>Alemania del Este se encierra en s챠 misma
>Uno de cada tres ciudadanos del Este se ve un perdedor y, 15 a챰os despu챕s de la reunificaci처n, muchos est찼n dispuestos a volcar hoy su frustraci처n en las urnas de Brandeburgo y Sajonia: Inmaduro o incomprendido, el Este puede echar el caparaz처n sobre s챠 mismo
>POR RAMIRO VILLAPADIERNA CORRESPONSAL/
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>POTSDAM/DRESDE. "Los ves venir, se sientan en un parque, junto a la fuente", dice Peter Groth, fot처grafo berlin챕s acostumbrado a observar; "son del Este, sin oirlos siquiera los reconozco, es su forma de moverse", dice la soci처loga Uschi Nix, que trabaja en programas para la juventud en Turingia (Este). "Para nosotros no es f찼cil movernos entre los occidentales, son sus reglas, es su econom챠a", dice Conny F. (Dresde, 35 a챰os), que trabajaba en el Treuhand, el organismo que vend챠a el patrimonio de la RDA, y est찼 en paro desde que se ha acabado todo.
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>Para muchos alemanes orientales, que hoy acuden a las urnas en los mayores estados de la antigua RDA, su sitio en la nueva Alemania, cuando visitan M첬nich o D체sseldorf, es un sitio barato y an처nimo como un parque. Se los reconoce en el Oeste, como a los occidentales los catan en el Este "por sus aires" cuando bajan del coche, "inspeccionando" el lugar: "Nase hoch", con la nariz alta.
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>Un gran n첬mero de alemanes de los "nuevos L채nder", eufemismo para las regiones de la antigua RDA, no han encontrado a첬n su sitio en la nueva Alemania y polit처logos y soci처logos avisan de que la demostraci처n m찼s contundente puede verse hoy en las urnas. "La situaci처n no es tan ideal como la pintaron", explica Conny, "aunque es mejor".
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>Excomunistas y neonazis
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>Un 25-35% puede votar por los antiguos comunistas, el partido del Socialismo Democr찼tico (PDS), y hasta un 8-9% por formaciones neonazis como NDP o la DVU. La gente del Este "es presa f찼cil", aduce el soci처logo Stefan H철hne, "la formaci처n pol챠tica es muy limitada", cada vez votan a un partido distinto y "hay poca responsabilidad".
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>As챠 "hay quien dice que quiere de nuevo el muro, otros la separaci처n", agrega Hans Schultz (45) que vende sistemas inform찼ticos en Sajonia, "pero claro, lo dicen en una encuesta no en un refer챕ndum". No siempre: Annette Graff, una maestra en Dresde, no sab챠a nada de pol챠tica pero afirma haberse formado una opin처n pol챠tica en estos a챰os. Conny admite que antes vot처 por el PDS; no lo har찼 m찼s "por su falta de responsabilidad con las reformas", valent챠a que aprecia en SPD y Verdes, "adem찼s de su oposici처n a la guerra".
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>Las reformas son en cambio "puro veneno para el Este", seg첬n el nuevo l챠der del PDS Lothar Bisky, que se vanagloria ante un grupo de periodistas de haber rescatado a los desfallecidos ex comunistas: "Nos hab챠an dado por muertos". Niega que el repunte se deba al malestar social, "algo puede haber ayudado, pero ya est찼bamos en fase de consolidaci처n", tras la espantada del anterior l챠der, Gregor Gysi.
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>Los recortes al seguro de desempleo, en vigor en 2005, afectar찼n m찼s a la regiones de la antigua RDA, donde el paro alcanza el 18,5%, m찼s del doble que en el Oeste, aunque 챕ste m찼s de larga duraci처n. Bisky admite que hay mangancia, como acaba de criticar el canciller, en cierta mentalidad alemana: "cierto porcentaje de parados prefiere la ayuda a trabajar, pero 쩔y el resto? 쩔y los otros cientos de miles que viven en regiones donde simplemente no hay trabajo?". En las grandes obras de infraestructura, pagadas por el Oeste, se presentan todos los d챠as decenas de personas a pedir trabajo. "Nuestra base econ처mica, nuestras manufacturas han sido desmanteladas (...) no somos nadie", critica Bisky.
