La corrupion pinochetista.

Si uno lee las declaraciones de este señor Patricio Contesse , ex gerente de Soquimich,  que declara haber hecho aportes financieros a politicos, lo que me llama la atencion es la implicita justificacion de los pagos como "aporte a la politica" y la velada excusa de no haber informado a su  directorio por ser aportes  " fuera de las normas del Servel", que el mismo Contesse  encuentra que no corresponden a la realidad politica existente. Es decir, el mismo Contesse se autoinfiere la capacidad de violar la ley por decision de su propio criterio.
Si analizamos bien este punto, nos encontramos con el meollo de la corrupcion. Como herencia de la moral de la dictadura y en parte de los gobiernos de la concertacion, la corrupcion es justificada por la deformada formacion de estos personajes y la aplicacion de su propio criterio corrupto. Lo ilegal se justifica, se acepta como algo normal. Se acepta que un politico sea protegido por la dictadura tras un gran desfalco y luego sea presidente. De ahi para abajo todo es posible. Las declaraciones de Contesse confirman eso precisamente. La corrupcion politica no es un caso aislado de algunas manzanas podridas sino una moral politica deformada de una completa generacion de politicos y ejecutivos que se formaron al alero y herencia de la moral pinochetista. Esta es la mayor tragedia de la herencia  pinochetista; haber dañado las bases de la etica ciudadana.
Ojala que quizas, quien lo sabe, entre las hordas de exiliados venezolanos, tenga Chile la suerte de recibir otro Andres Bello.