miércoles, 23 de noviembre de 2005

Un problema econòmico !

Queridos Lumumberos !
                                       La publicaciòn del mensaje Vaticano en torno a la prohibiciòn de ordenar curas a candidatos homosexuales, es un poco la respuesta del departamento de finanzas del estado-ciudad, que ha visto desvanecerse las arcas fiscales con los cantiosas indemnizaciones a las vìcimas de abusos sexuales. El caso màs rimbombante fueron los ochenta millones de dòlares que la iglesia norteamericana tuvo que pagar para apagar el clamor ciudadano. Que un cura o una monja tengan una orientaciòn homosexual no es el problema. El problema radica en el total fracazo del derecho canònico de enviar a los pedòfilos, por ejemplo, a "enjuagues" psicològicos o a "exilios" eclesiasticos. Por lo general los abusos quedaban ocultos para la sociedad civil, ejerciendo la iglesia con ello la violencia del "estado" dentro de otro estado, generalmente secular. En diversas publicaciones, entre otras la del semanario Alemàn "Der Spiegel" (El espejo) del dia de ayer, se estima que el 40% de los curas norteamericanos son homosexuales, de los cuales el 50% practican su orientaciòn. El mismo semanario indica que las cifras de alguna manera concuerdan con el estado de cosas en el mundo catòlico entero. En el mundo de las comunicaciones modernas no ha sido posible seguir ocultando los desvìos de algunos servidores de la iglesia. Los procesos y el destape de las vìctimas han puesto el grito en el cielo. Los organizaciones de derechos humanos, con razòn, han criticado la postura Vaticana de la prohibiciòn, esgrimiendo los argumentos que no todo homosexual es un abusador. Recièn aparecìa en una revista Brasileña la acusaciòn que por lo menos 1700 curas de ese pais, estarìan siendo acusados de abusos sexuales reiterados contra la infancia. Se habrìan encontrado manuales de como "reclutar" niños dòciles, preferentemente huèrfanos o que convivìan solo con sus madres, es decir, de madres solteras. En la antiguedad era echo conocido que las grandes familias enviabana a los hijos e hijas con "problemas de orientaciòn sexual" a los conventos y seminarios, con el objetivo de capear la verguenza y al mismo tiempo de fortalecer su dominancia social en los lugares donde se desenvolvìan. La pràctica del "exilio" eclesiastico no ha sido abolida. El que cometìa abusos en Pichilemu, por ejemplo, lo "castigaban" mandàndolo a Nueva York, a San Paulo o Puerto Alegre. Los chilenos nos hemos visto enfrentado a "nuevas verdades" con algunos "padrecitos", pero eso es solo la punta del ICE BERG. Recuerdo el caso de una escuela San Vicente en Chillàn, en donde casi la totalidad de los internos eran niños que habìan sido abandonados por sus padres. Por pobreza o por lo que sea, pero que eran pasados por las armas sistemàticamente por los encargados de su educaciòn. Todos curas de la iglesia catòlica. Lo que llamò mi atenciòn, fundamentalmente, fuè la rapidèz con que las autoridades guardaron silencio. Recuerdo que algunos activos del partido comunista fueron metidos en cana por la denuncia, pero nadie dijo nada, tras la paletada. Es conocido el echo que en las casas de huerfanos el peligro es aùn mayor. En nuestro pais ahora se aplica la presencia de asistentes sociales y se anima a la infancia a denunciar los echos, pero en otros paises de nuestro continente el silencio es el mejor aliado de los abusadores. No se trata de poner en tela de juicio a todos los servidores de la iglesia. Personas como Alberto Hurtado y muchos otros cumplen su ministerio con abnegaciòn y entrega absoluta. Lo que no significa que hay que dejar de estar alerta. Ahora quedò la escoba con la publicaciòn de la carta Vaticana. Veremos que pasa en el futuro. Un fuerte abrazo, con la fraternidad de siempre.
Ren챔
Alemania, 23.11.2005.-  

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