miércoles, 30 de septiembre de 2020

Rene Ronda sobre doble standard.

 Queridos amigos !

                                                    Me gustó el artículo de Marcos Medalla sobre Venezuela en el día de hoy en Facebook. Dice "Todas las dictaduras son malas". (Aconsejo leer). " Con dos caras no haremos un mundo mejor.

Si no denunciamos una dictadura salvaje no podremos pedir justicia y clamar Ni perdón ni olvido por otra dictadura también salvaje.

Siempre decimos con razón que el pueblo no es tonto y que no le pasan gatos por liebre. El camarada Luis Corvalán repetia eso.

Diría lo mismo hoy respecto al pueblo venezolano?.(Marcos Medalla)


                                                    Desde hace tiempo que me hago la misma pregunta. Como es posible que exista gente con dualidad de criterios y que los mezclen de tal forma, que al final suenan y parecen como pensamiento democrático, absolutamente sin serlo. Desde hace generaciones que se denuncian las gigantescas desigualdades entre los estratos sociales de todas las sociedades del mundo, pero que recién son reclamos universales, por el acceso informativo de casi todos los sectores en la mayoría de las sociedades democráticas modernas. Lo curioso es que mucha gente de izquierda, que vive en esas democracias modernas, desconoce o no  entiende, que su reclamo y lucha honesta por cambios que mitiguen estas desigualdades, solo sea posible en estas sociedades.  Muchos de ellos continúan encadenados a ejemplos sociales pretéritos, que quedaron sepultados en las cenizas de una convicción errónea absolutista, política y administrativa.  El intento fue importante, legítimo, aleccionador y estimulante. En ningún caso vale la pena, sin embargo, luchar por convertir a una nación entera en una cárcel o campo de sumisas ovejas.  El gran luchador y baluarte de la gran revolución socialista de Octubre V.I .Lenin escribía,  " la nueva sociedad debe ser 10 veces, 100  veces y mil veces más democrática que todas las democracias existentes" ( en aquel entonces, RR). El resultado lo conocemos ahora en plenitud. Los malos ejemplos de una falsa democracia perduran. Apoyan a dictaduras evidentes, distantes de cualquier categoría o alternativa democrática. Mi ejemplo más emblemático sigue siendo el contubernio oligarca Ruso. Por Moscú, se orientan muchos incorregibles ciegamente, aunque las evidencias dictatoriales de abuso de poder y despilfarro de las suculentas riquezas del subsuelo del país, las ve y palpa todo el mundo. Principalmente los bancos Europeos, que acumulan los capitales robados de sus gobernantes. Sobre todo ahora lo saben sus pueblos, pero sin derecho a pataleo Algo similar ocurre con la revolución del siglo XXI de Nicolás Maduro. Ni hablar de los sucesos de Bielorrusia, en donde el legado y herencia de la URSS se encuentra en cada rincón. El problema es ahí el pensar que su población es propiedad del estado y de sus gobernantes, apernados en el poder absoluto. Un fuerte abrazo y cuídense. (René Ronda, 28.09.2020).-

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