Queridos Lumumberos !
Generalmente no me pronuncio cuando aparecen los temas religiosos o de posturas del clero de un país determinado. La vez que lo hice, me saqué la cabeza e” chancho con zanahoria en la oreja y manzana en el hocico (todo de la tabla de denominaciones de nuestro querido Chico Fernandez). Debe ser porque le tengo mala a las confesiones y a sus pasados históricos. En Chile hubo sacerdotes que se la jugaron durante la dictadura indudablemente, pero la mayoría se encontraba en la trinchera de los que apoyaban a la junta y la más recalcitrante derecha politica.. Incluso hubo párrocos que capitanearon las persecuciones y los asesinatos. Como es el caso de Lonquén de la familia Maureira. Los obispos, las llamadas “eminencias”, aparecen cada vez que se encuentra en peligro los “sagrados intereses” de las burguesías nacionales. Recuerdo los rezongos de los obispos de mi zona sureña y su intromisión en las campañas políticas. El cura de San Ignacio aseguraba que Salvador Allende tenía un pacto con el diablo. Una campesina de San Miguel, en las cercanías de San Ignacio, llegó un día corriendo por la calle de la Iglesia, con espuma en la boca. “Casualmente” a la misa de las diez de un día Domingo. Dijo haber visto al Diablo en las tierras coloradas, con un gran retrato de Salvador Allende. Semanas después, la mujer se encontraba en el servicio de la finca del jefe de la Democracia Cristiana. Según su novio posterior, que trabajaba de mediero de mi padre, había sido un “tongo” inventado por el cura y por los dirigentes de la DC . No conocí obispos flacos y sin la nariz roja como frutilla. Todos bien alimentados y con fuertes tenencias de propiedades donde los campesinos llevaban una vida de miseria y de falsas esperanzas. Es la fe de la gente humilde. A los que les contaron la fábula que en la otra vida todo será de miel y de leche. Mientras que en el mismísimo momento corre el trago, las parrandas y las risotadas de los burgueses, festejando a los vendedores de conciencia que se aprovechan de la ignorancia y de la debilidad que da la pobreza para vender su pomada. Los obispos Venezolanos actúan de una manera similar a como actúan los obispos de todos los países Latinoamericanos. Si bien no les quito el derecho legítimo de articularse en contra de los cambios a la constitución que se propone el gobierno de Chávez, el peso de sus protestas sobrepasan las dimensiones de una protesta normal ciudadana y ellos lo saben. Los únicos que están desprovistos de esta certeza, son los pobres de Venezuela que pisan el palito : “si lo dicen los purpurados, quiere decir que hay razones para estar por el no”. El clero de Venezuela defiende a su aliado natural que es la burguesía de ese país. En el claro entendido que los cambios a la carta fundamental descarrilan la posibilidad de orientar el beneficio que entregan las enormes riquezas del subsuelo Venezolano en su dirección y para sus beneficios. No quiero decir con esto que la reforma constitucional de Hugo Chávez signifique defender el patrimonio en beneficio de las mayorías. Creo que hay algunos (varios) aspectos preocupantes en la reforma y, conociendo el temperamento del compadre, que dicho sea de paso me obligó a pasar vergüenza ajena en la “cumbre” de Santiago, no siempre respeta la opinión de terceros. Me obligó a pasar vergüenza el hombre, cuando se agarró a coscachos con Luis Rodríguez Zapatero y con el “buenas peras” de Juan Carlos de Borbón en Santiago de Chile. En las relaciones entre naciones, deben mantenerse algunas posturas de buena labranza para obtener consensos que ayuden al desarrollo de los pueblos. Hugo Chávez mostró los corriones de la ojota cuando trató de fascistas a Pedro Juan y Diego. Si bien comparto la opinión que Aznar es un hijo de puta, no tengo para que decírselo al jefe del estado Español ni mucho menos a su Rey en una cumbre,(o en el circo chamorro, como muy bien lo han caracterizado El Purgante).. . Por muy guevón que sea el Rey, que alcanzó a balbucearle a Chávez “-¡Porqué no te callas ! , hay que pensar que hay todo un pueblo detrás. ”Los corriones de la ojota de la familia real española son bien conocidos en el mundo entero. La cosa del clero no necesita más agregados, en mi opinión. Que me perdone Cristo si he ofendido a algun compañera o compañero No me refiero particularmente a los obispos de Venezuela, pero aprovech챕 a publicaci처n sobre el particular en nuestro Purgante para mantener a raya mis urticarias y mis alergias que provocan estos representantes de Dios en la tierra.. Sobre los atropellos de la instituci처n a la infancia ya han sido comentados en nuestra p찼gina en varias oportunidades. Me resta, en consecuencia, enviarles un fuerte abrazo, con la fraternidad de siempre.
Ren챕
Alemania, 11.11.2007.-
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