La nueva comunidad latinoamericana y Caribena.

Queridos Lumumberos !

                                          En primer lugar quisiera saludar a todas nuestras compañeras, en las proximidades de las celebraciones del día internacional de la mujer. Espero que los compañeros chupen menos que el año pasado, pero que celebren este día como bien se lo merecen las queridas compañeras lectoras de este nuestro diario. No me voy a referir a la próxima asunción de Piñera como presidente de nuestro país. Creo que los chilenos sabemos más o menos lo que se aproxima y sería solo perder el tiempo refiriéndome al tema. Quisiera referirme brevemente al nuevo organismo denominado temporalmente como “comunidad de estados latinoamericanos y caribeños”, aprobado recientemente en México. En el encuentro de Río ya se perfilaba un desarrollo en este sentido, más faltaba el toque final para darle cuerpo a esta iniciativa. Más que un nuevo organismo lo considero una nueva tribuna. Sobre todo para cumplir el sueño de algunos paladines y caudillos de nuestra América morena, que no pueden abrir a diestra y siniestra el tarro en otros organismos internacionales. No será el último organismo latinoamericano y caribeño. Vendrán muchos otros y solo es cuestión de tiempo. Bastará con que se inicien las peleas de quienes le hacen el juego al imperialismo yanke y de quienes son los verdaderos defensores de los intereses de la región. Podría adelantarles algunos nombres de quienes sembrarán las discordias futuras, más prefiero que cada cual se desayune con las sorpresas, cuando llegue el momento. Para que hablar de la cantidad de organismos latinoamericanos que hemos tenido y que no han funcionado, tampoco ni hablar de la cantidad de “cumbres” o “comistrajos” que terminaros en acuerdos que nunca se cumplieron, con la certeza de entonces de que se trataban de buenas intenciones, pero sin sustancia. Si bien la OEA es un organismo americano donde casi todos pueden estar representados (salvo los que desisten de este organismo), no menos cierto que se ha prestado para controlar las hegemonías del norte. Pero que en suma y, de alguna manera, ha permitido ponernos de acuerdo en algunas cuestiones. En cuanto a las marginaciones (Honduras, EE.UU. y Canadá), creo que fue el primer error “calculado” de algunos próceres. No se trata aquí de marginar naciones y pueblos, sino de cucharear la sopa de algunos caudillos en el sentido de que el grupo obtenga el carácter de “independiente” de las grandes naciones del norte. Tal independencia no existió ni existirá jamás, mientras el modelo “globalizado” perdure entre los países grandes y medios de nuestra América. Allí están representados los intereses de las naciones industriales del mundo y ninguna fraseología cambiará el carácter “dominante”, ni en lo político y mucho menos en el lo económico. Raúl (Fidel) está eufórico con el nuevo organismo. Ya serán muy pocos los que le puedan decir que en la isla de la “libertad”, se atropellan sistemáticamente los derechos ciudadanos y que las estadísticas brujas de los hermanitos Castro, de que hablaba nuestro amigo y compañero Gato Cerda, mantengan a la isla como ejemplo de desarrollo y de libertad. La muerte de Orlando Zapata Tamayo en cautiverio por “rebelión”, como rezaban las múltiples acusaciones posteriores a su detención con los otros 75 disidentes, hablan un idioma diferente. Si bien Honduras fue marginada del organismo por el golpe al vaquero Zelaya, se admite a la isla Caribeña como si allí no pasara nada. Hugo Chávez, ardiente trovador de las excelencias de la isla de los hermanitos Castro, cierra el tarro, los ojos y los oídos, cuando se apalea, se detiene, se persigue y se encarcela la voz ciudadana. Como cuando se decía que en la Unión Soviética se construye el mundo del mañana, nos fuimos todos de culo. Igual sucederá con la famosa y bien orquestada comunidad de naciones. No quiero pasar de pesimista, pero hace munos años que dejé de comulgar con ruedas de carreta, al decir de Eusebio Painemal. Un fuerte abrazo a todos, con la fraternidad de siempre.

René

Alemania, 24.02.2010.-