domingo, 21 de junio de 2009

Hortensia Bussi de Allende II

La viuda de Allende

Por Manuel Salazar S. / La Nación

Inmensamente culta y enamorada del arte, la profesora de historia fue flechada por el doctor Salvador Allende, a quien acompañó en toda su larga carrera política que terminó con su vida en La Moneda. Fue tanta la pasión, que decidieron vivir juntos, casándose sólo después que ella quedara embarazada de su primera hija. Pese a los vaivenes de su matrimonio y a haber dado una dirección falsa ante el Registro Civil para facilitar la nulidad si llegaba a ser necesaria, nunca se separaron.

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Nace el 22 de julio de 1914 en Rancagua. Hija del marino mercante Ciro Bussi, cuyo abuelo había llegado a Chile desde Liguria, Italia, y de Mercedes Soto García, vinculada a una familia de agricultores de las riberas del río Cachapoal. Los Bussi Soto se habían alejado en busca de mejor fortuna, pero la aventura fracasa y los problemas económicos los obligan a volver a Valparaíso. Allí nacen los hermanos de Hortensia; Adriana, que será maestra, y Renato, futuro agrónomo.

Tencha queda huérfana de madre a los tres años. El papá se casa con Amelia López, quien será su nueva "mamá". Viven en calle Papudo 38, entre los cerros Concepción y Cordillera, a pasos de los paseos Atkinson y Gervasoni. Ciro Bussi se gana la vida como práctico, piloteando los barcos que ingresan al puerto.

Ella y su hermana estudian en el Liceo N 2 de Niñas, en las cercanías de la Plaza Victoria. Leen mucho y aprenden a tocar el piano.

Al terminar las humanidades, Tencha viaja a Santiago con sus hermanos y se instala en la casa de una tía, Olga López, hermana de la madrastra, en calle Picarte, en los inicios del barrio Independencia, al otro lado del río Mapocho. Olga es una profesora con ideas de izquierda. La pequeña Adriana es internada en la Escuela Normal; Renato en el Barros Arana. Hortensia se matricula en el Instituto Pedagógico, entonces en la esquina de Cumming con Alameda, en el concurrido barrio Brasil. Tiene como profesores a connotados académicos: Juan Gómez Millas, Luis Puga, Luis Galdames y Eugenio González, entre otros. Participa en marchas y asiste a las reuniones de la FECh en la Escuela de Derecho, ubicada entonces en la casa central de la Universidad de Chile. En el Pedagógico dominan los socialistas, comunistas y trotskistas.

A través de su tía conoce a Amanda Labarca, Elena Caffarena y otras mujeres que luchan por sus derechos. Lucila Delgado Castillo, se transforma en su mejor amiga.

En 1933, el padre y su conservadora madrastra se trasladan a la capital, adquieren una casa en calle Maruri, muy cerca de la tía Olga.

Su primer amor es el doctor Gustavo Vila. Su padre la expulsa de la casa y se instala en una pensión en calle San Alfonso, en el barrio Estación Central. Termina sus estudios de Pedagogía en Historia, pero no se titula. Hace reemplazos en los liceos de niñas N 1 y N 5, mientras apura un curso de bibliotecología en la Universidad de Chile. Ello le permitirá ingresar como bibliotecaria al Servicio Nacional de Estadísticas, donde trabajará más de 15 años.

El amor de su vida

A los 25 años, mientras es cortejada por Manuel Mandujano, conoce una noche al entonces diputado socialista Salvador Allende. ¿Cómo un hombre como usted puede ser masón?", le pregunta y lo descoloca, tras comentar el violento temblor que minutos antes había sacudido a Santiago, pero que más al sur, con carácter de terremoto, destruyó Chillán dejando 25 mil muertos. Era el 21 de enero de 1939.

Allende contaría años después a su hermana Laura que lo cautivaron sus ojos y el agudo desparpajo de sus comentarios. A los pocos días, ya emparejados, Tencha ingresa a las Milicias Socialistas y marcha codo a codo con el doctor, vistiendo la camisa, la gorra y los correajes del uniforme. La pasión los consume. Deciden vivir juntos en un departamento frente al cerro Santa Lucía.

