miércoles, 12 de agosto de 2020

Dr. Antonio Sandoval Rodriguez

 Testimonio venezolano sobre el Dr. Antonio Sandoval Rodriguez, medico chileno que sirvio al pueblo venezolano por mas de 40 años. El Dr. Sandoval fallecio ayer en Negrete, Chile.

Carta de Karelia Chavez a Nakarit Sandoval:

Nakarit, soy Karelia, la hija de Mario Chávez, desde lo hondo de mi corazón les extiendo mi abrazo sincero para ti, para Toño, Marcos y Jessica en nombre  de toda mi familia... A veces las palabras sobran en estos momentos pero quiero expresar mis sentimientos: 

Le doy gracias a la vida por la  extraordinaria humanidad de servicio, compromiso y dedicación, pues  tuvieron un gran padre. 

 Recuerdo las conversaciones entre nuestros viejos siendo niños. 

Crecí y siempre estuvo por aquí como familia.

Apure ha visto pasar a personas excepcionales como su papá y el doctor José Arias, ambos chilenos formados en Rusia...  ustedes saben mejor la historia que yo, pero llegaeon a tierra que les era ajena pero que fue más suya que  algunos nacidos en ella.

Ambos entregaron tanto con su historia a cuestas, sembraron y surgió una gran cosecha, tal vez imperceptible para algunos pero valorada por quiénes tuvimos el privilegio de conocerles.

Yo que he caminado Guachara, Fruta de Burro, Palmarito, Cinaruco, Cunaviche y nuestro común e inmenso Capanaparo puedo decirles que su papá dejó una huella imborrable en el tiempo, dedicado con minuciosidad junto al doctor Moncada y otros no sólo a la misión de  erradicar la lepra sino la conciencia social en la defensa  del pueblo pumé cuiva, al Jivi. Nacieron "pequeños Sandoval"  en su honor, en distintas comunidades.

Su padre

 fue mi mentor, en esta hermosa experiencia de adentrarme a las comunidades indígenas.

 Él pudo comprender lo que tal vez mis padres nunca entenderán, pues siguiendo sin querer, logré ver por sus ojos.

Quizás le dedicó  mucho tiempo a su trabajo,

sacrificando el estar con ustedes por sus ideales y convicciones, pero lo que él logró no es proeza para muchos.

También capaz de cuestionarme y regañarme cuando en mi terquedad me equivocaba y orientó mis travesías cuando estuve en riesgo y lamento no haber cumplido su deseo de llevarlo al Orinoco como tanto deseaba...

Doy gracias a Dios que mis hijos tuvieron la dicha de conocerlo, "mis ratones" como les decía con cariño. Hoy mi hijo Mañü dijo que él está en un buen lugar porque fue un gran hombre.

Estoy segura que 

ahora está disfrutando de un ballet ruso como añoraba, y se habrá abrazado con José Arias y todos sus amigos en su nueva morada... Pero seguirá con ustedes, aquí con nosotros y mucho más,  está navegando entre los cantos pumé de nuestro querido Capanaparo adentro. Mi más sincero abrazo!!