viernes, 17 de julio de 2009

Natalia Estemirova, presente.

 

Queridos Lumumberos !

                                         La muerte de Natalia Estemirova del comité de derechos humanos de Rusia Memorial, no tienen nada de casual. Es una muerte anunciada a los cuatro vientos, pero nadie del gobierno o de las autoridades del orden tomó nota o precaución para abortar el crimen.. La razón es relativamente sencilla: los que están por analizar la situación de los derechos humanos en Rusia son “enemigos del pueblo” y deben ser “eliminados, como dijo frente a las cámaras un vocero del grupo neonazi “Naschi”(los nuestros).  Yo lo llamo grupo neonazi, dicho sea de paso, por la similitud que tiene con la “juventud Hitleriana” de otros tiempos. Una de las cosas que más llama la atención del comité “Memorial”, es que en su aplastante mayoría sus miembros son mujeres. El coraje civil para enfrentar los problemas, tanto familiares como sociales, son muy pocos los hombres que le ponen pecho. En los tiempos de la Unión Soviética, la mujer era la que mantenía la casa, ganaba el dinero en dos trabajos, cuidaba de los niños y salía por las tardes a buscar al marido, borracho como tenca en alguna esquina de algún boliche de bebidas alcohólicas. El marido también recibía un sueldo en alguna empresa, pero generalmente se lo gastaba en trago o pagaba las deudas con sus colegas. Indudablemente que no era el cuadro general, pero las familias medias padecían de la irresponsabilidad de muchos de los machos recios. En la Rusia capitalista el panorama no ha cambiado sustancialmente. No tiene nada de extraño entonces que las defensoras de los derechos elementales en la Federación Rusa sean en consecuencia, mujeres. Y como las mujeres en Chechenia no valen ni cinco centavos, que más da que se mate a una Estemirova, que desde hace algún tiempo le venía hinchando los cocos al “dueño” de Chechenia”, el asesino confeso en la opinión pública de más de 500 crímenes. El Kremlin se hace el guevón. La mejor manera de terminar con la confrontación abierta con Rusia, fue nombrando a Kadirov como presidente, hijo de un viejo combatiente contra el “imperialismo Ruso”, como decía, asesinado durante un desfile militar en Grosni. Kadirov recibe cada año un Mercedes 600, muchos otros automóviles para los jefes de otros clanes para que cierren el tarro y mucho, mucho billete verde.. Que pasó con Anna Polikovskaia ?. Nada !!!, absolutamente nada. Se encarcelaron un par de palos blancos para apaciguar a la opinión pública, pero que luego fueron puestos en libertad por falta de pruebas. Las promesas del Pelao Putin son las mismas que hizo ahora Medviedev en Munich, de encontrar y castigar a los asesinos de esta valiente mujer. El resto de la tragedia Rusa se la pueden imaginar. Por eso me gustan las mujeres no más compadre. Sobre todo las Rusas. Un fuerte abrazo.

René

Alemania, 17.07.2009.-

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