viernes, 13 de marzo de 2009

El que roba a un ladrón, tiene 100 años de perdón.

 

Queridos Lumumberos !

                                          A veces me pongo a pensar en las cosas que me molestan, que me amargan o simplemente que me sacan de quicio. Con todos los años enteros que arrastro por este mundo cruel, llegué a la conclusión que son muy pocas. Hay algunas que me alegran, sin embargo. No porque sean jocosas, divertidas o porque no reporten males a nadie en particular. La famosa crisis financiera mundial ha reportado historias que, en tiempos normales, no se las habría creído nadie. Y todo por la codicia de la gente que lo tiene prácticamente todo. Aquí me refiero al aspecto material del problema, naturalmente.  La codicia desconcierta. Convierte a los normales en anormales, a los humildes en pedantes, a los bien abastecidos en bolseros, etc. No siempre se cumple lo que digo, pero en la mayoría de los casos, me atrevería a asegurar. A donde fueron a parar los 50 mil millones de dólares del financista estrella de Estados Unidos Bernard Madoff ?. A lo mejor la pregunta está mal planteada. De donde llegaron estos 50 mil millones de dólares y como se acumularon alrededor de Madoff, sería la pregunta más correcta. Apenas fueron 4.800 los inversores que llegaron a las puertas de Madoff, por el 10% anual que prometía. Más tarde se supo que a los inversores Judios-Rusos les prometía hasta el 46%. Estos no tenían mucha idea de como funcionaba el mercado de capitales en occidente, pero tampoco les interesaba mayormente. Lo importante que no les podía pasar lo que les pasó a los bolitrancas que invirtieron en la pirámide Rusa hace ya como 15 años, en donde hasta los jubilados vendieron sus departamentos para invertir y doblar así sus ingresos. El final lo conoce todo el mundo. Pero no en occidente, pensaron los que quebraron las finanzas del estado Ruso y se mandaron a cambiar con el patrimonio de los pueblos de la Unión Soviética. Madoff empezó ofreciendo solo el 10% como decía más arriba. Para llegar a el, era necesario venir con alguna recomendación y no menos de un cuarto de millón de dólares en billetes. A estos inversores rascas los recibía con las palabras “la pobreza dignifica, mi querido amigo”. Luego reclutó a los inversores entre un sinnúmero de organizaciones judías, entre las cuales perdieron algunas la totalidad de sus haberes. Algunos se hicieron socios de su club de Golf para llegar a las cercanías de Madoff. Muchos otras víctimas las reclutó de la “Fifth Avenue Synagoge” de la “Upper East Side”, una organización de muchísima influencia, incluso para iniciar guerras o asaltos a gobiernos democráticos. La organización perdió con Madoff dos mil millones de dólares. También víctima pasó a ser una fundación de los connotados cineastas judíos de Hollywood, Steve Spielberg y   Jeffrey Katzenberg. Ahora viene lo más sabroso, sin embargo : Sonia Kohn, la jefa absoluta del banco Medici de Viena, se mandó a cambiar sin decir agua va a un lugar que nadie conoce, luego de conocer las dimensiones de la estafa. Ella fue la que arrastró a los oligarcas judíos Rusos a invertir con Madoff, algunos de los cuales lo perdieron todo. Diripaschka, un acaudalado estafador del estado Soviético y que figuraba según la revista norteamericana “Forbes”, entre los diéz mayores multimillonarios del mundo, perdió el 90% de la fortuna que le robó al estado Soviético. En Rusia quedó entonces en un vergonzoso octavo lugar entre los millonarios. La desgracia la lloran todos, porque cuando dijeron salgan los pelotudos, los Rusos venían con los estandartes. Muchos se enorgullecen de que sus compatriotas figuren en los primeros lugares de los estafadores y gansters del mundo. Sonia Kohn desapreció del mapa, pero si no lo hace totalmente, algún día aparecerá en el fondo de algún océano, con unos 500 kilos de carga amarrados en los pies. Un fuerte abrazo a todos, con la fraternidad de siempre.

René

Alemania, 13.03.2009.-    

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