jueves, 27 de abril de 2006

Mis agradecimientos !

Queridos Lumumberos !
                                         Agredezco infinitamnte vuestros parabienes con motivo de mi 60 aniversario. Particularmente las palabras de mis amigos y compañeros de nuestro Purgante Marcos Medalla y Patricio Ayala, asi como tambien las tiernas de nuestra siempre querida y recordada Eugenia Espinoza de Suiza, al flaco Vásquez y su media naranja Norma, a nuestro querido amigo Froddi Cisternas. Me faltaría tiempo para nombrarlos a todos, que en correo privado, me hicieron llegar "sus condolencias" y me ofrecieron su solidaridad con envíos de Viagra, Uprima y otros brevajes para que siga levantando carpa como corresponde. Un fuerte abrazo para aquellos que ya pasaron esta barrera, pero al mismo tiempo palabras de aliento para los que se encuentran al borde de llegar a la misma meta. Este sábado que viene, tendré el placer de recibir a 44 personas en nuestra ruca para celebrarlos. Los 60 llegaron calladitos, como peo de visita, sin dolor y sin que pudiera detenerlos. Me ví obligado a mirarme en el espejo y nuevamente descubrir las canas, arrugas, lunares, pelos ná que ver en la naríz, en las orejas y otras partes más íntimas. Descubrí que sigo siendo un nostálgico igual que el Pato. Repasé los caminos recorridos que fueron muchos, los que me quedan por recorrer, que son los menos, pero no se me ha quitado lo cargante para pasarme un par de peliculas de futuro. Leí al mediodía un par de mis humildes poemas y reminiscencias adolecentes, para cerciorarme si había cambiado en mi manera de pensar. Si aún dolían los amores de jeventud que guardé en un rinconcito del alma para disminuír las angustias del exilio. Sigo siendo el mismo saco e" guevas de antaño. Sentimental y algo olvidadizo. Regresé a la Lumumba y me mamé los años inolvidables de nuestra estada en esas tierras indómitas. Me encontré con mis compañeras y compañeros de los que son ahora una parte importante de mi vida. Todos jovencitos y bien parecidos, esperando en alguna parada del metro la llegada de la persona que nos endulzaba la vida y hacía más llevadera las ausencias. Me descubrí haciendo pucheritos con emoción verdadera. Descubrí al mismo tiempo que las pocas células grises que me van quedando tenían la capacidad de recordarlo todo. Desde las pellejerías hasta los momentos que sacudieron mi alma, pensando que algun dia podríamos cambiar el mundo. En donde todos fuésemos hermanos, todos con un pedazo de mar, con montañas y arboledas, con rios y lagos inmaculados, con estepas nevadas y la vegetación explosiva del trópico.  En otras palabras, un mundo de todos y para todos. No leí el diario para no amargarme. Pasé el dia con la tristeza extraña de siempre en estas ocaciones. Debe ser por el recuerdo de mis viejos que seguramente se alegraron de mi llegada hace 60 años. Y por la partida solitaria de ellos cuando entregaron las herramientas. Las ganas no me falta de seguir arreglando el mundo. Seguir moviendo la culebra para que los más jovenes tambien descubran la alegría de la solidaridad. Seguir jodiendo para desenmascarar a los bellacos que hacen posible la miseria, las guerras, la impunidad. La enseñanza de la Lumumba es eterna. Fué la universidad del mundo. De los que quieren ser libres. Un fuerte abrazo para todos, con la fraternidad de siempre.
Ren챕
Alemania, 27.04.2006.-

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