jueves, 23 de junio de 2011

Un Nuevo Libro PEPE SOMMARIVA

Estimado Marcos:
 
Han pasado casi ochenta años desde que Federico García Lorca dignificase el valor del libro sobre la importancia del pan. ¡Esta locución tuvo lugar el siglo pasado!

Hoy, el libro acariciado con las manos, con su dulce perfume de celulosa, combinado con el olor de la tinta, va rindiéndose a la fuerza impetuosa de la tecnología: Ad Libris, Amazon, Barnes & Noble, Bokus, Books OnBoard y otros, han llevado a las pantallas digitales de Kindle, Ipad, Ipod touch, I Phone, Android... la persuasiva unción de la palabra de la que hablaba Rodó.
 
¿Qué pude comentar un médico que escribe?. Pues que el cerebro se alimenta de glucosa; sin este monosacárido (C6H12O6) no hay actividad nerviosa superior; sin ella, no hay lectura. La compleja aventura del metabolismo, transforma finalmente el pan en glucosa. 
 
Por otra parte, quienes hemos tenido que negociar con las editoriales, aceptando sus leoninas condiciones, vendiendo el alma literaria al diablo del mercado, sabemos bien quién, finalmente, disfruta de los beneficios del libro, y el autor es el último en hacerlo.
 
"Una muchacha, una guitarra, para poder cantar...", era todo lo que pedía Sandro.
 
"A horse, a horse, my kingdom for a horse", gritaba Richard III.
 
"All you need is love", aseguraban los Beatles.
 
"Yo soy el pan de la vida. Vuestros padres comieron el maná en el desierto y murieron; este es el pan que baja del cielo, para que quien lo coma no muera. Yo soy el pan vivo, bajado del cielo. Si uno come de este pan, vivirá para siempre; y el pan que yo le voy a dar, es mi carne por la vida del mundo". Evangelio según san Juan 6, 44-51.
 
En el intrincado mecanismo de nuestro bioritmo, las necesidades ejercen su señorío. Somos los esclavos de las implacables hormonas, de los neurotransmisores, de nuestras necesidades. Cada momento tiene sus afanes, cada afán responde a una necesidad impuesta por nuestra bioquímica. 
 
En el entorno perfumado de azahares de la primavera andaluza, Federico García Lorca pedía "medio pan y un libro". Los poetas tienen su lenguaje, la metáfora. Esta metáfora termina acuñando una parábola: el pan es importante. Quiero leer: "No me den ningún libro si no me dan algo de pan".
 
He terminado las negociaciones con MAGO Editores; en estos momentos, en sus talleres, se está imprimiendo mi novela "Khat, las ramas del terror", un thriller que transcurre en Stockholm y Mockba. Dentro de poco, verá la luz ese libro, otro más. Veremos que decide el público cuando tenga que elegir entre el pan y el libro. Al final de cuentas, la ganadora es la Editorial.
 
PePe Sommariva
 
 

miércoles, 22 de junio de 2011

Medio Pan y un Libro. Garcia Lorca (Enviado por EUSEBIO PAINEMAL)

Medio pan y un libro.
Locución de Federico García Lorca al Pueblo de Fuente de Vaqueros (Granada). Septiembre 1931.
 
"Cuando alguien va al teatro, a un concierto o a una fiesta de cualquier índole que sea, si la fiesta es de su agrado, recuerda inmediatamente y lamenta que las personas que él quiere no se encuentren allí. ‘Lo que le gustaría esto a mi hermana, a mi padre’, piensa, y no goza ya del espectáculo sino a través de una leve melancolía. Ésta es la melancolía que yo siento, no por la gente de mi casa, que sería pequeño y ruin, sino por todas las criaturas que por falta de medios y por desgracia suya no gozan del supremo bien de la belleza que es vida y es bondad y es serenidad y es pasión.
 
Por eso no tengo nunca un libro, porque regalo cuantos compro, que son infinitos, y por eso estoy aquí honrado y contento de inaugurar esta biblioteca del pueblo, la primera seguramente en toda la provincia de Granada.
 
No sólo de pan vive el hombre. Yo, si tuviera hambre y estuviera desvalido en la calle no pediría un pan; sino que pediría medio pan y un libro. Y yo ataco desde aquí violentamente a los que solamente hablan de reivindicaciones económicas sin nombrar jamás las reivindicaciones culturales que es lo que los pueblos piden a gritos. Bien está que todos los hombres coman, pero que todos los hombres sepan. Que gocen todos los frutos del espíritu humano porque lo contrario es convertirlos en máquinas al servicio de Estado, es convertirlos en esclavos de una terrible organización social.
 
Yo tengo mucha más lástima de un hombre que quiere saber y no puede, que de un hambriento. Porque un hambriento puede calmar su hambre fácilmente con un pedazo de pan o con unas frutas, pero un hombre que tiene ansia de saber y no tiene medios, sufre una terrible agonía porque son libros, libros, muchos libros los que necesita y ¿dónde están esos libros?
¡Libros! ¡Libros! Hace aquí una palabra mágica que equivale a decir: ‘amor, amor’, y que debían los pueblos pedir como piden pan o como anhelan la lluvia para sus sementeras. Cuando el insigne escritor ruso Fedor Dostoyevsky, padre de la revolución rusa mucho más que Lenin, estaba prisionero en la Siberia, alejado del mundo, entre cuatro paredes y cercado por desoladas llanuras de nieve infinita; y pedía socorro en carta a su lejana familia, sólo decía: ‘¡Enviadme libros, libros, muchos libros para que mi alma no muera!’. Tenía frío y no pedía fuego, tenía terrible sed y no pedía agua: pedía libros, es decir, horizontes, es decir, escaleras para subir la cumbre del espíritu y del corazón. Porque la agonía física, biológica, natural, de un cuerpo por hambre, sed o frío, dura poco, muy poco, pero la agonía del alma insatisfecha dura toda la vida.

sábado, 4 de junio de 2011

ARCADIO SEGOVIA nos ha abandonado.

Ayer en Venezuela, fallecio el legendario lumumbero chileno ARCADIO SEGOVIA.
Nuestras condolencias a su familia y a sus amigos.

El Purgante.