En septiembre de 1939, Allende renuncia a su sillón parlamentario para asumir como ministro de Salubridad del Presidente Pedro Aguirre Cerda. Tencha lo ayuda a escribir un libro donde revela los problemas de salud que existen en el país.

Tencha se embaraza. Una amiga los increpa: ¡cásense!, les dice. Se casan en Ñuñoa el 17 de septiembre de 1940. Muy liberales para su tiempo, dan domicilios falsos para facilitar una eventual anulación futura del compromiso. Los testigos son Hernán Santa Cruz y el médico Óscar Miranda Rodríguez. Viajan a una breve luna de miel a Algarrobo.

El 10 de enero de 1941 nace la primera hija, Carmen Paz, en la Clínica Santa María, a quien le detectan una hemiplejia parcial. La pareja hace nuevos amigos, entre ellos Eduardo Frei Montalva y los apristas peruanos Manuel Seoane y Luis Alberto Sánchez.

El 8 de septiembre de 1943 nace Beatriz; y el 18 de enero de 1945, María Isabel, la actual diputada. Las tres niñitas son enviadas al Colegio La Maisonette.

Allende compra una casa en Algarrobo. Tencha y las niñas pasan los veranos en la playa, jugando con sus primos Pascal Allende, hijos de la tía Laurita Allende y de Gastón Pascal Lyon; y con Carmen Castillo Echeverría, hija del arquitecto Fernando Castillo y de la escritora Mónica Echeverría.

Tencha nada y juega Scrabble (Dilema), un verdadero vicio que mantendrá durante toda su vida. Conocen a los Morandé, a los Tocornal, a los Braun Menéndez, a los Ossa y a los Valdés Soublette. Los fines de semana llega Salvador, que pasea por la playa con Frei y Gabriel Valdés hablando de política. El padre prepara los mariscos y los asados.

Por ese tiempo, una primera tragedia estremece a Tencha: su padre se suicida de un balazo, solitario en una pensión céntrica, tras un fracasado tercer matrimonio. Ella contrae una rebelde tuberculosis que volverá en los años futuros. En febrero de 1953, los Allende Bussi adquieren una casa en la calle Guardia Vieja 392, en un tranquilo rincón de Providencia. Todo parece mejor, pero un nuevo drama los sacude: Tencha pierde a los seis meses de embarazo a un hijo, el varón tan deseado por Allende.

En agosto de 1954 la pareja viaja a la URSS y de allí a China, donde permanecen casi tres meses. En el mercado del templo de Shanghai, Salvador le compra un collar de perlas rosadas, el que Tencha conservará toda su vida como un preciado tesoro.

Rumbo a La Moneda

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 Multitudinario adiós tuvo ayer la "Tencha"

La carrera política de Allende es cada vez más intensa. En 1957 es nominado candidato presidencial. Ella se molesta; no quiere que compita con Frei Montalva y sus amigos demócratas cristianos. Al año siguiente, reaparece la tuberculosis, el marido cumple 50 años y pierde estrechamente las elecciones.

En febrero de 1959 viajan a Venezuela a la asunción como Presidente de su viejo amigo Rómulo Betancourt. De allí saltan a Cuba para conocer el naciente proceso revolucionario de Fidel, el "Che" y sus compañeros. Al regreso, la hija Isabel, que quiere ser actriz, se casa con Sergio Meza. Tencha recae de su tuberculosis y debe permanecer casi ocho meses en cama. El dormitorio del segundo piso se transforma en lugar de reunión de artistas y escritores, el mundo que ella prefiere. Llegan Manuel Rojas, José Santos González Vera, Pablo Burchard, Nemesio Antúnez, Volodia Teitelboim, José Balmes, Víctor Tevah, Elena Moreno, Pablo Neruda y otros muchos.

