sábado, 1 de agosto de 2009

Nueva Ley Mordaza en Venezuela

Libertad “punitiva” de expresión
Iván R. Méndez

Sábado, 1 de agosto de 2009

La fiscal general de Venezuela, Luisa Ortega Díaz, detonó la indignación activa de  periodistas, académicos y usuarios de los medios de comunicación con su “humilde propuesta” para ponerle límite a la  libertad de expresión y así consolidar, sin cortapisas, el régimen nazi-chavista bajo el cual vive Venezuela.

Es tal el impacto de esta restrictiva posición oficial, que el polémico diputado chavista y editor de “listas”, Luis Tascón, declaró en Unión Radio que la Ley “vulnera los principios de la libertad de expresión. Castiga y hace punitiva a la libertad de expresión, amarra la libertad de expresión, y por supuesto, eso sería utilizado por los enemigos de la revolución para señalarnos como una dictadura, una tiranía.” Por su parte, el sociólogo Tulio Hernández, siempre contundente, pero respetuoso, no pudo controlar sus adjetivos al opinar sobre el tema: “esto que acabamos de ver, esta especie de cosa pavorosa, atrasada, mediocre, inconsistente, autoritaria, militarista, chavista, chaborra, mal leída y mal escrita que encargó esa señora inaugura la etapa del autoritarismo grotesco y además bruto y burro”.

Proyecto Fantasma

El proyecto de Ley Especial contra Delitos Mediáticos, que sanciona  a medios, periodistas, comunicadores comunitarios, columnistas y entrevistados se mantiene en secreto  y sólo se han conseguido versiones “piratas”, como la que se puede descargar de El Universal.

La estrategia de ocultamiento de ese instrumento legal ha impedido, según Carlos Correa, que el gremio periodístico reaccione a tiempo, por lo menos hasta hoy cuando la fiscal Luisa Ortega nos permitió contemplar una secuencia antológica de pensamiento totalitario puro al denominar “humilde propuesta”  su intención (aplaudida por los asambleístas chavistas) de arrasar con décadas de luchas por las libertades civiles, separando a Venezuela del resto de la comunidad internacional civilizada.

A borrar los artículos 57 y 58 de la Constitución

El editor y analista político Teodoro Petkoff sugiere eliminar de una vez los artículos en los cuales se consagra la libertad de expresión en la Constitución Nacional. Estos son: 

Artículo 57. Toda persona tiene derecho a expresar libremente sus pensamientos, sus ideas u opiniones de viva voz, por escrito o mediante cualquier otra forma de expresión, y de hacer uso para ello de cualquier medio de comunicación y difusión, sin que pueda establecerse censura. Quien haga uso de este derecho asume plena responsabilidad por todo lo expresado. No se permite el anonimato, ni la propaganda de guerra, ni los mensajes discriminatorios, ni los que promuevan la intolerancia religiosa.

Se prohíbe la censura a los funcionarios públicos o funcionarias públicas para dar cuenta de los asuntos bajo sus responsabilidades.

Artículo 58. La comunicación es libre y plural, y comporta los deberes y responsabilidades que indique la ley. Toda persona tiene derecho a la información oportuna, veraz e imparcial, sin censura, de acuerdo con los principios de esta Constitución, así como a la réplica y rectificación cuando se vea afectada directamente por informaciones inexactas o agraviantes. Los niños, niñas y adolescentes tienen derecho a recibir información adecuada para su desarrollo integral.

Tiempo de unión auténtica

Desde diversos ámbitos (radio, Twitter, Facebook, sms) empiezan a aglutinarse llamados a la acción política que impidan esta última avanzada, que levantaría un muro muy difícil de escalar por quienes no estamos dispuestos a ceder ante el chantaje económico, judicial e ideológico que promueve la Administración Chávez contra el sector educativo, sector empresarial y medios de comunicación social. El cierre de RCTV, la  amenaza de cierre de las emisoras de radio, la prisión del periodista Gustavo Azocar, la presión sobre Globovisión y el cierre del Ateneo de Caracas, fueron apenas ensayos para esta terrible puesta en escena totalitaria. En este momento estamos, según Tulio Hernández, en un viaje hacia el pasado: “estamos en 1952, en el  momento cuando mataron a Ruiz Pineda y le robaron las elecciones a Jóvito Villalba. Entonces la oposición entendió que tenían que unirse, los comunistas, los adecos y los copeyanos para poder enfrentar a  Pérez Jiménez”.

No es tiempo de inocentes pactos individuales, de  la búsqueda de salvavidas para mantener a flote una emisora o proteger un anunciante, ya que  de aprobarse y ejecutarse este instrumento los medios se transformarán en replicadores estériles, y prescindibles, de la verdad oficial con una correlación muy baja con la realidad que padecemos los que habitamos en este territorio.

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