La obsenidad de abrir el tarro.

Queridos Lumumberos !

                                          Me han escrito algunos compañeros de la ex Lumumba, que sin grandes polémicas, cuente algo sobre el Dalai Lama, centro de atención de las noticias recientes, a propósito de los actos de violencia en el Tibet. Debo decir de partida que no soy un experto en “Dalailismo”, pero lo poco que sé,  puede entregar un pequeño impulso a una investigación personal más profunda sobre su obra y sus actividades. Particularmente siempre he tenido una buena impresión del hombre, más nunca lo he considerado como la personalidad que estaría en posesión de endilgar el mundo por la senda de la fraternidad y de la solidaridad. Me ha impactado, sin embargo, su postura contra la violencia. Algo casi fuera de contexto, ajeno a las realidades del mundo de hoy. El Dalai Lama o “El océano de la sabiduría”, en su traducción al cristiano, nació sin saber que formaba parte de los iluminados que ya murieron, pero que en forma voluntaria resolvieron volver a la tierra a cumplir una misión. Honestamente, sobre su misión, es poco lo que puedo agregar. Hasta el día de hoy no la entiendo, por bien intencionada que sea.  Debe ser, en consecuencia, el resultado del trabajo personal de cada uno de los compañeros en cuestión. Desde 1940 se encuentra Tenzin Gyato, como se llamaba originalmente, en la “Potala”, el trono espiritual y material del Tibet.  A la edad de 15 años, lo sorprendió la invasión del Tibet por parte de las fuerzas armadas de la Republica Popular China. En 1954, cuatro años después de la invasión, tomó parte en las elecciones del congreso del pueblo, junto al entonces jefe del estado y del partido comunista Chino , Zhou Enlai. Según la prensa occidental de aquellos tiempos, se trató de un acto de sumisión al poder de facto de la Republica Popular China en el país del himalaya. Más tarde, sin embargo, explicaban la presencia del Dalai Lama junto a los mandamases Chinos, como un intento de encontrar una salida política a la situación que vivía el Tibet, siguiendo la doctrina de resolver los conflictos sin violencia. No reprocho el acto algo ingenuo, de pretender sacar a las fuerzas militares del Tibet solo con una conversación con los jefes Chinos de la época. Ignorando absolutamente las verdaderas razones de la invasión. El Dalai Lama pasó desapercibido para la opinión pública durante muchos años de exilio en el norte de la India, donde todavía vive. Allí escribió sus libros más comentados, entre los que destacan, “El camino a la felicidad” y “El libro de la humanidad”. Ambos alcanzaron ser Best seller, obras que desaparecieron de los escaparates de las librerías de Alemania en los últimos días. El Dalai Lama ha sido la Vedette de occidente en sus visitas, por lo carismático de su personalidad y la elocuencia en presentar sus postulados. La elite política de Europa se dio maña para ser parte de sus entrevistas, sobre todo considerando la presencia de miles de jóvenes en sus charlas. Hace dos años tuve la oportunidad de escucharlo en un pequeño estadio de Colonia. Fue una suerte de resignación ante la ingenuidad y una llamarada de optimismo, por su sinceridad. Le sacó el cuerpo como pudo a las preguntas sobre las contingencias actuales. No fue en ningún caso categórico en denunciar los crímenes de la soldadesca americana en Irak, el bombardeo a Belgrado, la guerra de Afganistán, el hambre del tercer mundo y sus causalidades, etc.. Habló de una paz diferente a la que estamos acostumbrados. Una paz que debe llegar cuando los hombres se encuentren a si mismo, cuando sean iluminados “y sus almas corrijan las envidias y le tiendan la mano al prójimo más desprotegido”.  En Octubre del 2007, recibi처 de las manos de Goerge W. Bush, la medalla de honor del congreso norteamericano. Tambi챕n ha sido galardonado con una serie de distinciones europeas, causando escozor en las altas estructuras del poder Chino. Sus recientes declaraciones de que podr챠a renunciar a su cargo de Dalai Lama de no mermar la protesta con violencia de sus seguidores, son처 como tarro mantequero. No es posible renunciar a su cargo. No est찼 considerado en la mazamorra de su nombramiento cuando era ni챰o y le habr챠a gustado jugar al f첬tbol en el patio de los palacios de los monjes Tibetanos. Naturalmente no puedo echar en el mismo saco al Dalai Lama y a Kissinger o a Begin. Es solo una consideraci처n y no una obscenidad, que los premios Noveles de la paz, han llegado a ser un instrumento pol챠tico de los gobiernos escandinavos y del poder econ처mico de las grandes naciones. No tengo claro en que circunstancias le fue otorgado el premio en 1989, m찼s debe tratarse de una distinci처n por su postura de no violencia ante la violencia cotidiana. Como se financia el dali Lama ?. Fue la pregunta de una querida compa챰era con residencia el los Alpes Italianos. Se dice que la poblaci처n Tibetana paga un impuesto voluntario para financiar su obra. Se sabe que el Dalai Lama mantiene escuelas, iglesias budistas y otros centros de infancia en el norte de la India, que son financiados con estos aportes. Tampoco es secreto que sus finanzas tienen origen en algunas naciones de bienestar de Asia, Europa y Am챕rica del norte. Lo que no quiere decir que sea dependiente de las pol챠ticas de esas naciones en su actuar. Ese aspecto puede ser investigado por los compa챰eros, de acuerdo a las dudas que puedan originar las platas y sus geograf챠as.  Existen algunos comentarios de sus encuentros en los años 1956 y 1959 con el carismático político Pandit Nehru, más sería demasiado para este pequeño acápite histórico del “Océano de la sabiduría”. Por último, a lo mejor, debo destacar que el Dali Lama es el creador y jefe de un gobierno Tibetano en el exilio, aunque el solo se considera un “encomendado” de ese gobierno, que no ha reconocido hasta este momento, nadie. Después del reconocimiento de Kosovo por algunas naciones, es posible que se reconsidere esta posibilidad. Lo importante es tirarle mierda a los Chinos a como dé lugar, que dicho sea de paso, no son ningunos ángeles. Me cansé de tanta cháchara queridos Lumumberos. Un abrazo a todos, con la fraternidad de siempre.

Ren챕

Alemania, 20.03.2008.-