No fue tanto: 220 rublos y la chica me regalo una sonrisa gratis.
Sigo por Tverskaya a mi destino de hoy, el Mausoleo.
Cuando llego a Ojotny Riad veo un grandisimo espacio vacio que no estaba en mis mapas. Trato de recuperarme del shock y me doy cuenta que no existe el Hotel y Restoran Mosvka. Rodean el espacio inmensos letreros de Christian Dior y otros por el estilo y por encima grandes gruas se divisan en la construccion del nuevo edificio. Cuesta imaginar un pedazo de terreno mas caro que ese en la Rusia de hoy. La Manezhnaya Ploshad esta llena de restoranes rapidos, jardines y piletas y un inmenso estacionamiento subterraneo.
Me enfrento al Perejod que me llevara a la Plaza Roja. Apretarse los cinturones, enfrentamos zona de turbulencias. Este perejod creo que lo tenemos en el codigo genetico los ex lumumberos. Bajo lentamente, como previendo algun soponcio de nostalgia. Ahi veo las paredes de marmol, la larga pasada, interminable, los puestos de pirozhki, las coca colas, boleterias de teatros. Sigo caminando y siento un olor familiar en Rusia. Un grupo de unos siete jovenes y no tan jovenes estan sentados en el suelo bebiendo vodka de unas tres o cuatro botellas y uno de ellos pide plata con un sombrero. Menos mal que me tome el cafe, paso junto a ellos y siento como el aroma de una refineria de alcohol. Son las 9 y media de la ma챰ana. Unos 20 metros mas adelante siento un ruido de otro mundo. Nueve jovens y muchachas, alumnos del Conservatorio interpretan obras del Barroco. Son siete violines, un bajo y un violoncello. Ahi me quedo como 15 minutos. Es la mejor musica de perejod que he escuchado en mi vida. Miro hacia atras y los del vodka siguen bebiendo. Son los contrastes del Moscu de hoy y siempre.
Basta de musica, vine a saludar a Vladimir Ilich. Aparezco por la escala junto al museo y veo las grandes rejas y la catedral reconstruida que cierra la Plaza Roja. Durante las visitas al mausoleo la Plaza permanece cerrada, es decir hasta la una de la tarde. La cola llega hasta la tumba del soldado desconocido, no muy larga y ya comenzaran a entrar. Me pongo junto a una familia de dos abuelos y su nieto. Como estaremos juntos harto rato nos presentamos. Yuri es estadistico del gobierno en Avjasia y su esposa Liuda es profesora y traen a su nieto Yuri a conocer Moscu. El chico tiene unos 8 a챰os y los abuelos se interesan en saber mi impresion de esta visita. Cuando les digo que estuve en el mausoleo hace 40 a챰os, me miran con cara de ver una reliquia. Caminamos y pronto llegamos a la entrada a la Plaza, debemos pasar a una boveda en el Museo Historico a dejar las camaras y los celulares. Yo llevo dos camaras y pago 60 rublos. Soldados y muchachas escanean los bolsos y dan el veredicto. Se cobra por aparato.
Luego pasamos un portico de control electronico y listo, ya estamos en la Plaza Roja camino al mausoleo de Lenin. Que quieren que les diga, las piedras y adoquines de la Plaza me llevan otra vez a otra epoca. Cuantos desfiles y banderas pasaron por ahi, cuantos chilenos con su bandera, sus devushkas y sus esperanzas.Por ahi tengo fotos antiguas de la Plaza Roja con el Pelao Veas, veo a Painemal en una foto de mi recuerdo, al Co챰o Horta, a Fachule. Son las mismas piedras, pero la Plaza esta vacia y solo se apresuran los visitantes de hoy por el costado hacia la Piramide del faraon bolchevique.
Estamos frente a la puerta del mausoleo. Liuda mira a Yuri y se toman del brazo y aprietan a Yuri chico. Ya no hay cambio de guardia ni guardia permanente junto a la puerta. Unos tres soldados miran a cada visitante muy atentamente, dejan pasar en grupos de tres o cuatro pero sin detenerse. Yo paso junto a mis nuevos amigos. El marmol reluce como si fuera recien puesto. Doblamos a la izquierda, por supuesto y comenzamos a descender. Delante mio va un grupo de 4 o 5 orientales, parecen chinos o mongoles, muy altos y con traje. Miran con ojos desorbitados y mas soldados en la escala observan a cada visitante. Ya estamos casi abajo y diviso el marmol reluciente al fondo con el reflejo de las luces del sarcofago. Llegamos e inmediatamente nos ordenan virar y comenzar a subir alrededor de la momia leninista. Ya veo a Lenin tras los cristales. Salud, Vladimir Iliich, y que jue, aqui estamos otra vez.
Entonces veo la gran diferencia entre esta visita y mis anteriores en 1965 y 1967. Entonces la gente entraba con su fervor revolucionario, segun dicen, y salian mas hinchados, llenos de emocion marxista leninista. Saliamos, digo.
Hoy, veo que la cosa es abirtamente religiosa. Los chinos se han detenido frente a Lenin y se inclinan orando. Uno searrodilla y un guardia le observa con mucho cuidado mientras termina su ceremonia. Una babushka se inclina y llora. La ayudan a continuar mientras la babushka reza sin parar. Ahora miro atentamente el cadaver, o la representacion del cadaver. Luce tan reluciente como antes, no se le mueve un pelo ni le ha aparecido ni una arruga. Se nota que Vladimir Iliich ni se arrugo con la caida de la URSS. Pero sigo mirando atentamente mientras camino lentamente. Y ahi veo otra diferencia. Le cambiaron la corbata a Lenin! Ahora luce una bella corbata de seda color azul con rayas blancas que no hace para nada juego con su traje pasado de moda, aun a principios del siglo XX. Es una corbata moderna que se podria encontrar pefectamente en una de las boutiques de la Calle Tvesrkaya.
