Carmelo Mendoza. Parte I

Queridos Lumumberos !                                              La historia ya se las conté en prosa. Ahora la resumo en verso. Disculpen la lata. Ren챕, Alemania, 21.06.2006.-   Carmelo Mendoza.   La historia que voy a contar, no tiene nada de chiva, la traje de San Ignacio, y es una historia vivida, un mediero de mi Taita, all찼 por el a챰o del cuete, viv챠a en una monta챰a, con su esposa de Ca챰ete, tratar챕 de ser muy breve, para aclararles la cosa, el personaje en cuesti처n, era Carmelo Mendoza....,   Tiraba el bofe en el campo, en sus tierras coloradas, ten챠a una yunta de bueyes, un caballo y una ramada, la china de buenas piernas, unos pechos admirables, con unas ancas preciosas, y un caracho respetable, Carmelo no tuvo el tiempo, pa" atender a la comadre, unos vecinos muy viejos, y ni un quiltro que le ladre....,   Pa" las cosechas del trigo, llegaban los afuerinos, con una hichona al cogote, y cuchara de aluminio, a trabajar a los predios, de hacendados ricachones, por unos cuantos pesotes, que pagaban rezongones, Carmelo les daba techo, un chonch처n a parafina, algo de harina tostada, que encontraba en la cocina....,   Un mozo lleg처 del norte, bien plantado y bien peinado, en un caballo muy negro, como si fuera pintado, al terminar la jornada, se ba챰aba en el estero, mirando a la buenamoza, que le tra챠a el puchero, fu챕 calentando el aguita, pa" cuando fuera el momento, entre sonrrisas y muecas, acordaron el encuentro.....,   Se fueron a los galpones, cuando Carmelo no estaba, con agarrones muy rudos, que el mozuelo acostumbraba, escondidos en el techo, con mi hermano, jovenzuelo, observando el cacheteo, desde la alcoba del cielo, la china como tomate, a una distancia prudente, le mostraba los calzones, al mozo m찼s que caliente.....,   Despues de mucha conversa, el mozo la lanz처 al pasto, le levant처 las polleras, quedando en cueros de facto, en risas y negaciones, con el vestido en la cara, no le qued처 m찼s remedio, que esperar lo que pasara, el mozo sac처 su herramienta, se la puso en la ranura, agarr처 vuelo como pudo, en inc처moda postura.....,   Chillaba a grito pelado, la mozuela con soltura, recibiendo los enviones, en su joven hermosura, el afuerino soplaba, como tractor en el fango, agarrado de su cintura, como potro resollando, al cabo de unos minutos, se quedaron silenciosos, m찼s cansados que la cresta, despues del acto glorioso.....,                                                Fin de la primera parte.