son inaceptables, no sólo para los familiares sino que para el conjunto de la sociedad chilena. Mira, por un lado creo que este país tiene memoria. Este país sabe que los responsables intelectuales del terrorismo de Estado que vivimos durante 17 años andan libres por las calles. Desde mi punto de vista son bastante cobardes los civiles por no asumir su responsabilidad y bueno, uno convive con ellos diariamente en los diferentes espacios.
Se habla incluso de uno que es diputado.
Exactamente. Mira, yo creo que Chile no se merece esto y yo espero que quien pretenda ser senador por Santiago, como es este muchacho… o este caballero -no sé cómo se le puede tratar-, se informe. La intolerancia, el trata de ocultar los crímenes, el decir que fue una venganza entre ellos es algo inaceptable a esta altura de la historia del país. Es algo que no podemos aceptar. Ese lenguaje es de la época más dura de lo que vivimos en relación a DD.HH. Aquí él no tiene ni ética ni nada para referirse así a los crímenes que se cometieron. Él ha mentido diciendo que no fueron agentes del Estado. O sea, esto es algo de una vergüenza enorme… no sé cómo decirlo.
¿Impotencia?
Claro. Me coloca en primer lugar en un dolor profundo al ver el sufrimiento que esto genera en mis hijos y en mis nietos. Y no sólo en ellos, también en los hijos de Manuel, de Santiago. O sea, esto demuestra lo lejos que estamos de asumir la historia de este país como fue. Cuando dice que era para tomarse la justicia por sus propias manos. ¡¿Qué?! ¡Eso es una ofensa! Nosotros hemos sufrido el terrorismo de Estado, tenemos familiares detenidos desaparecidos, ejecutados políticos, que han sido torturados, que han sido exiliados. Jamás hemos tomado la justicia por nuestras manos. Golpeamos y fuimos una y otra vez a los tribunales de justicia. ¿Y qué es lo que recibíamos? Golpes, golpes, golpes. Cerrar puertas y cerrar puertas. Y cuando lo logramos ocurre lo que ocurrió hoy día: que quien tomó el corvo para asesinar a Manuel, José Manuel y Santiago tiene autorización para salir los domingos. Realmente es algo vergonzoso que los criminales que fueron parte del terrorismo de Estado y que son parte de los crímenes de lesa humanidad tengan eso. No deben tener beneficios, eso es inaceptable en cualquier país desarrollado del mundo. Vean lo que ocurre en Argentina o en Europa con los criminales del nazismo.