Queridos Lumumberos !
Las noticias políticas de las últimas semanas son tantas, que hoy quisiera referirme a un echo menos rimbombante : el celibato. Como es sabido, el celibato es la prohibición Vaticana del matrimonio de sus servidores párrocos, obispos y cardenales. Todo data del siglo V, cuando la iglesia resolvió que los problemas de herencia para los hijos de los curas, no deberían caer en el gasto del contubernio religioso. A pesar que es un tema que ha llamado apenas la atención, una conferencia reciente en Brasil de los servidores de la iglesia católica, señaló la injusticia de mantener a estos caballeros sin la opción de poder casarse. En Europa desenterró el hacha de la discordia nada menos que el nuevo presidente de la conferencia episcopal de Alemania Federal, el cardenal Robert Zollitsch, reemplazante del recién renunciado Cardenal Lehman. Los argumentos no son nuevos, pero fue necesaria esta postura por la ausencia de nuevos candidatos en las universidades de teología. Les recuerdo que el los países más pechoños, como España, Italia y Polonia, la falta de párrocos es simplemente dramática. Nadie quiere optar por la profesión, por estar esta desvinculada con las necesidades biológicas de los “machos recios” que creen tener la vocación. Según estadísticas del semanario Alemán “Der Spiegel”, existen más de 80.000 curas casados y con hijos. 4000 de los cuales trabajan en parroquias rurales de España. Se trata de sacerdotes extranjeros, puesto que en España, por ejemplo, no sería posible contratar a sacerdotes Españoles por la prohibición Vaticana y anclada, al mismo tiempo, en la jerarquía eclesiástica de este país. En Europa han tenido que cerrar muchas iglesias católicas. En España misma, el caso es más dramático aún. Sobre todo en el Sur de España, la necesidad (¿?) de este apoyo espiritual es mayor que en otras latitudes del planeta. Les contaba en el pasado que en la antigua parroquia de nuestro barrio, ahora se encuentra una pizzería. Zollitsch explicaba que el celibato nunca ha sido necesario teológicamente hablando. Fue como ponerle un ají cacho e” cabra en el culo al Papa Alemán, Benedicto XVI. La explicación del nuevo presidente de la máxima autoridad eclesiástica de Alemania no podía pasar desapercibida. Les recuerdo que Alemania aporta el mayor ingreso Vaticano en términos absolutos. También Zollitsch se refirió a la nueva oportunidad que deben recibir los divorciados. Como es sabido, los divorciados no pueden optar a un nuevo matrimonio por la iglesia, salvo que se trate de la princesa de Mónaco. Allí se hicieron un par de “vueltas raras”, para que los matrimonios anteriores de la princesa no formaran parte del lastre que podría habérselo impedido. Lo cierto es que la iglesia católica y evangélica del mundo, pierden terreno a pasos agigantados. No solo porque faltan sacerdotes (los pastores evangélicos pueden casase), sino porque la cantidad de feligreses es cada vez menor. No es fácil explicarle a los jóvenes la veracidad de una historia que empezó a caballo en un burro, allá donde el diablo perdió el poncho. El avance de la ciencia y la tecnología ha dejado al descubierto una serie de situaciones que hacen cada vez más improbable la existencia de milagros y de una vida celestial posterior. Imagínense uds. A Carlos Marx, al pelao Lenin, a Engels, a Robespierre, a Stalin, sentados a la diestra de Dios padre. Ni hablar de Julián Alcayaga, que no lo desea nadie en las alturas : ni Don Jecho ni Satanás. Les revolvería el gallinero a moros y cristianos. Un fuerte abrazo a todos, con la fraternidad de siempre.
Ren챕
Alemania, 23.02.2008.-
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