Me refiero a las reflexiones que hace Rene Ronda respecto a la muerte de alias Marulanda, alias Tirofijo, el lider guerrillero colombiano para unos, terrorista narco para otros. Tal como hace poco mas de un a챰o atras, cuando murio Pinochet, me niego a celebrar con champa챰a la muerte de este individuo. La muerte, como acto biologico natural, no limpia los crimenes que los individuos han cometido y, salvo algunos afiebrados lideres como Ortega, intentan glorificar al muerto con frases hechas. Muere el culpable, pero los crimenes permanecen y en ese aspecto la historia es mucho mas sabia que los que intentan limpiar la sangre derramada por los criminales.
No es necesario celebrar su muerte. Ese hecho nos ocurrira tambien a nosotros mismos, pero con una diferencia muy grande, tal como Rene tambien acota. En esto voy a diferir sustancialmente del juicio de nuestro principal cronista.
Hace unos dias Rene nos hacia estremecer con el recuerdo de la muerte del Chacal de Nahueltoro. Ese hombre era un criminal, literalmente. Pero su muerte fue un crimen mas grande porque fue un crimen de toda la sociedad. El pueblo se sintio estremecido por el fusilamiento, por orden de la Justicia y el Estado, de un hombre pobre, ignorante y humillado que se habia reformado, instruido y educado. En suma, el muerto era un hombre distinto al que habia cometido los crimenes.
Pinochet, cuando murio, no era un hombre ni reformado, ni arrepentido, ni ajusticiado. Era tan criminal como el dictador que usurpo La Moneda.
Marulanda tambien. Marulanda, hasta el momento de su muerte, se nego a dar libertad a los secuestrados inocentes y detener el ba챰o de sangre que ha afectado a Colombia en los ultimos 30 a챰os. Eso no es ser consecuente con una causa, sino es ser criminal hasta el final. Para ser llamado guerrillero, hay que tener otra estatura.
Cuando jovenes, nos motivaban otras palabras. Haciamos nuestras las palabras de Nikolai Ostrovsky, el autor de “Asi se templo el acero”. Decia Ostrovsky: “Lo mas caro del hombre es la vida. Se le otorga solo una vez y es necesario vivirla de modo tal, que no quede un sabor amargo por los años vividos en vano, y, que al morir, se pueda exclamar: Toda la vida y todas las fuerzas han sido dedicadas a lo mas hermoso del mundo, a la liberacion de la Humanidad”.
Aunque muchos no lo crean, poco han cambiado las cosas desde entonces. Aun hoy, luchamos por la liberacion de la humanidad, de acuerdo a Ostrovsky, pero salvo con un detalle. Quizas Ostrovsky se referia mas bien a la liberacion personal, mas que a la liberacion de la sociedad, la misma que aun sigue sometida al odio, la injusticia, la discrimacion, la intolerancia y el fanatismo.
Asi, mi punto es que no todas las muertes son iguales, aunque todas inevitables.
Rene Ronda lo dice muy claramente en otra cronica reciente. En El Purgante nos diferenciamos porque hablamos de la URSS en pasado y no en presente. En otras palabras, los pocos cronistas de esta pagina nos hemos liberado de las ataduras del pasado, somos libres de la aplanadora partidaria, de las comisiones de control y cuadros, no nos amedrenta la mano larga de los secretarios generales ni de los politburos, ni del Vaticano, ni de los monjes ni de los comites de solidaridad con causas remotas. Somos libres de abrir los tarros y husmear adentro sin temor a ser catalogados de enemigos del pueblo, de lacayos del imperio, ni de las corporaciones.
Quizas seamos un especie en extincion. Despues de nosotros, quedara solo el suspiro de cada cual, como dice Rene, nos recordaran solo quienes nos conocieron y nuestras familias. Pero nuestra muerte sera distinta en el sentido sociologico.
Froddi Cisternas es recordado por su vehemencia en defender sus ideas, pero jamas cometio ningun crimen. Lenin Diaz, Marcelo Concha, Mariano Turiel y los otros muertos lumumberos, son recordados y se pide justicia por ellos. Quizas fueron vehementes, quizas hasta fanaticos e intolerantes en su postura politica. Pero ninguno de ellos asesino ni torturo a nadie, no secuestraron a ningun civil para pedir plata a cambio. Ninguno de ellos, y ninguno de nosotros puede ser comparado ni con Pinochet ni con Marulanda. En ese sentido, todos cumplimos con la maxima de Ostrovsky, hemos luchado por ser libres.
Asi, no tememos abrir el tarro. Esta simple accion, tan bien expresada por Rene Ronda para referirse a la accion de expresar las ideas sin temor ni coercion, es la accion que muestra que hemos logrado en esta modesta pagina, ser hombres libres.
Muchos malinterpretan nuestra constante variante en los temas y la opinion con poca consecuencia politica y zigzagueo de las ideas. Pero la verdad es que no es eso sino nuestra libertad, nuestra no dependencia ni sometimiento a nadie lo que nos permite opinar tal como sentimos y juzgamos en cada momento. Ninguno de los cronistas que escriben en nuestro Purgante obedece las ordenes de ningun organismo o persona lejana, como lo hacen muchos que aun escriben a control remoto y se refieren en presente a hechos y paises que dejaron de existir hace decadas.
Aun no se liberan de las cadenas internas de cada cual.
Varios me han acusado de no ser consecuente con mis propias palabras, por no dar cabida en esta pagina a personas que opinan opuestamente a nosotros.
Pero no es esa la causa, no es la diferencia de opiniones lo que tememos, sino la dependencia de organismos y cupulas del pasado. En ocasiones hemos abierto nuestra pagina a esas opiniones y lo primero que han hecho los recien llegados es tratar de imponer normas y reglas para acallar juicios contra Chavez, contra el Partido, contra “la linea politica”, contra la revolucion cubana, etc. En otras palabras, pretenden de inmediato convertir a nuestra pagina en el cacareo permanente a control remoto. Como no pus Lucho.
Hay otras paginas abiertas para que digan todo lo que opinan. El Internet es ancho y ajeno. Pero si convertimos al Purgante en una pagina con el tarro cerrado, bajo las normas del secretariado, fiel a la linea del gran Lenin, seremos una pagina mas de miles que no las lee nadie y que ni no fueran paginas virtuales, estarian tapadas de telara챰as.
Ostrovsky sigue mas vigente que nunca; hay que seguir luchando por ser libres. Cada uno con sus propias armas, con el pensamiento, con la accion. Luis Soto lo intenta corriendo maratones, Julian Alcayaga intenta liberar el cobre chileno. Otros escriben cuentos, poemas, piezas musicales.
En el pasado, habia varias formas de hacer teatro. Una era actuar libremente, sin libreto ni programa establecido, solo de acuerdo a las ideas y los juicios libres de los actores.
Otra forma era el Teatro de Titeres.
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