lunes, 22 de agosto de 2022

Bahia Cochinos y el genocidio de Ucrania por Rene Ronda

 Queridos amigos :

                                                       Muchos de Uds. no tienen la posibilidad de leer o escuchar las plataformas de información (desinformación) del gobierno Oligarca fascista de de la federación Rusa, en tiempos de guerra. Primero, por no conocer el idioma Ruso, o simplemente por no darle importancia a lo que allí acontece. Total, la guerra es popular casi en todas partes. Hay otros, principalmente pensadores e intelectuales extranjeros,  autodenominados politólogos, que apoyan las atrocidades de la soldadesca Rusa contra la población civil de Ucrania, el país invadido en este momento. Simplemente por una costumbre ancestral revolucionaria. Todo lo que haga la Federación Rusa, tiene sentido y razón y, es correcto. Independientemente si se trata de una guerra de apropiación territorial y de sumisión obligada o de lo que sea. Con horribles asesinatos, destrucción,  atropello, con viejos ciudadanos participantes en la gran guerra patria asesinados y sus familias sumidos en la miseria absoluta. Siempre encuentran una disculpa para cerrar los ojos contra la ignominia, echando mano a atrocidades de otras naciones, como disculpa analógica. Una fe ciega en una  nación que tiene la vieja costumbre de arrasar contra los que se encuentran en su vecindad. Eso explica de una plumada las enormes dimensiones territoriales de ese país. La costumbre viene fundamentalmente de los Zares. No crea Uds. que aquí me refiero  a los Zares de tiempos pretéritos solamente. Me refiero a todos los Zares, que siempre en algún lugar de ese país de corruptos y déspotas, alcanzan un nivel de espanto que les entrega todos los poderes terrenales. Me refiero a la oligarquía post Soviética, usurpadora de casi todas las riquezas materiales y culturales del país. Por situaciones circunstanciales, el poder político recayó en manos de simples o modestos servidores públicos, que lentamente fueron entendiendo que ese país y sus ciudadanos eran manipulables, pero bajo una administración de violencia e intensa manipulación informática. Estos pasaron a ser los verdaderos NAZIS de los tiempos nuevos. La población civil de Rusia que realmente se aterroriza con lo que hace ese país con las armas que les dejó la URSS, es la población más madura de la ex URSS. A pesar que no tienen voz ninguna, se escuchan los rumores de la necesidad de detener el genocidio. La población más joven de Rusia está prácticamente desconectada del acontecer de sus autoridades. Se preocupan, en primer lugar de mejorar su situación económica y de aprovechar las oportunidades que ofrece el turismo occidental. Ahora, aterrorizados con la prohibición de recibir a los que masacran al pueblo hermano de Ucrania.  La indolencia no tiene límites.  Las empresas occidentales que laboraban en Rusia emprendieron el éxodo. Son cientos de miles de puestos de trabajo que Rusia no está en condiciones de asimilar. La ciudadanía empieza a informarse luego que valientes periodistas traen la noticia directamente del frente. Lo que debía haberse demorado máximo 48 horas no llegó. El pueblo Ucraniano, con ayuda logística y militar de las grandes naciones occidentales, oponen enorme resistencia e incluso ganan terreno en la defensa de su territorio. Ayuda como autodefensa de una agresión extranjera, está estipulado en la carta de las Naciones Unidas. Algunos ex estudiantes de la UDN de Moscú disculpan la agresión del fascismo Ruso, con Bahía Cochinos, Rep. Dominicana, el bloqueo a Cuba y otras cuestiones fuera del cualquier contexto inmediato.  Al parecer, la impopularidad de la guerra en Ucrania ha despertado viejos sentimientos de justicia en la antigua población Rusa. El atentado contra el filósofo fascista Alexander Dugin, donde este no estaba, pero si, lamentablemente,  su hija, politóloga. En la misma senda de su padre.

                                                                                                                        Un informe extra oficial  dice " La bomba en la periferia de Moscú que este sábado por la noche segó la vida de Daria Dugina, hija del ideólogo ultranacionalista Alexánder Dugin, ha conmocionado a buena parte de Rusia. La mujer, nacida en 1992 en la era postsoviética, también era politóloga y seguía los pasos de su padre, referente entre las facciones más radicales que susurran en el Kremlin que Ucrania debe ser destruida y anexionada. Por ello, la imagen del filósofo con las manos sobre la cabeza ante el vehículo en llamas ya forma parte de las estampas simbólicas que deja una guerra que cumple seis meses. “Lo que no me mata, matará a otro”, había escrito Dugin en sus redes sociales el 20 de agosto de 2021, justo un año antes de perder a su hija. Una interpretación de Nietzsche que resumía su filosofía extremista para Rusia y el mundo: la ley del más fuerte". El atentado se lo atribuye un frente patriótico de Rusia. Un fuerte abrazo.( René Ronda), 22.2022.-