miércoles, 13 de septiembre de 2006

La Paja y el Trigo

En el campo los huasos dicen que hay que separar la paja del trigo. Uno tiene que hacer lo mismo con sus cosas a medida que pasan los a챰os. Pero no es necesario. Al final la vida se encarga de ir separando sola la sustancia de la porqueria en la vida de cada cual. Sin darse cuenta uno se va quedando con lo justo, con lo que importa, con lo que vale las penas. No es necesario tirar al trasto las amistades inutiles, los mala onda y mala leche, los amores tropezados ni los desencuentros. La selecccion natural de cada uno se encarga de dejarnos con lo que mas queremos y los recuerdos que nos importan. Lo demas se lo lleva el viento sin hacer mucho ruido, asi no nos damos ni cuenta como vamos quedando libres de polvo y paja.
Pensaba esto hoy de madrugada, despues de ver ayer el segmento de mi encuentro con Victoria en el estudio de television de Ostankino en Moscu.
Yo habia visto tanto material seleccionado, entrevistas, documentales, vi apenas a Victoria cuando hablaba mientras yo esperaba tras el escenario.El conductor me sorprendio al final con el anuncio que Oleg estaba en la audiencia, mientras aun yo temblaba de emocion por el encuentro con mi amiga de cuatro decadas.
Ahora miro el video del programa y me pregunto como se las arreglaron para dejar el trigo y sacar la paja. En esos 14 minutos de video esta mi vida, lo que importa de mi vida, nada mas y  nada menos. Millones de rusos y rusas vieron ayer las fotos viejas de mis padres en Calle Larga, mi poncho de huaso a los dos años de edad, mi hermana sentada en la carretilla en medio de la arboleda de duraznos, mi padre alzando una banderita chilena en un 18 de septiembre , mi madre lista para partir a su escuela. Como supieron los rusos que eligieron esa foto con mis compadres del liceo Eduardo de la Barra que esos fueron los dias mas plenos y felices de mi juventud porteña? Pusieron despues esa foto cuando con mi camarada Eusebio Painemal presidiamos una Conferencia Nacional de jovenes que queriamos cambiar a Chile y el mundo. Pusieron el bombardeo de la Moneda, la traicion de Chile, el crimen, las detenciones, los desaparecidos. Pusieron una foto de mi casamiento donde estoy con mis compañeros y amigos que se juntaban por primera vez en una fiestoca despues del golpe. En ese grupo hay gente que venia saliendo del cuartel Silva Palma donde torturaban en Valparaiso. Otros en esa misma foto caerian despues.
Despues pusieron a mis hijos. Cada uno nacido en la dictadura. Cada uno una nueva esperanza. Hoy mis hijos, los cuatro, son mi felicidad, mi alegria de haber pasado por este mundo. Mostraron a mi esposa, que hasta hoy, aun divorciados, comparte conmigo esta responsabilidad alegre de ver crecer hijos , de pelear con ellos, de enojarse, de preocuparse, pero sobre todo, de quererlos.
Veo a Victoria en el video, sus lagrimas, escucho su poema, veo las fotos que me regalo cuando eramos estudiantes en Moscu y pienso como la vida va dejando el trigo y se deshace de la paja y del polvo. Miro a Oleg emocionado en la audiencia secandose la frente y pienso en esos a챰os de represion chilena, en el miedo de miles, en esa noche negra del pinochetismo en Chile.
Apenas 14 minutos y no sobra nada ni falta nada. En esos 14 minutos los rusos se las arreglaron para meter lo que me importa y dejar afuera lo que se llevo el viento.
En 14 minutos caben tantas vidas. Tantas alegrias, tristezas, esperanzas.
No tengo idea quien fue el editor final del programa, pero quien haya sido me hizo un tremendo favor. Me separo la paja del trigo.
Hace unas dos horas me llamo por telefono Elena Rogatkina, redactora del programa para saludarme y agradecer mi participacion, decirme que el programa fue muy exitoso y emotivo. Le dije que no me agradeciera, que el agradecido soy yo. No solamente me reunieron con mi Vika inolvidable y con Oleg, mi hijo del destino, sino que ademas hicieron para mi la mayor limpieza de sotano, primer piso, planta alta, patio y antejardin de la existencia.
Los 14 minutos del programa trasmitido ayer en Moscu me dejaron con el trigo de lo que unico que valio la pena en mi vida: mis padres, mi carretilla, mi bicicleta, los duraznos, mi hermana chica, la banderita chilena en la mano de mi padre, el bolson de libros de mi madre, mi liceo, la Jota, la solidaridad, los amigos ciertos, el Moscu del 65, la rabia por la injusticia y el crimen, el amor de mi devushka, mi mujer y mis hijos, mi familia, mis errores porque soy hombre; lo demas, todo lo demas....pura paja.

No hay comentarios.:

Publicar un comentario

Nota: sólo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.