domingo, 10 de abril de 2005

Había una vez....,!

Queridos Lumumberos !
                                          Había una vez...., Así comienzan casi todos los cuentos de la infancia, que aún navegan en nuestras memorias. Por razones de costumbres arcaicas y ultraje cultural en nuestro continente, estábamos acostumbrados a sufrir por los principes y princesas, por un amor incólume entre un principe y una niña del pueblo, bella como una flor y pura como rosa salpicada de rocio. Nuestras abuelas le ponían color y nuestra imaginación se llenaba de colores y matices, pujando para que se hiciera realidad ese sueño dorado. A veces el hada madrina ayudaba a los enamorados y todos quedabamos felices. Bueno, en Europa se casaron dos jetones y nadie quizo saber nada del entuendo. Charles ( o Carlos, como lo quieran llamarlo) y Camila, una vieja con cara de caballo carretelero que llega a dar miedo. La prensa y la TV se apostaron sin entusiasmo en las calles de Londres, en donde 15 mil aturdidos recibieron banderitas británicas, para saludar el anyugamiento de dos crestones, altamente criticados por los habitantes de la isla y por gente que se cree experta en eso de la vida parasitaria de las familias reales de Europa. Si bien Alemania no tiene monarquía, todavía queda gente que recuerda con nostalgias al Kaiser de otros tiempos y les gustaría que su prensa amarilla, revoloteara por alcobas y balcones, entregando especulaciones sobre sus intimidades. Conversando con un amigo y colega Australiano, no entendía mi repudio a la realeza de donde quiera que viniera. Parece que en los británicos, la existencia de la familia real, forma parte de su metabolismo. Para calmarlo, le conté que en Chile tambien teníamos reinas y reyes, a pesar de nuestra vida republicana. Le conté del rey del pescado frito en cada ciudad de nuestro pais, de la reina de las sopaipillas pasadas con ají , del rey de la substancia de Chillán, del rey de las longanizas de la misma ciudad, del rey del mote con huesillos de Chillán viejo, del rey de los botones (del abuelo y familia de nuestro querido chico Feña) en Santiago, del rey de los sanguchotes de potito en el estadio nacional, del rey de los picarones, de la tortilla de rescoldo, de las chuletas e" chancho, del chancho en piedra, del caldillo e" congrio, del pan amasado, de las humitas con alvaca, de las castañas y de los piñones,del vino navegao,de los porotos con riendas, del puré con cochayuyo, de la mariscada con blancolio helado, del seviche peruano, de los sanbiruches "pulentos", del chupe e"guatita, del arrollao e" chancho con ají cacho e" cabra, del chupe e" mariscos, etc. Tuvo que cambiar de opinión, de que los chilenos todavía andabamos con pluma. El Charles parecía palitroque de circo pobre y la Camila espantapájaros de sandial playero. Lo que más quema a los contrincantes de Camila, es que en el futuro tienen que llamarla "su alteza real". Al buenas peras de Charles, rey. Un abrazo de reyes a todos, con la fraternidad de costumbre.     

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