El guatón Alan García, Bolivia y Chile.

 

Queridos Lumumberos !

                                          De América latina es poco lo que se escucha en Europa. Últimamente, sin embargo, llegan los lamentos de Alan García sobre la situación de las fronteras marítimas en el sur de Perú (norte de Chile), los acuerdos y tratados de gobiernos anteriores y su apasionada inquietud de meter al carro nada menos que a un antiguo aliado militar- Bolivia. La respuesta de Evo Morales no se hizo esperar. Eso de decir que Bolivia hace ya mucho tiempo que enterró sus aspiraciones de una salida al mar soberana, provocó las iras altiplánicas. En primer lugar porque se está trabajando con Chile en ese sentido, luego de incluirse en una agenda en el año 2006 por la presidenta Bachelet y el presidente Boliviano el tema. Por otra parte, la tajante respuesta de Perú de no considerar de ninguna manera una salida soberana de Perú en las regiones de la línea de la concordia con Chile. La aspiración Boliviana de una salida soberana al pacifico es irrenunciable, no solo para los Bolivianos y el pueblo chileno, sino que también para la mayoría de las naciones latinoamericanas. Muchos de nosotros  consideramos que es imposible negarle a un país hermano, a la larga, una salida soberana al pacífico. El problema se traduce más que nada en que Perú, de ninguna manera, quiere terminar de ser vecino con Chile. Eso enterraría para seculás seculorum algunas actitudes revanchistas de los nacionalistas (como Alan García, por ejemplo) de devolverle al Perú los territorios perdidos durante la guerra del pacífico. Estaría obligado a ser vecino con Bolivia, del cual son pocas las posibilidades de reivindicaciones  territoriales. Alan García se apertrechó de abundante material bélico de la Federación Rusa, lo que le permite suponer que los chilenos se están haciendo en los pantalones. Un absurdo, en mi consideración. El gobierno de la Federación Rusa, por otra parte,  está empeñado en estabilizar sus presupuestos con venta de material obsoleto (chatarra) a los países del tercer mundo que estarían en condiciones de pagar. Como Venezuela y a lo mejor Perú. Sin importarle para nada las consideraciones morales que implica la venta de material de guerra en países que desde hace décadas, han considerado el diálogo como el mejor instrumento de resolver los problemas. A lo mejor es el problema de las grandes potencias. Echar el caballo encima y recomendarle a sus aliados hacer lo mismo. El problema de Chechenia o Dagistán ya no es un problema del terrorismo internacional, como lo ha venido pintando el pelao Putin y el actual presidente Medviedev, a propósito de 20 muertos por día. A lo mejor con un ejemplo, puedo describir la tragedia de ser y, al mismo tiempo, no ser. Los habitantes de Dagistán, Chechenia, Osetia, abjacia y otros pueblos del Cáucaso son “Rosianie”, pero sin llegan a Moscú o a Leningrado, son “Niegri” e indeseables.  La discriminación racial es alarmante, pero en los tiempos de crisis, nadie atiende problemas rascas, según las encuestas que hacen organismos internacionales en Rusia.  Bueno, volvamos al tema inicial. Ahora viaja a Moscú la presidenta Bachelet. Seguro que recibirá una apreciación “grave” de sus anfitriones, en cuanto a la capacidad militar de los vecinos del norte directo a nuestras fronteras. Para luego insistir en la necesidad de equilibrar las asimetrías con la adquisición de material bélico Ruso. Una antigua estratagema de los países imperialistas del pasado y del presente, que siempre funciona. Se reparten algunas coimas, como con la compra de aviones en Bélgica y se sellan acuerdos inmorales que pueden asegurar las preferencias en el futuro. Espero que la Michelle no se preste para estos juegos y que sea una visita oficial, defendiendo los intereses de Chile. La discordia por las fronteras marítimas con el Perú, sobrevivirá a Alan García y a la Michelle Bachelet.  Lo más probable que al final, todo quede como estaba. La reivindicación de Bolivia, sin embargo, estimo que debe dársele la prioridad que se merece.  Un fuerte abrazo a todos, con la fraternidad de siempre.

René

Alemania, 26.03.2009.-