martes, 16 de julio de 2019

Migraciones hoy. por Rene Ronda.

Queridos amigos!
                                                      Las noticias del salvamento de migrantes en el mar mediterráneo y de sus héroes actuales, me llena de preocupantes interrogantes. Por un lado, soy partidario de que cada cual luche por un lugar en el mundo y así mejorar las posibilidades de una mejor vida, pera sí y su familia.  Pero y al mismo tiempo, estoy en contra que se vacíen continentes solo porque existen lugares donde mucha gente podría  realizarse mejor. Esto último equivaldría a decir, que más de la mitad del mundo tendría que ponerse en marcha para alcanzar este objetivo. En mis tiempos de joven, la migración tenía lugar por razones económicas en mucho menor medida que ahora. Antes las convulsiones políticas eran las principales causantes, junto a la intolerancia de sus actores, para iniciar una cacería contra las ideas contrarias y ponerles coto, exiliándolos o simplemente dándoles muerte. No necesitamos enumerar la cantidad de golpes militares en el mundo para darle vida a lo que digo. Basta con recordar la segunda mitad del siglo veinte y observar los puntos negros que hacían correr el rojo de la sangre  de las víctima. Ahora existen embarcaciones de bajo precio y traficantes que venden esas "libertades" a alto costo, para llenar el mar de migrantes. Hace solo una semana un avión de la Fuerza Aérea Alemana filmo un procedimiento que se repite con frecuencia. Un pesquero de alto calado, arrastraba un par de botes de madera, que en un momento determinado, se llena de personas que abandonan las bodegas del pesquero y se instalan en los botes. Luego los aviones interceptan una llamada a los barcos Alemanes de socorro, para entregarles las coordenadas de los "fugitivos". Fugitivos,  perseguidos por sus ideas políticas o religiosas, son los menos. Normalmente estos últimos no poseen riqueza ninguna. Ellos arrastran solo problemas. En muchas naciones del globo son simplemente ejecutados. Nadie llama a nadie para socorrerlos. Ellos son los culpables de esa suerte, se dice ya sin pudor. Los pequeros del mar mediterráneo no necesitan ni cuotas de pesca ni autorización de ninguna clase.  El dinero no tiene olor. Yo fui fugitivo  político y sé de que estoy hablando. Como profesionales, no fue dramática nuestra suerte. Distinta a la suertes de los que llegan a la buena de Dios. Un fuerte abrazo. Es solo un pensamiento que me preocupa. (16.07.2019.-)
Rene Ronda, Alemania.

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