Hace tiempo quiero escribir algo parecido a esto que dice Rene Ronda. Por decadas he escuchado alabar a personas que han sido capaces de mantener una sola linea en su vida. Como si la rigidez y el inmovilismo fuera la maxima virtud.
Por mi parte, la vida y mis circunstancias me han hecho aceptar que el cambio es el motor no solo del universo sino de nuestras propias existencias. He llegado al final de mi camino y comprendo que no puedo adorar los dioses que adore cuando era adolescente. Los idolos que marcaron mi vida de joven se fueron por el despeñadero. Sin animo de ofender a nadie , estoy muy tranquilo aceptando que he cambiado y que no soy el mismo joven fanatico e irreflexivo de los años sesenta, aceptando dogmas y posiciones dictadas por gente que ni ellos mismos creian.
Los amigos se fueron, no me puedo sentir comodo con gente dispuesta a sacrificar a un pueblo completo para sentirse feliz con sus dogmas. No pertenezco a ese mundo y no debi haber postergado este paso. Me siento feliz de sentirme libre de opinar lo que siento.
Mi amigo Rene es capaz de comprender a profundidad este fenomeno personal.
Nunca formare parte del enemigo, por asi decirlo. Tampoco nunca mas formare parte de los grupos estaticos, inmoviles, dogmaticos que tanto daño hicieron a la causa de los pueblos. A quienes estan conmigo, los pocos, les agradezco su cercania. A los otros les deseo lo mejor en el resto de su vida, pero deseo que sean otros, gente nueva y amplia quienes se hagan cargo del destino de nuestros extraordinarios paises.
Marcos Medalla.
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