A fines de los años 50 se instalan nuevos vecinos a la casa de Guardia Vieja: el matrimonio compuesto por Miria Contreras Bell y Enrique Ropert, con quienes establecen una creciente amistad. Al promediar los ’60, Allende asume la presidencia del Senado y Tencha extiende sus vínculos en la cultura nacional. Acude al cine a ver el neorrealismo italiano y la nueva ola francesa. Allende prefiere los filmes de cowboys y los estrenos de James Bond.

Carmen Paz estudia educación parvularia; Beatriz lee marxismo y quiere ser doctora; Isabel desiste del teatro. La primera se casa con el agricultor Héctor Sepúlveda; la segunda con el estudiante de historia Renato Julio; y la tercera, se separa de su primer marido.

En 1970, Tencha se suma decididamente a la campaña presidencial. A la hora del triunfo, en la recepción que se ofrece en La Moneda a los intelectuales que asisten a la transmisión de mando, ella vive uno de sus momentos más felices. Allí están García Márquez, Julio Cortázar, Manuel Rojas y todos sus amigos. Neruda la llama "Tencha la dulce".

La casa familiar se hace chica para las nuevas responsabilidades. Deben trasladarse a Tomás Moro 200, en Las Condes, una residencia adquirida a la familia Yaconi. En Guardia Vieja se queda Isabel con su segundo marido, el físico Romilio Tambutti.

Tencha soporta estoicamente la relación que Allende mantiene con Miria Contreras, "La Payita", quien se muda a la legendaria "casa del Cañaveral", en los faldeos cordilleranos de El Arrayán, la base principal, además, del Dispositivo de Seguridad Presidencial (DSP) más conocido como los GAP (Grupo de Amigos del Presidente).

En La Moneda, al frente del Cocema, los centros de madres creados por el gobierno de Frei Montalva en todo Chile, Tencha ocupa las oficinas del sector sur oriente, a un costado de Teatinos y de cara a la Alameda. Su asesora más cercana es Ana Cisneros, esposa del senador socialista Aniceto Rodríguez, y sus secretarias son Olga Corssen e Isabel Dubernet. La visitan con frecuencia Irma de Almeyda, Moy de Tohá y Matilde Urrutia. Se retira a Tomás Moro a media tarde y los viernes viaja temprano al palacio de cerro Castillo, en Viña del Mar, con sus hijas y los nietos.

El golpe

Tencha ve a su esposo por última vez la noche del 10 de septiembre de 1973, cuando a las 23 horas se retira a su dormitorio dejando a Allende y a algunos colaboradores sumidos en la tensión extrema de aquellos momentos. Habla con él brevemente por teléfono a las 7:40 de la mañana del día 11. Más tarde, logra comunicarse nuevamente con La Moneda. Le responde el detective Quintín Romero. "Voy saliendo de la casa. Cuídeme mucho al Presidente", le pide Tencha.

La residencia de Tomás Moro es bombardeada. Tencha se refugia bajo un escritorio con los tres perros de la casa. Su chofer, Carlos Tello, logra sacarla hacia el centro de la ciudad y la lleva a la casa de Felipe Herrera, ex presidente del BID, en las inmediaciones del Hotel Sheraton, donde permanece hasta que llega su sobrino Eduardo Grove Allende para acompañarla a la sepultación del cuerpo de Allende en el cementerio Santa Inés, en Viña del Mar.

El 15 de septiembre Tencha sale de Chile con gran parte de su familia rumbo a México, país que le dará asilo en los años siguientes y desde donde viajará hacia los cuatro confines del mundo para reivindicar la memoria de su marido y mantener viva la esperanza de recuperar la democracia en Chile.

Vuelve a su país en septiembre de 1988 para contribuir a la victoria del No en el plebiscito de octubre y a la derrota del dictador. "No traigo ni rencor ni venganza", son sus primeras palabras en el retorno. De allí en adelante, con temple y dignidad, sin aspavientos, se abocará a preservar la memoria de su marido. Será, ni más ni menos, que la viuda del Presidente Salvador Allende. // LND


 

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