jueves, 3 de junio de 2004

La "argentinización" de Chile

La "argentinizaci처n" de Chile

La obsesi처n por no ahuyentar las inversiones extranjeras condicion처 la b첬squeda de la justicia social y el fortalecimiento del Estado, en detrimento de los derechos y el patrimonio de todos los chilenos.

Por Horacio Brum

Fuente: Portal del Pluralismo

Desde la tapa del 첬ltimo n첬mero del Bolet챠n Minero, el ex ministro de la dictadura Hern찼n B체chi acusa al gobierno de pr찼cticas autoritarias. "Cuando se le quita a la fuerza plata a alguien, es un impuesto", dice uno de los hombres de Pinochet que transformaron el concepto de concesi처n minera en una virtual cesi처n de dominio a los privados de los m찼s importantes recursos naturales del pa챠s. B체chi y Jos챕 Pi챰era fueron los art챠fices de la ley de miner챠a de 1982, con la que el General complaci처, entre otros, a los altos ejecutivos de la multinacional EXXON, despu챕s de que 챕stos se quejaran de que la Constituci처n de 1980 pod챠a complicar las inversiones mineras.

Esos se챰ores eran entonces los propietarios de la compa챰챠a Disputada de Las Condes, la misma que durante dos d챕cadas no pag처 impuestos, ampar찼ndose en un resquicio legal facilitado por el decreto DL600, el instrumento de la dictadura para atraer la inversi처n extranjera. Tambi챕n fueron los que intentaron vender la Disputada "por debajo del mostrador", con una triangulaci처n del negocio al exterior, para evitar pagar en Chile los impuestos que correspond챠an a esa transacci처n. Si bien el truco no les result처, por la firmeza del gobierno del presidente Lagos, entre cabildeos y presiones terminaron entregando al erario nacional una suma 챠nfima en comparaci처n con lo que ganaron por la venta y con lo que les hab챠a dejado la explotaci처n de la mina durante todos sus a챰os de elusi처n (쩔o evasi처n?) de impuestos.

Esa es la manera de hacer las cosas a la que se acostumbraron las grandes empresas mineras y muchas otras, de propiedad nacional o for찼nea. Con una legalidad creada en condiciones en las cuales no era posible la oposici처n ni la discusi처n, con una red de influencias empresariales que se extend챠a hasta los niveles m찼s altos del poder y con un Estado reducido al papel de espectador de los negocios privados, Chile atrajo a las compa챰챠as que buscaban las ganancias ping체es que en sus propios pa챠ses no obten챠an, debido a la existencia de los mecanismos de control y protecci처n del inter챕s nacional propios de los estados desarrollados.

Por cobard챠a pol챠tica o por un pragmatismo econ처mico de dudosa 챕tica, la Concertaci처n no alter처 ese estado de cosas; despu챕s de todo, la obra de la dictadura le hab챠a dado al pa챠s una imagen de triunfador que se pod챠a aprovechar para lograr la reinserci처n entre las naciones democr찼ticas. As챠 fue como la obsesi처n por no ahuyentar las inversiones extranjeras condicion처 la b첬squeda de la justicia social y el fortalecimiento del Estado, en detrimento de los derechos y el patrimonio de todos los chilenos. No es extra챰o, entonces, que Chile tenga hoy una de las peores distribuciones del ingreso en Am챕rica Latina, o que sus habitantes se cuenten entre los menos protegidos, como consumidores, frente a los grandes intereses empresariales.

El "royalty" a las mineras o la legislación sobre los cargos fijos de las empresas de electricidad son dos tímidos intentos por crear un país más justo, pero ambos sectores ya se han declarado en pie de guerra, para defender sus privilegios, y tenemos una palabra nueva en el vocabulario de los guerreros: “argentinización”.

Si “argentinización” es defender los derechos de los consumidores, como lo hizo el presidente Kirchner cuando las empresas de servicios quisieron mantener sus tarifas reguladas por el precio del dólar, tal cual graciosamente se los había concedido Menem; si “argentinizarse” es revisar, como también se está haciendo al otro lado de la Cordillera, todos aquellos contratos y leyes que favorecen al inversionista extranjero pero perjudican el interés nacional, o si “argentinización” es recuperar el papel del Estado en el control de los abusos de las empresas, ya es tiempo de que Chile se “argentinice”.

jueves, 03 de junio de 2004

Comentarios personales: Interesantes puntos de vista algunos bien fundamentados, solo que no hay que pasarse para la otra punta, todos nosotros sabemos lo que significa un Estado totatalitario y metido en asuntos que no son de su pertinencia, en que la corrupción y arbitrariedades se multiplican inercialmente a extremos sub humanos inaceptables que solo arrastran al fracaso que somos testigos en todos los vestigios remanecentes de sistemas estatales!

Ademas en absoluto me gustaria que Chile cayera en la pirotecnia demagogica, efectista, engañoza e irreal y sembradora de cizaña clasista.

Froddi

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