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>Ola de nostalgia
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>Una ola de nostalgia se extiende: El Este a챰ora "una vida menos agresiva", dice una joven en el tren de Potsdam, el antiguo sitio imperial hoy con un 20% de paro; y "es m찼s c처modo no tener iniciativa, que te lo den solucionado", critica Stefan H철hne, un profesor de D체sseldorf (Oeste) que ocupa c찼tedra en Jena (Este).
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>"Los despachos se los dan a los del Oeste", lamentan docentes del Este como Bisky, ex catedr찼tico de filosof챠a: Peor lo tiene, como muchos j처venes del Este, su hijo "trabaja en el Oeste, pero sabe que s처lo tendr찼 derecho a una pensi처n del Este", un 20% menor. Tambi챕n el Este es m찼s barato. Y "desigualdades regionales las hay en todas partes", ha dicho para esc찼ndalo del igualitarismo alem찼n el presidente de la Rep첬blica, Horst K철hler.
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>Klaus Seimmer (64) es un enseñante jubilado sajón, para el que el futuro "no pasa por el capitalismo, sino por lo que teníamos, el socialismo, pero democrático". En su opinión, la ex RDA ha sido "tomada colonialmente" por la RFA, "la clase decisoria e intelectual ha sido sustituída por occidentales". Por primera vez, "el PDS puede ser el primer partido en Brandeburgo y estamos preparados para gobernar", asegura a ABC Dagmar Enkelmann, rostro mediático de los ex comunistas, en este Land al que se ha extirpado Berlín. Su actual presidente, Matthias Platzeck (SPD), se curaba en salud horas antes ante la prensa: "quien gane deberá gobernar". Él, que gobierna en gran coalición con la CDU para excluir al PDS, se dice ahora "abierto a negociar con todos", salvo con la DVU.
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>La DVU es la Uni처n del Pueblo Alem찼n y, como el partido Nacional Democr찼tico (NDP), son una extrema derecha gen챕ricamente tildada de neonazi: "En 15 a챰os de crecimiento s처lo ha crecido el paro 징No seas tonto! No votes ni SPD, ni CDU, ni FDP, ni Verdes", dicen los carteles antisistema que reparten en la deprimida Premnitz. Sus mensajes son parcos: "쩔Hartos?", "징Resiste!", "Alemania para los alemanes". El profesor Seimmer, el nost찼lgico del socialismo, explica la raz처n del paro "porque los extranjeros quitan puestos a los alemanes".
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>Un recorrido por Brandeburgo, como el literario de Theodor Fontane, revela hoy una regi처n s처lo rica en bosques, lagos y desempleados, pueblos disminu챠dos, familias desestructuradas, f찼bricas abandonadas. 쩔Un valle de l찼grimas como dice la 첬ltima portada del Spiegel?
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>Tras la "racionalización" de la planta química Friedrich Engels de Premnitz lo único que ha quedado es un 26% de paro. Kevin Thiedeke (17) confirma que no hay futuro para la juventud. Él mismo hace prácticas de cocina en el Oeste, donde "han marchado la mitad de mis compañeros de clase". "La gente se siente abandonada", dice Klaus Ness, representante del SPD en Potsdam, pese a admitir las ingentes subvenciones. Algunos economistas reducen la cuestión a "demasiado consumir y muy poco invertir", tanto por los ciudadanos como los gobiernos locales. 1,2 billones de euros han fluido del Oeste al Este en estos 15 años.
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>El propio ex canciller Kohl ha venido en los 첬ltimos d챠as a Brandeburgo a hacer campa챰a e intentar contener el extremismo: "no veo ninguna diferencia entre la extrema izquierda y la extrema derecha, viven de la miseria y no tienen ning첬n futuro que ofrecer". El presidente del SPD, Franz M체ntefering, ha dicho en el Leipziger Volkszeitung que "la gente debe recordar que los predecesores del PDS no s처lo levantaron el muro sino que destruyeron absolutamente la econom챠a de su pa챠s". Razones tal vez para votar con la raz처n, pero no cuando puede hacerse con las tripas.
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