jueves, 2 de abril de 2009

Coversa entre amigos.

 

Queridos Lumumberos !

                                         Compadre, le dijo uno de los comensales al orador que recién había terminado su mensaje en la reunión del sindicato. Te imaginas lo que habría pasado políticamente, de haber aparecido la tremenda crisis financiera sin que el socialismo hubiese existido en la práctica anteriormente ?.  Mira viejo, te lo explico rapidito, acotó, al ver al hombre desconcertado. La crisis financiera mundial demostró la esencia del capitalismo, lo incontrolable del fenómeno y la enorme dependencia del capital de los estados. Primero el estado burgués aceptó desaparecer del mercado, aceptó ni regularlo ni  influenciarlo. Luego de hacerse el estado humo, los millones y los miles de millones circularon como fantasmas por el mundo. Se constató que el billete es capaz de hacer billete. Los bancos manejaron las cifras y emitieron también papeles de valores que sumaron más miles de millones. Aparecieron certificados, obligaciones, letras de valores, etc. La gente aprovechó la oportunidad de comprar lo que nunca estuvo en condiciones de hacerlo con dinero virtual. Eran puras cifras en los bancos. Pero con esas cifras era posible comprar casas, autos, viajes. El billete constante y sonante fue remplazado por unas tarjetitas de plástico muy mononas, que hacían posible cambiar las cifras. Por si las moscas, la gente aprendió que era posible tener muchas de esas tarjetitas y cuando las cifras de algunas se hacían estrechas, la tarjetita más nueva corría con los vidrios rotos, poniendo en orden las cifras de las más viejas. El estado dejó hace muchas lunas de echar a andar la maquinita de los billetes. Necesita solo cambiar cifras en un programa y listo. La emisión inorgánica material es pasada de moda y poco elegante. Los billetes se imprimen solo para cambiar el circulante en mal estado, pero no para imprimir miles de toneladas de papel caro y factible de ser falsificado. –Pero compadre !, -replicó el orador- sobre la crisis económica ya hablaron todos. Incluso yo mismo, que no entiendo una mierda de economía. Pero si no digo nada, quiere decir que el puesto en el sindicato me queda grande. Que tiene que ver la crisis económica con el socialismo real y que tiene que pase ahora, cuando el socialismo existe solo en un par de países. – Mira viejo. A lo mejor habríamos podido construir el verdadero socialismo con la mansaca que tenemos en las finanzas mundiales. Pero solo de no haber sido que : el pelao Lenin llegó dejando la mierda de apalearla. Si bien murió temprano, en 1924, pero tuvo tiempo suficiente para mandar pal carajo la democracia, fusilar a cuanto cristiano tenía cara de burgués, encarcelar a Pedro Juan y Diego para atemorizar al resto de la ciudadanía y desmoralizar al adversario que no tuvo tiempo de apretar cueva al extranjero. Luego llegó el carnicero de Stalin. Como la burguesía apretó cachete, tuvo que empezar a asesinar a los obreros y a los campesinos, a los adversarios en el partido, a su propia esposa, a los comunachos extranjeros que se exiliaron en la URSS, a los comunachos que no le obedecían en el extranjero, a un total de entre 17 y 19 millones de personas. La historia nos voló la posibilidad de construir un socialismo razonable y participativo, civilizado y consecuente, sino que también la historia contemporánea de los estados que se dicen socialistas, nos están echado a perder el futuro. Un par de crestones en Asia y un par de cabezas duras en América latina nos obligan a cerrar momentáneamente el tarro. – Compadre !, ahora me vienes con la historia. Deberías habermela contado antes de que interviniera. Lástima que no te puedo mandar a Cuba para que te metan preso por subversivo, pedazo de guevón.

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