Queridos Lumumberos !
Desde hace alguna semanas, los diarios latinoamericanos y españoles reportan cifras de los Venezolanos que abandonan el pais que llaman la atención. A lo mejor se trata de un fenómeno orquestado, pero de que más de 180 mil Venezolanos abandonaron el pais en los últimos seis meses, es un echo innegable. Lo peor del caso es que aquà no se trata de solo de gente entre 15 y 50 años, sino que el fenómeno más frecuente es que son familias completas las que se echan el pollo. El movimiento migratorio no es un fenómeno nuevo en nuestra américa latina. La ausencia de posibilidades, los altos costos de la educación en algunas naciones, el aumento de las cifras de desempleo, la inestabilidad polÃtica y el estancamiento en el desarrollo económico, son principalmente las razones de la estampida. En lo que vá del año llegaron a España aproximadamente 60.000 Venezolanos, mientras que en el año 2006 completo la cifra no alcanzó los 10.000 inmigrantes. Probablemente tiene directa relación con los cambios polÃticos en la nación Caribeña y la "inestabilidad" polÃtica que se teme, si analizamos los comentarios de los observadores de los grandes consocios de la prensa escrita y hablada. Recuerdo la decada de los años sesenta cuando los Cubanos empezaron a abandonar la isla, con monos y petacas. Eran los años cuando aún era posible tomar un avión o un navÃo rumbo a Florida o a donde fuera. Ahora, como todos saben, abandonar la isla Caribeña de los hermanos Castro es practicamente imposible. Aparte que para los nuevos emigrantes no existe Lobby concreto : el billete y los técnicos salieron en los primeros dias de la revolución. Ahora se trata que los que se quedaron permanezcan en sus lugares juntando rabia. Es por lo menos el testimonio de un connotado médico Cubano que asistiera a mi madre en sus últimas semanas de vida en un hospital de Miami. No quiero hacer paralelos entre Cuba y Venezulea, pero me dá la impresión que se trata de una histeria similar. Los anuncios de convertir a Hugo Chávez en presidente vitalicio de Venezuela y de recrudecer la mordaza a los extranjeros que "despotriquen" contra el régimen, so pena de mandarlos pal carajo, deben haber contribuÃdo a refrendar estos temores. Los pocos Venezolanos que llegan a Alemania por parentesco de sangre con los germanos, anuncian dias tormentosos para la república. No soy muy asiduo de caer en la tentación de creér en lo que cuentan los inmigrantes en su totalidad, pero debo admitir que nadie se vá del pais sin tener razones personales de peso. Los que estamos en la diáspora sabemos cuan difÃcil es orientarse, aprender el idioma y encontrar trabajo en paises de culturas diferentes. Ni hablar de la ´pérdida cultural que significa. Lo concreto es que la gente abandona sus paises de orÃgen en busca de mejores perpectivas, en el caso de los que no poséen nada, y los otros, salvar el bienestar logrado como empresario o profesionalpara los que tuvieron la suerte de haber alcanzado un nivel de vida por encima del medio nacional. A Ambos grupos los entiendo plenamente. Unos no pierden nada con el intento y los otros, pueden alcanzar terreno firme con el comodÃn del capital y de su experiencia empresarial. Segun se cuenta, el que dice estar de acuerdo con algunas de las nuevas leyes o reformas enVenezolanas pasa a ser "Chavista" y el que no, pasa a ser "contrarevolucionario". Es un poco el ambiente que vivimos en Chile en los años de la Unidad Popular. Cuando llegué de la Unión Soviética a Chile, mis familiares hacÃan cola para decirme que era un "Upeliento de mierda", vendido al imperialismo Soviético y al comunismo internacional. Pero no eran solo mis familiares, con algunas exepciones, sino que todo el grupo de amistades de estos. Cuando emprezé a trabajar, ya pasé a ser miembro de la KGB para ellos. No creo que la cosa sea tan dramática en Venezuelea, pero que la polarización vá en aumento, no me cabe la menor duda. Que pasa con los Lumumberos en Venezuela que no están de acuerdo con el régimen ?. Les aplicaron ya la ley Mordaza ?. Lo único que conozco al respecto, son las palabras del presidente Chávez en su programa "Aló, presidente !" . El anuncio no ayuda a que los extranjeros que viven y trabajan en Venezuela queden más tranquilos. Esto puede dar lugar a que surja la delación o el "soplonaje", como fenómeno social, aborrecido hasta para el adversario. Los que aterrizamos en europa eramos poco menos que "terroristas". Sobre todo para algunos partidos de la entonces oposición ( democracia cristiana y el partido social cristiano de baviera). Para el común de los cristianos, eramos gente que podrÃamos vivir a costa del aparato social del estado, considerando la riqueza de la republica Federal Alemana. Lo hacÃan ya miles de personas del este europeo, que lograron escapar de las "benevolencias" del socialismo real. Les permitÃa, al mismo tiempo, hacerle la collera a la generosidad desplegada por la Republica Democrática Alemana del otro lado, que acogió a más de 7.000 chilenos. En un dia como hoy serÃa casi imposible postular a ser admitido como refugiado polÃtico de un ex gobierno de izquierda. Se han endurecido las condiciones en este mundo unipolar, en que casi todos están de alguna manera de acuerdo. Los verdaderos fugitivos de hoy, reciben la solidaridad de paises pobres. SerÃa una lástima que muchos Venezolanos tuvieran que abandonar la patria por temores polÃticos, en circunstancias que hay lugar para todos, siempre y cuando los cambios y reformas se realizen de acurdo a la constitución y las leyes. La democracia debe estar en capacidad de absorverlo todo, en mi opinión. Ningun pais que se denomine democrático no puede dejar de aceptar que algunos de sus ciudadanos no comulgen con las reglas de juego que se proclaman. Aún cuando estas hayan sido refrendadas por las mayorÃas electorales. En Cuba no hay vuelta que darle. Las mayorÃas electorales solo existen en el papel y se generan bajo el control de los órganos de represión del estado. AllÃ, a mi juicio, es legÃtimo echarse el pollo. Lo ilegÃtimo es considerar a sus ciudadanos propiedad del estado, sumisos y dispuestos a aceptar cualquier decisión de los monarcas caribeños. A lo mejor ahà descansa parte de los temores de los Venezolanos que apretan cachete de ese bello pais. No es muy agradable vivir eternamente como extranjero. Los prejuicios sociales siempre de alguna manera te alcanzan. La manera de evitarlos es vivir en la tierra que te vió nacer. Ahà nadie puede darse el lujo de exigirte que cierres el tarro a la larga. Lo saben los dictadores y sus esbirros. La historia no se borra, como quisieron hacerlo los Zares y los Zares rojos. Al final sale a la palestra y se convierte en estandarte de lucha de los pueblos. Un fuerte abrazo para todos, con la fraternidad de siempre.
Ren챕
Alemania, 24.07.2007.-
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