Ya comenzamos a salir y aprovecho de mirar las caras de mis acompañantes. Liuda aprieta a Yuri chico y le alza para que vea mejor por ultima vez al gran lider. Yuri viejo se inclina varias veces. La babushka llora y llora y se persigan con desesperacion antes de salir. Atras veo otra gente que se arrodilla o otros se inclinan. Miro los soldados, hijos o nietos de aquellos del 65. Comienzo a subir y respiro ya el aire fresco de la Plaza Roja, el sol y los bellos pinos, camino junto a Yuri y Liuda y ellos, para dismular su emocion y lagrimas me preguntan que me ha parecido. Para aliviar la tension de mis amigos les digo:” Veran, la primera vez que vine yo tenia 19 y Vladimir Ilich era bastante mayor que yo, tenia 54 años. Hoy vengo con mis 60 años y Lenin es bastante menor que yo”.
Mis amigos rien mucho con mi estupida broma pero sirve para volver a la superficie. Liuda me mira con angustia y me pregunta: “Usted cree que lo sacaran de aqui??” No lo se, le digo yo, pero hay que ver quien sera el valiente que se atreva. Otra vez reimos y ya doblamos hacia las murallas y hacia las tumbas de los muertos de primera division. Casi junto al comienzo me inclino y toco el marmol de la tumba de John Reed, periodista yamki, primero en reportear la revolucion en su libro de los 10 dias que conmovieron el mundo. Yace junto a Inessa Armand, secretaria y amante de Lenin. La Krupskaya esta en la muralla. Pusieron a Inessa mas cerca del lider.
Por fin, ya vemos el equipo de primera. Detras del mausoleo y bien lejos del resto, estan los grandes, los inconfundibles, los elegidos con derecho a tumba con cesped y busto. No cabe duda quien es el Jefe, Antes no tenia busto, solo lapida. Hoy luce orgullosa la cabeza de Stalin con sus grandes bigotes. Vemos a los antiguos conocidos: Dzerzhinsky, Frunze, Sverdlov, Suslov. Pero ahora hay tres nuevos en el equipo. Ahi esta Brezhnev, Andropov y Chenenko, la ultima troika de secretarios generales. Solo falta Jrushev, que solo merecio tumba en Novodevichi, donde seguramente ira a parar tambien Gorvachev juntto a su Raisa.
Los chinos que se arrodillaron junto a Lenin se inclinan ahora frente a Dzerzhinsky . Sonrien con cierta sorna frente a Stalin, pero el resto del publico pasa sin decir palabra. Parece que temen que el carnicero georgiano levante la mano y les lleve al infierno. Cuando miro las caras de los visitantes, no cabe duda quien es el jefe aqui, junto a Stalin pasan todos ordenaditos y callados .
Vine por curiosidad nostalgica al Mausoleo. Carezco de la antigua y ferviente emocion de cuando era joven al visitar al lider de la revolucion bolchevique. Mucha agua ha pasado bajo los puentes y muchos millones de muertos se han destapado y reclaman reconocimiento. Aqui hay un pu챰ado de muertos ilustres, pero entre ellos causaron la muerte de millones que no tienen tumba.
Sin embargo............sin embargo........paso con sentimientos encontrados. En estos cortos dias de Moscu he hablado con cuanta persona ha querido intercambiar opiniones conmigo.
Casi todos dicen estar mejor que en la URSS, pero......pero.....no estan tan seguros si la URSS esta enterrada para siempre. En lo que si estan de acuerdo es que el Presidente Putin debe ser Presidente sin plazo fijo.
El aire que respiro aqui es de restauracion, un aire de pomposidad aun mayor que durante el 65. Stalin fue el de la idea de embalsamar a Lenin y exhibirlo aqui. Muchos hablan de sacar a Lenin y enterrarlo. Pero ahi esta Stalin detras del Mausoleo, como vigilando que nadie toque nada.
Tranquilizo a Liuda y Yuri. Amigos, veo que Lenin sigue tan vivo como hace 40 a챰os y me cuesta creer que lo vayan a tocar. Aunque quizas.....
Camino de vuelta por el Gum para retirar mis camaras, compramos un helado para Yuri chico y pienso en Stanislavsky. El genial director que puso en escena las obras de los grandes dramaturgos. Ahi frente asu teatro me tome un cafe esta ma챰ana.
Y ahora.....acabo de presenciar una vez mas, despues de 40 a챰os, la puesta en escena mas impresionante que se ha montado en este pais. El director de escena, Stalin, vigila desde su piedra la representacion que ideo hace 82 a챰os y que se sigue representando aun mas alla de la desaparicion del estado sovietico. Si Stanislavski lo viera, no lo podria creer.
Liuda y Yuri pasan a la catedral nueva frente al GUM y compran unos iconos de la Virgen y encienden unas velas. Ya afuera Yuri me confiesa que han pedido que Lenin siga en su lugar. En la Rusia de hoy se encienden velas para que no toquen al lider de los bolcheviques. El que tenga clara la pelicula, se pasa de vivo.
Se rumorea fuertemente en Moscu estos dias que es inminente la restitucion en la Plaza Lubianka de la estatua de Dzerzhinsky.
La nueva corbata de Lenin......no sera un indicio de un baile de inauguracion??
Marcos Medalla
Moscu-Junio-2006
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