Queridos Lumumberos !
Al igual que Marcos, quiero sumarme a sus buenos deseos para todos nuestros activos y lectores del Purgante. A modo de consejo, no chupen màs de la cuenta ni deboren màs de lo que el estòmago aguante. Con un chuico de 15 litros, 5 botellas de pisco, 3 de enguindado, 50 litros de cola e" mono creo que serà suficiente. Con un chancho o cordero al palo puede completarse el menù. Para empezar se recomienda una chupilca con harina tostada o una malta con cuatro huevos, dos kilos de pernil, una batea de ensalada fresca, dos sandìas o tres melones, una caña de aguardiente para bajar el desayuno y a la camita señores. Al mediodìa se reciben las visitas que tocarà n el timbre con el codo, para no soltar las botellas de las manos que arrinconan contra la pechuga. Una cacerola con 10 kilos de porotos y con 15 metros de longaniza podrìa servir de entrada. Habra primero las botellas que trajeron los comensales para verificar la calidad del tintolio, a objeto de canalizar la atenciòn que debe entregà rsele a las visitas. Los que hayan traìdo de tres tiritones pa" abajo, sièntelos en la mesa del pellejo debajo de un parròn (o garage, si no tiene parròn), pòngale platos y servicio de plà stico, vasos chicos y adorne la mesa con dos botellas de cachantùn sin gas. De tener tiempo, rellene las botellas de cachantùn con agua de la llave y pòngalas de nuevo a disposiciòn de los "amarretes" una vez que las hayan consumido. Pase con las bandejas con la carne asada primero por la mesa del pellejo, pero sin detenerse. Ellos deben recibir los huesos, pero ya sin mèdula. Diga salud con buen tinto chileno, pero sin mirarlos. Si hay alguna dama en la mesa del pellejo con buen "pellejo", sièntela en la mesa central de tal manera que sus invitados tambien puedan verla. No sean tan egoìstas tampoco los guevones. En lugar de pisco, a los señores y viejas de la mesa debajo del parròn sìrvale "guarisnaque" de cuarto enjuague. De ese que usa para limpiar muebles y sus botas de montar. Se curarà n de inmediato y no tendrà n tiempo para alegar. Amontònelos en la sombrita y comienze entonces la verdadera fiesta. Los tacaños cagaron pistola. Trate de sacar por lo menos en el baile inagural a su esposa, como agradecimiento por el trabajo de preparaciòn de la "chupaciòn". No se afane mucho con las "guainas", sobre todo si el pisco ya corriò por su garganta como desaguadero, ni trate de bailar lambada arriba de la mesa. Se puede ir de hocico al suelo y podrìa limitar la alegrìa de la fiesta. Baile mejor cueca. Ahì no se notan tanto las pifias y aprovecha de mirarle los choclos a la niña que lo acompañe. Con ello le harà una "gauchada" al mismo tiempo a los que solo se dedican a comer y chupar, "echados" en las sillas. No invite a toda la concurrencia a quedarse a dormir si solo dospone de tres camas. Ello acarrea doble trabajo al dia siguente. En lugar de taxi, llame mejor a un servicio de camiones para llevar a sus casas a los invitados. El aire libre ayuda a disminuìr los efectos del alcohol y es al mismo tiempo muy saludable y bueno para conservar la salud.. Antes que los invitados abandonen su casa, reparta escobas, traperos y que le ayuen a la dueña de casa a transportar los trastos a la cocina. Màs de algun curao se ofrecarà para lavarlos. Con ello evita que su traje quede como chaleco de mono. A este "voluntario", sìvale un buen Cognac como digestivo una vez que termine el lavado de platos y trastos. Lo recordarà con cariño al dia siguente. Las tortas mil hojas son para el "cafecito" con malicia. No se olvide de despertar a los curaos amontonados que dejò a la sombrita. Estoy seguro que la gozarà como chancho en la batea. Un fuerte abrazo a todos, con la fraternidad de siempre.
Ren챔
Alemania, 21.12.2005.-
Muy re buenos los consejos pal comistrajo. Rene, se te olvido decir que con tamaña cena conviene servirse al final una tacita de bailahuen pal higado, un boldo o una siete venas, claro que con sacarina pa no engordar. Los de la mesa del pellejo, una aguita perra.
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