Xenofobia para todos los gustos.

Queridos Lumumberos !

                                         A paso lento, pero seguro, avanza la Xenofobia en los pa챠ses de del mundo. Parece ser la consecuencia de los m첬ltiples problemas que no se solucionan por razones de rentabilidad y del ego챠smo del ser humano. Con la idea un tanto infantil de que personas de un mismo color, con los mismos problemas de subdesarrollo, con los mismos patrones que los explotan, con una cultura similar e incluso con un mismo idioma, deberían entenderse casi sin articularse. Pico e” caallo, habría dicho Pinochet. Para nosotros, los espectadores distantes, el continente negro no es tan negro como se ventila y sus habitantes están en capacidad de distinguir quien es quien, de donde carajo vienen y cual es el objetivo de sus visitas. Los negritos que llegaron a Sudáfrica de otras latitudes, escapando de la miseria y la ferocidad represiva de otros negritos, llegaron con la esperanza de mejorar las expectativas de vida propia y las de sus familias a un país rico, pero desgraciadamente lleno de pobres. Por razones bien conocidas, la población de color de Sudáfrica fue mantenida durante décadas al margen de los alcances sociales de la educación, medicina y de la cultura financiable. Solo eran utilizados como animales de carga o para tirar el bofe en las plantaciones y cultivos de los colonialistas de origen europeo. Con Nelson Mandela a la cabeza, pensé que la historia de esos pueblos cambiaría de una plumada. Pero no pensé en la profundidad de la brecha entre negros, mestizos y blancos. Los blancos y mestizos consiguieron lo que ya en parte poseían : colegios para sus hijos, medicina para sus enfermos y mantener parte de otros privilegios en todo orden de cosas. En el papel los negros consiguieron lo mismo, pero la implementación de esos derechos resultó ser un problema de extraordinarias proporciones. Se quedaron en las mismas poblaciones callampas, sin agua potable, sin electricidad, sin escuelas que iluminaran a sus niños y con el peso de las costumbres que arrastraron sus antepasados y que son la piedra más pesada para introducirse en las exigencias de las sociedades de consumo modernas. Las apelaciones de Nelson Mandela en ese sentido no han sido en vano, más no han sido suficientes. Ahora llegan esos otros negritos a vender su fuerza de trabajo en actividades que los negritos de Sudáfrica no están en condiciones de aceptar, por un precio muy por debajo de las limosnas sociales del estado Sudafricano. Se transformaron en un peligro, en consecuencia. Y había que tratarlos como enemigos : a patá en la raja, como corresponde. Los estancieros blancos y los industriales, mestizos y blancos, festejaron la llegada de los fugitivos como una bendición divina. Por fin los precios de mano de obra deberían alcanzar los niveles que se merece la iniciativa privada, se decía en los tabloides de esos grupos. Todo es cuestión de cálculo. Lamentablemente no se quedó en patá en la raja, sino en asesinatos y en jaurías humanas que persiguen a los exiliados de otros lares. Les recuerdo que no es un fenómeno esencialmente Sudafricano, sino más bien una consecuencia de una falta esencial de conducción política en casi todos los escenarios del mundo. En la ex RDA, por ejemplo, las turbas humanas persiguiendo extranjeros son el pan de cada día en las regiones del oriente Alemán. La apertura de la Unión Europea ha permitido la incursión de fuerza de trabajo que se vende muy por debajo de los acuerdos salariales de los trabajadores alemanes organizados. Lo mismo ocurre en Italia en este momento. La guerra se inició contra los indocumentados, pero es solo la cara visible de un fenómeno Xenofóbico que alcanza dimensiones mucho más profundas. Se repite en Francia y en España, pero es solo cuestión de tiempo para que sea norma en casi todos los países de la Unión Europea. Para más remate, la fuerza de trabajo circulante en Europa, viene acompañada de una enorme fuerza criminal, en muchos casos. Se dice con ironía, que los Albaos que llegan, vienen ya con cuchillo. Lo mismo de los Kosovares, Bosnios, Chechenios, Búlgaros, Rumanos o de cualquier otro país del oriente europeo. El miedo a perder los trabajos se ha trasladado a culpar a los que llegan, con los resultados que están quedando a la vista. Creo que la mejor manera de desvincularse de estas masacres e injusticias, es llegando al terruño de los iguales. Pero no estoy tampoco muy seguro. Incluso en nuestro Chile se han observado arranques xenofóbicos contra los inmigrantes Peruanos y Bolivianos. Creo entonces que la última salida es para la masa lumumbera en el exterior, es comprarnos una plataforma petrolera fuera de servicio, en algún lugar del pacífico sur y aprobar una constitución que nos libere a todos de todo. La primera decisión del nuevo estado será comprar una buena cantidad de anzuelos e implementos para la pesca. Porque de algo hay que seguir viviendo. Onofre ?.  Un fuerte abrazo a todos, con la fraternidad de siempre. No se olviden que hoy es 21 de mayo. Día de las glorias inventadas por la armada de los “vencedores” de entonces.

Ren챕.

Alemania, 21.05.2008.-