lunes, 7 de mayo de 2007

La historia de un "revolucionario".

Queridos Lumumberos !
                                           Cumplo con la promesa de mi mensaje anterior. Junto a los exiliados chilenos, llegaron en el lote una serie de compañeros latinoamericanos que estaban exiliados en Chile, durante la Unidad Popular. Uno de ellos, oriundo de la Republica hermana de Argentina y casado con una chilena. Trabajó en la solidaridad con Chile por varios años, pero un dia se alejó sin decir las razones. Lo vieron por aquí y por allá, manejando un suculento mercedes blanco y con varias guainas jovenes, todas muy rubiecitas y bien echas. Se marchó de su casa, dejandole a la chilenita los tres crios, solo viviendo de la ayuda social del estado Alemán. Un dia, me llama un compañero chileno para que conectara un programa "guachaca" de la TV Alemana, en donde se pedía ayuda de la ciudadanía para encontrar delicuentes. Como el programa se divide en dos partes, logré captar la segunda, que resumía los resultados de ls pesquisas. En la primera parte se mostraron las fotografías de un asaltante de bancos, que resultó ser la de nuestro "exiliado" Argentino. El truco era muy sencillo : ponía en la ventanilla del banco una caja de zapatos vacía, con una antena telescópica, luego con un telecomado de TV,  le daba el dato a la cajera que en la caja se encontraba una bomba y que estallaría de no ponerle en una bolsa de plástico, todo el billete que tenía en caja. La cosa funcionó 5 veces, hasta que despues de "chorear" unos 350.000 marcos en los cinco asaltos, fué filmado por una cámara de última generación. La cuestión de las cámaras no era común en aquellos tiempos en Alemania. Pero con el tiempo y hasta ahora, uno no se puede tirar ni un peo que no sea filmado. En la misma noche me llamó la esposa, cerca de la medianoche. La misma que fué abandonada por el carpintero Argentino hacía ya varios años. Dijo que lo hacía por los hijos. Quería plata prestada para pagarle un pasaje a latinoaméerica, segun explicó más tarde. Varios chilenos juntaron el billete y viajaron a un lugar de una de las super carreteras para hacerle entrega. Prometió desaparecer de la faz de la tierra y dejarnos a todos tranquilos, sobre todo a su esposa y a los hijos. Tres dias más tarde la TV Alemana entregaba la información que el asaltante de bancos había sido arrestado inmediatamente después del sexto asalto, con la misma técnica. Esta vez en Hamburgo, muy lejos de Renania del Norte, donde cometió los anteriores. No le gustó la idea de tener que abandonar Alemania solo con un pasaje en avión comprado con la "solidaridad" chilensis. Este "revolucionario" estubo varios meses en Nicaragua. Regalándo un jeep para un hospital Sandinista que compró con el dinero "yarureado" y otros aportes a juntas de vecinos y al partido Sandinista. En Nicaragua pensaron que se trataba de un mecenas revolucionario, razón por la cual tenía visado permanente.   Fué detenido por casualidad, dicho sea de paso. El asalto resultó "colegial" como los anteriores, con casi 200.000 marcos. Se mandó a cambiar del lugar en bicicleta, pero con tal mala cueva, que justo en esas semanas las autoridades de Hamburgo habían decretado el control de las bicicletas, que dejaban la escoba con su manera liberal de desplazarse. Se metió contra el tránsito, como era usual en Colonia, pero fué sorprendido por una "KUKA"  de la policía Alemana. Como no tenía plata para pagar el parte en la billetera, tuvo que echar mano a la bolsa de plástico que colgaba del manubrio. En esos precisos instantes, llegaba por radio a la policía, la información del asalto al banco. Ahí le pusieron las esposas y lo llevaron al Chucho. El juicio fué sin grandes aspavientos. Quien atenta contra las estructuras supremas (financieras) del estado capitalista, no tiene perdón. Le dieron nueve años de cárcel inconmutables, en circunstancias que por crimenes mucho más crueles, las penas no superan los cinco años. Durante los nueve años la esposa lo visitó en la cárcel de Colonia, a donde lo trasladaron a su petición. Tenía derecho de recibir a la esposa una vez al mes. El dia que salió de la cárcel, lo esperaba la esposa y los tres hijos a la salida. La esposa le contó del sufrimiento y de los sacrificios de la familia cuando el tiraba el billete a la "chuña" con las niñitas rubias. Luego de esto, le dijo "ahora andate a la cresta conchas de tu madre". "No queremos verte nunca más en nuestras vidas".Dieron media vuelta y no le dejaron plata ni para la micro. La moral del caso es diversa : Al pais que fueres, haz lo que vieres. Respeta las leyes de tránsito, por lo menos, saco de huevas !. Invierte lo "choreado" guevón y no te olvides de ayudar a los hijos. No te las dés de filantropo con revoluciones rascas dstinadas al fracazo. No juegues a la ruleta el billete obtenido "con tanto sacrificio", cosa que hiciste cuando le estaba quedando poca. La esposa chilena no es guevona, sino que te tuvo lástima, saco de trolas !. La última patá en la raja te la ganaste. Ahora dos de los hijos son abogados, gracias al sacrificio de esta mujer sencilla de nuestro pueblo chileno. Trabajó en una cocina de la fábrica de medicamentos (Bayer) tirando el bofe de sol a sol. Por las noches limpiaba oficinas y los fines de semana, tiraba el bofe cuídando una central de refrescos, en compañía de dos perros ovejeros Alemanes que le secaban las lágrimas. Bravo Gladys !, compañera !. Un fuerte abrazo a todos, con la fraternidad de siempre.
Ren챕
Alemania, 07.05.2007.-

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