Tiene miles de millones de dolares y cago por 30 pesos.

Una vez mas Piñera recurre a los militares para que lo salven. Les pidio golpe de estado en 1973. Lo salvaron de la carcel en 1982 cuando desfalco al Banco de Talca. Ahora saca los militares a la calle para que ahoguen el estallido social.
Piñera no comprende que no son los 30 pesos del Metro. Es una larga lista.
Es la corrupcion politica, las platas que han sobornado a los politicos de todo nivel;  son los fraudes informaticos para criminalizar al pueblo mapuche; los fraudes de Carabineros; los robos de los comandantes en jefe del ejercito, las colusiones de las grandes corporaciones; las mentiras que uso Piñera para ser elegido; son sus ministros y subsecretarios burlandose de los trabajadores, de los estudiantes.
Este estallido de los treinta pesos trae a la memoria la revolucion de la Chaucha durante el gobierno de Ibañez del Campo, otro ignorante que no escuchaba al pueblo. Pero hoy no es el año 56. Ahora estas revoluciones instantaneas se suceden en todas partes: en Ucrania y Rusia, en Ecuador y Peru, en Grecia y España.En Bolivia la gente sale a la calle para oponerse a reelecciones indefinidas. Los unicos que se salvan de esto son las ferreas dictaduras que someten al pueblo en regimenes sin ninguna libertad ni derechos.
Donde la gente puede expresarse, llamar a evadir pasajes, donde aun hay prensa y derecho a opinar,  en esos lugares como Chile hoy, los jovenes hacen estallar la sociedad y repito, no por los 30 pesos sino por todo lo acumulado, toda la verguenza de un gobierno ineficaz y moralmente incapacitado.
Hay que decirlo directamente. Nadie respeta para siempre a un gobierno encabezado por un delincuente, un defraudador, un hombre que cometio delitos y fue amparado por una dictadura. Los 30 pesos son lo de menos.
Piñera pagara con castigo historico su plata mal habida, sus mentiras, sus malas artes.
El pueblo chileno, victima de tantas injusticias y a pesar de todo, un pueblo esforzado, valiente y trabajador, merece algo mucho mejor que Piñera.
Marcos O. Medalla