Hay paises hoy en latinoamerica que dependen absolutamente de lo que hagan otros paises. Uno de ellos tiene a toda la flota norteamericana frente a sus costas, lista para disparar o invadir. Otro como Argentina, hundido por la corrupción de la clase politica, espera que los Estados Unidos los salve de la total bancarrota.
Dependen de Trump.
Venezuela y Argentina, ambos de signo contrario, dependen de Trump.
Chile no depende de eso, ni de Putin, ni de Xinping, ni de Irán.
Chile depende de los chilenos. De su trabajo. Hemos sabido construir un presente y un futuro sin dictadura ni revoluciones. Simplemente en democracia, no perfecta quizas, pero con elecciones libres, con participación y separacion de poderes.
Hay unos candidatos que amenazan eso. Bajo el pretexto de la seguridad, prometen represión. Prometen liberar a quienes reprimieron y asesinaron.
Peor, prometen liberar a los condenados por delitos de lesa humanidad.
Esos candidatos persiguen establecer privilegios para la minoria. Ellos representan a la fuerza politica que se ha opuesto a cuanta medida o ley propuesta por el actual gobierno que vaya en beneficio de las mayorias.
Chile depende de los chilenos y chilenas.
Ninguno de nosotros somos duen̈os de corporaciones, ni somos parte del directorio de grandes empresas, ni tenemos fortuna en paraisos fiscales.
Todos dependemos de un sueldo, una pension, un pequen̈o negocio. Los chilenos y chilenas no esperan que algun pariente o amigo les mande plata de otro pais. Chile depende de Chile. Tenemos ese poder.
En las elecciones podemos ejercer ese poder para impedir que los candidatos de derecha se salgan con la suya. Defendamos lo nuestro.
Marcos Octavio Medalla.