Cuba sin Fidel.

Queridos Lumumberos !

                                         En América Latina hay un silencio que se nota a la distancia. Mientras el diario oficial “Gramma” del partido comunista y del gobierno de Cuba publicaba el mensaje del máximo lider sobre su abstención  de ser candidato a la presidencia y a su cargo de comandante en jefe, los diarios de muchos países latinoamericanos cerraban el tarro. Sobre todo de aquellos que estaban acostumbrados a agasajarlo y de entregarle los chivos expiatorios que necesitaba el comandante en jefe. Apenas un par de comentarios sobre la decisión y muchas flores sobre su papel en Cuba y en el movimiento internacional como una figura que había que destacar eternamente. En efecto. Fidel Castro y su gobierno marcaron un período extraordinario en la historia de los pueblos del mundo. Era mucho más importante para los mandatarios que llegaron y se fueron durante su mandato, encontrarse con Fidel, que encontrarse con el Papa de turno. Fidel Castro fue y es una figura que pasó a la historia y que seguirá por mucho tiempo en la noticia. Seguirá siendo ejemplo para los “revolucionarios” viejos y nuevos, pero al mismo tiempo seguirá siendo ejemplo para el mundo de cómo en las dictaduras es posible aplaudir casi 50 años un régimen sustentado por la represión. Y todo empezó a las mil maravillas. No hubo prácticamente nadie en el mundo que no aplaudiera el derrocamiento de Fulgencio Batista. Cuando llegaron los revolucionarios a la Habana, las esperanzas de un mundo mejor en la isla fueron cargadas en los hombros por millones de Cubanos y de latinoamericanos. Luego de algunos años y publicadas las arregladas de cuentas con los adversarios de la revolución, empezó a cambiar el carácter de la revolución Cubana. No solo los contrarrevolucionarios fueron pasados por las armas o encerrados en las mazmorras de Batista, sino que una serie de situaciones advirtieron un desgaste rápido y desenfrenado en las estructuras del poder. La muerte de Camilo Cienfuegos fue solo el comienzo. Las desavenencias con otros comandantes se arrastraron entre los telones de la pugna y muchos de ellos fueron a parar por 20 años en las cárceles Cubanas. Hoy es posible escuchar los testimonios de los ex comandantes, más no siempre es posible entregarles la confianza de que justamente ahora están diciendo la verdad. Pero es la única verdad que se escucha. El resto es un panfleteo de incondicionales que aseveran, lloran, juran, prometen, de que la revolución Cubana no tiene nada que reprocharse. Más aún si estos últimos compadres o no habían nacido aún, o simplemente les llegó la verdad en documentos “arreglados” de partidos acostumbrados a explicar las masacres del socialismo a la Soviética, en todos los rincones del planeta. Y aquí no aplico la costumbre de que del árbol caído cada cual hace leña cuando digo esto. Porque Fidel aún está vivito y coleando. Una cosa si que es innegable. En la educación, en el deporte, en la salud y la instrucción públicas, Cuba hace rato que se ganó el puesto en el primer mundo. En lo que respecta a la práctica de la democracia socialista, o la democracia en general, se encuentra en los lugares de las republicas bananeras. Es probable que ahora recién los Cubanos puedan empezar con los cambios necesarios para salir del atolladero en que se encuentran. Tengo, honestamente, mis dudas que tendrán lugar en el corto plazo. A mi juicio, Fidel seguirá dictando a Raúl su invariable posición de que la revolución debe continuar la senda que entregara hace casi 50 años. La alternativa es encontrar un camino entre la variante China y Vietnam, de lo contrario, puede escapársele a Raúl el proceso de las manos. En el considerando que este Domingo la asamblea lo elija como presidente y como comandante en jefe de las fuerzas armadas. Les recuerdo que Raúl es el único general tres estrellas de las fuerzas armadas revolucionarias. Las elecciones en bloque en la isla son una alternativa prácticamente inaceptable. El resto de la ciudadanía quedó fuera de cualquier alternativa. Aquí no hablo de la disidencia ni de la contrarrevolución. Aquí se habla de las dueñas de casa, de los cesantes, de los sin derechos ciudadanos por haber protestado alguna vez o de los jóvenes que escuchas las arengas y las comparan con las realidades. Cuba no ha resuelto los problemas de sus ciudadanos, como ha veces se dice que es el caso. Los problemas de abastecimiento y de vivienda no solo no han sido solucionados, sino que han empeorado, en la medida que pasan los años. Sobre todo los problemas de la vivienda. Las condiciones de vida en los edificios es infrahumana. No hay agua con frecuencia, ni luz ni gas. Menos mal que los Cubanos disfrutan de un clima que les permite vivir sin ventanas ni puertas. Los que pagan el pato son los habitantes de los últimos pisos que se llueven como canastos. Honestamente le deseo suerte a los Cubanos. Aunque estoy convencido que Raúl necesita la libertad de no tener más a su hermanito que le diga como hay que seguir para triunfar. Un fuerte abrazo, con la fraternidad de siempre.

Ren챕

Alemania, 21.02.2008.-

P.S. Lerry de la Fuente lleg처 bien desde Chile y contento, que es lo m찼s importante.