miércoles, 29 de noviembre de 2006

El comandante Fidel Castro y su fiesta.

Queridos Lumumberos !
                                           Veo que los activos y lectores de El Purgante se despertaron con los temas de Cuba y de su máximo lider, Fidel Castro. Entiendo que es un tema escabroso por los dolores intelectuales que involucra, pero necesario al final de cuentas. Dificilemente puede encontrarse una posonalidad política pública de mayor popularidad en el mundo entero. Al mismo tiempo nunca en la historia de la humanidad alguen había sobrevivido a nueve antentados de sus adversarios, entre los que se cuentan "gusanos", delicuentes y gansters comunes o simplemente, el aparato del pais más poderoso del mundo. Como sea, Fidel Castro pasará a la historia de los pueblos. En algunos se dirá que fué un carajo, un mandamás que liquidó a sus adversarios, persiguió a los intelectuales que no compartían sus puntos de vista, encarceló a los periodistas, liquidó fisicamente a sus compañeros de revolución y que sembró la hambruna en su propio territorio. En otros, se le seguirá alabando como a un santo, se escribirán miles de libros sobre la experiencia de sus actores con el caudillo, se citarán pasajes de sus discurosos interminables y se enmarcarán en cuadros dorados sus aciertos. Pero nadie recordará al Fidel Castro de ahora. Sumerguido en traje de deportista, demacrado y tastabillante, con los 80 años a la espalda y durmiendo a sobresaltos. Nadie lo recordará sus pérdidas de memoria ni sus cambios súbitos de temas en los programas en vivo. Tampoco sus alabanzas a las ollas de presión que el gobierno Cubano, en sus palabras, caracterizaba como una de las grandes soluciones para ahorrar energía en la isla. No es el Fidel Castro dinámico y certero en sus juicios, cuando despotricaba en los foros internacionales contra la intomisión norteamericana en los asuntos internos de los paises del patio trasero de este. Nadie recordará ni se enterará realmente de las disputas con el legendario Ernesto "Ché" Guevara. Solo se recordarán los elogios al gerrillero heróico, que abandonó su puesto de ministro para continuar la lucha entreverado en otras realidades, similares a la de muchos pueblos del sur del rio grande. La estatura de Fidel Castro crecerá despues que abandone su lugar en el planeta. Su labor y su función crecerá, como se está ahora fraguando en el seno de muchos partidos comunistas. En circunstancias, como lo dijera con presición en su articulo nuestro amigo y compañero, Marcos Medalla, los partidos comunistas de américa latina lo caraterizaban como un bravucón irresponsable, cabeza caliente, con la cabeza en Pekin y las manos en Moscú, el el pasado relativamente reciente. Ahora tiene lugar la reconciliación, a la espera de poder colocarlo de estandarte de lucha, una vez que se despida de este mundo. A la Habana llegaron ya 1.500 invitados para celebrar su cumpleaños número 80. La celebración empezó ayer en el recinto Carlos Marx, pero sin el máximo lider. Se disculpó argumentando que no se encontraba en forma como para poder saludar y abrazar a cada uno de los participantes. Mientras tanto la TV Cubana transmite los ejercicios de la parada militar, que se celebrá en su nombre en la plaza de la revolución. No entiendo hasta el final la celebración, dicho sea de paso. Fidel Castro cumplió año en 13 de Agosto de este mismo año. Me imagino que las celebraciones fueron suspendidas por su enfermedad, en Agosto. He leído muchos artículos de connotados dirigentes latinoamericanos en los últimos dias. Me parece estar reviviendo tiempos pretéritos cuando leo y constato que se habla de un hombre que lo consiguió todo. No solo se dice que triunfó en las escaramusas militares de la sierra maestra, sino que en la consolidación de un socialismo que es menester aplicar en todo el mundo. El papel es inconciente y de una paciencia inconcevible. Se repiten las cosas que parecían haber muerto en el pasado, se le atribuyen efectos en el mundo contenporáneo de proporciones que terminan en el absurdo. Así y todo, Fidel Castro quedará en la memoria de los jovenes de ayer en todo el mundo. Como una figura que será digna de ser recordada, como fué en sus inicios. Personalmente me veré obligado olvidar al Fidel de ahora. Atornillado en el poder y con una manga de vasallos a su alrrededor que lo vitorean y aplauden. Como aplaudían a Breznev, por nombrar solo a uno de los caudillos de nuestro tiempo, pero que llegó a ser más tarde la piedra angular de la derrota del socialismo real. No creo que a Fidel le quede mucho tiempo para retornar al poder, como lo anunciara su hermano Raúl recientemente. Me gustaría que le quedara tiempo suficiente para recular en algunos puntos, sobre los alcances de la miseria que galopa por la isla de la libertad y de su causalidad. Lamento su estado de salud verdaderamente. Lamento igualmente que no haya podido saltar sobre su sombra y hacer suyos los compromisos adquiridos por su pueblo en el dia de la victoria sobre Batista. Le deseo con mucha emoción que se vaya en paz de este mundo, el dia que el destino le tiene previsto. A los invitados en el recinto Carlos Marx, les deseo que recapaciten y se dejen de hablar guevadas sin sentido. Los problemas del mundo real son mucho mayores y necesitan de una cabeza fria. El panfletismo internacionalista no conduce a nada. Un fuerte abrazo a todos, con la fraternidad de siempre.
Ren챕
Alemania, 29.11.2006.-      

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