jueves, 6 de marzo de 2008

Colombia, Ecuador y Venezuela.

Queridos Lumumberos !

                                         Me estoy poniendo viejo, mis queridos amigos de la Lumumba.  No entend챠 ni jota de los conflictos que amenazan la paz ciudadana en Ecuador, Venezuela y Colombia. El art챠culo de mi querido amigo Fernando huaso Pino, tampoco lo entend챠 en su totalidad. No quiero decir con ello que no estoy absolutamente enterado de nada de lo que sucede en esas naciones hermanas.  Leo lo que se publica en Europa sobre el particular, m찼s estoy conciente que existe manipulaci처n para retratar la verdad real de los acontecimientos. Desde tiempos de la Cocoa que recuerdo los enormes problemas de violencia que reinaban en Colombia. Los paramilitares por un lado y la guerrilla por el otro, no son solo los 첬nicos protagonistas de esa violencia. Las enormes desigualdades sociales, el narcotr찼fico, la prostituci처n infantil, el abuso consuetudinario de la pobreza para la acumulaci처n indebida del capital, son los aspectos m찼s elementales que podr챠an explicarla. El presidente Uribe, sin duda, ha sido una pieza m찼s del crucigrama para mantener las desigualdades en cuesti처n, repitiendo lo que hicieron administraciones anteriores. Es dif챠cil exigir una soluci처n pol챠tica al conflicto entre gobierno y la FARC, pero tambi챕n es dif챠cil exigir una soluci처n simplemente humanitaria de un conflicto que tiene mucha similitud con el terrorismo normal y silvestre. El bombardeo del territorio Ecuatoriano fue un acto de agresi처n, indudablemente. Aunque aqu챠 no se tratara de un bombardeo destinado a socavar la soberan챠a de Ecuador. No creo, al mismo tiempo, que el bombardeo amenace la soberan챠a de Venezuela, que se encuentra justamente al otro lado geogr찼fico de las acciones ilegales del gobierno y ejercito Colombianos. Es un conflicto arreglado, en consecuencia. Deplorable que el gobierno de Uribe recurra a este tipo de provocaciones, sabiendo las reacciones que provocar챠a. Es un poco la desesperaci처n del gobierno de Uribe. A첬n con el potencial militar que administra, con fuerte ayuda Estadounidense, no h logrado derrotar la guerrilla ni ha logrado sentarse a la mesa de las negociaciones con las fuerzas opositoras internas para lograr un acuerdo. La FARC, por otro lado, no pudiendo doblarle la mano al gobierno Colombiano de turno y necesitando un fuerte apoyo financiero para mantener en funciones la guerrilla, ha recurrido al terrorismo para lograr sus prop처sitos. Los secuestros, el cobro de protecci처n para industriales y agricultores, el chantaje a pol챠ticos, el narcotr찼fico, amenazas en aldeas y ciudades amedrentando a todos los ciudadanos, no han sido suficientes para conseguir el financiamiento para alimentar los guerrilleros ni para sus pertrechos. Entiendo a los familiares de los secuestrados en pedirle al gobierno soluciones humanitarias. Pero el estado que ceda al chantaje ya perdi처 el combate antes de empezarlo. Le perd챠 hace tiempo el respeto a la FARC. Entiendo que los pueblos se levanten cuando el abuso sobrepase en el tiempo y en la forma la paciencia ciudadana. Pero al mismo tiempo, si todos los que no estamos de acuerdo con algo, recurrimos a la violencia para lograr nuestros prop처sitos pol챠ticos, con miles y miles de v챠ctimas inocentes, perdemos con el tiempo la autoridad para reclamar solidaridad de los pueblos. La revoluci처n Cubana, por ejemplo. Surgi처 como una necesidad imperiosa ante la dictadura de Fulgencio Batista, pero ni Fidel ni el Ch챕, estaban por martirizar a los campesinos ni a los humildes trabajadoras y trabajadores para que los apoyaran en la empresa. El desv챠o posterior de los prop처sitos revolucionarios son , naturalmente, cuento aparte. El env챠o de miles de soldados (9.000, seg첬n Europa) por parte del gobierno de Hugo Ch찼vez a la frontera con Colombia, no solucionan el problema. El apoyo mayoritario de los pa챠ses miembros de la OEA que se reunieron por un llamado de su secretario general, condenaron la agresi처n en todas sus formas. La presencia de miliares Ecuatorianos es comprensible y necesaria para custodiar la soberan챠a territorial de esa naci처n, pero los apoyos de terceros solo ayudan a echarle bencina al incendio. Es clara la tendencia pol챠tica que se quiere generar en el continente, m찼s absolutamente inoportuna, a mi juicio. Por hijo de puta que sea el tal Uribe.

Ren챕

Alemania, 06.03.2008.-

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