lunes, 2 de febrero de 2009

Pin Pon : Los payasos son siempre las personas mas serias.

Cadena de oración por Pin Pon

Por Gabriela García / La Nación

Estable dentro de su gravedad se encuentra el intérprete del muñeco de colores. Su hija Catalina Guerra pidió que lo recuerden con alegría. En la Unidad de Cuidados Intensivos controlan como pueden sus arritmias. “Las próximas horas son decisivas”, informó el médico.

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No era de algodón el cuerpo de Jorge Guerra, el actor que hizo famoso al carismático muñeco televisivo Pin Pon.

Internado desde el pasado viernes en la Unidad de Cuidados Intensivos Coronarios del Hospital Barros Luco, el artista se mantiene estable dentro de su gravedad, según comunicó el médico tratante Jorge Gárate.

Guerra llegó en estado de shock hasta el centro asistencial debido a un infarto que ya había dado señales en noviembre, aunque en ese momento no se diagnosticó ni se trató. Esto le produjo un "daño al corazón que es prácticamente irreversible", señaló su hija Catalina Guerra.

Acompañado en todo momento de sus familiares y amigos, Pin Pon tuvo que ser estabilizado e intervenido de urgencia. Las próximas horas serán cruciales para la salud de su tembloroso corazón.

"Tengo mucha fe en su mejoría y pido a la gente que se acuerde de él con alegría, porque seguramente eso le va a llegar", expresó Catalina a Emol.

La cadena de oración es un hecho. En el portal www.pinpon.cl, sus seguidores ya le escriben mensajes de apoyo. "Tus canciones acompañaron mi niñez gracias a mi mamá. Fuerza en este difícil momento que estás pasando", se lee sobre el colorido muñeco que irrumpió en la caja idiota en los años 60, enseñando a los niños de al menos dos generaciones, a lavarse los dientes y a estudiar a través de dibujos, juegos y pegajosas canciones.

TONKY, TONKY

Sonrisa amable, cachetes rojos, peluca rubia y chalequito rosado. El muñeco que le puso música a las sumas y restas, al sol y la luna y a las vacaciones, es parte del inconsciente colectivo nacional.

No sólo fue capaz de capturar audiencias sino que se convirtió en ejemplo de una televisión que también puede ser educativa.

Jorge Guerra comenzó a darle vida a este personaje en 1965, cuando acompañado del pianista Valentín Trujillo llegó a Canal 13.

"Hacíamos el programa sin libreto y dejábamos salir al niño que tenemos dentro", cuenta en su página web el actor que fue descubierto por la estación católica mientras formaba parte de las filas del Teatro Ictus.

Cinco años después, el show fue comprado por Televisión Nacional, estación de la que tuvo salir forzadamente en 1974.

"Fue el único programa que se grabó durante un año con militares armados dentro del estudio. Cuando yo alzaba la vista para decir ‘Amigo Valentín’, en el techo del canal había un boquete abierto en el que había un soldado apuntándome para abajo", recuerda Guerra sobre el hostigamiento que sufrió en plena dictadura y que lo mandó al exilio.

El actor se trasladó a Perú y luego a Ecuador, países donde hizo cine y televisión. Pero fue en 1983 que encontró un verdadero hogar.

Instalado en La Habana hasta 1990, fue nombrado director artístico en la pantalla chica cubana y se convirtió en el primer extranjero en recibir la Medalla Raúl Gómez García de La Cultura en honor a su trayectoria.

Guerra vuelve a Chile apenas se recuperó la democracia. Junto a su nuevo compañero (Pepe Secall), Pin Pon vuelve para alimentar la memoria de los chilenos. Aunque nunca con el éxito de antaño.

Atascado en un juicio de varios años con la productora con la que grabó 120 capítulos para TVN, el artista abandonó la pantalla a mediados de los 90, pero jamás al personaje. De hecho, antes de sentir la puntada en el corazón el viernes por la noche, Jorge Guerra seguía creando videos educativos para empresas.

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