martes, 28 de noviembre de 2006

El Texto de Pato Ayala


Pierre Saint-Germain

Hay algunos personajes inolvidables, como el periodista del diario de Montreal, Canadá, La Presse, “le premier journal francophone de l’Amérique”, Pierre Saint-Germain, hombre bondadoso, ansioso de justicia social, des lendemains qui chantent, que escribía en las páginas internacionales del periódico sobre pueblos que sufren, luchan y esperan. Tempranamente enemigo del modelo de socialismo a la soviética, toda su vida buscó razones para seguir creyendo en la causa de una sociedad más justa, solidaria, con pueblos ejerciendo como ciudadanos las 24 horas del día en su casa, el trabajo, la universidad, la vida toda.

El reverso del espejo staliniano crey처 encontrarlo en Mao y la revoluci처n china, esos cientos de millones de seres humanos escapando del oprobio y el hambre trabajando manos y pies desnudos en las aldeas, monta챰as y valles rec처nditos, al otro extremo de la Tierra, entregando y recibiendo el arado y la lectura, el azad처n y el fusil, destruyendo as챠 el viejo mundo material y espiritual, las estructuras y las servidumbres mentales. Pierre viaj처 para sentir y oler el nuevo modelo. Nunca debi처 hacerlo. El microscopio es cruel, muestra tanto, las bacterias del agua l챠mpida, las imperfecciones del cuadro majestuoso, las capas sucesivas y las mezclas de material de sedimento. Tambi챕n el sudor malgastado, los reflejos condicionados del viejo mundo en los gestos y palabras, el magma que avanza, retrocede, desaparece aqu챠, reaparece all찼 y acull찼. Todo ello obliga a considerar de manera diferente, m찼s atenta, el cuadro que entrega el telescopio de la distancia.

El alma con el ala herida, Pierre dirigió su mirada hacia Europa Central. Yugoslavia de principios de los ‘50, Tito, luchando por el derecho de hacer las cosas a su manera, afirmando que rechazar el abrazo del oso ruso no significaba caer en el sombrero de copa del siniestro Tío Sam, tampoco en el Maelstrom chino. La autogestión, la búsqueda de la cuadratura del círculo, centralismo y descentralización, control obrero y eficiencia, desarrollo y equidad (justicia social se decía entonces), excedentes sociales y despilfarro, propiedad estatal y contabilidad social. También poder absoluto y libertad personal. Pasan los años, algunos, no muchos. ¿Puede crearse el hombre nuevo bajo la guerra fría, la lucha ideológica intra-campo socialista, el subdesarrollo económico? ¿Puede evitarse que los jerarcas utilicen el pretexto de la guerra fría para consolidar su poder? ¿Puede consolidarse el poder sin sucumbir a sus privilegios? ¿Puede sucumbirse a los privilegios sin llegar a confundir proyecto propio con el destino de la revolución, sus objetivos y medios? Pareciera que no, al menos con los hombres de este siglo.

El periodista experimentado y de alto vuelo, el experto de asuntos internacionales de La Presse, alma de adolescente esperando al Príncipe Azul en lo político y social, saluda alborozado interiormente el 1° de enero de 1959. La esperanza viene de verde oliva, de calamorros, de luenga barba, de los fusiles que cargan desde la sierra blancos, negros, mulatos, fumando habanos, habla español, está en el continente. Fidel, el Che, Camilo Cienfuegos, Almeida… Son jóvenes, fuertes, han arriesgado el pellejo, a veces no saben qué hacer en el día a día, pero el horizonte creen conocerlo. Confiscan grandes ingenios azucareros, distribuyen tierras, mezclan el caleidoscopio racial, los obreros hinchan el pecho, los patrones vacilan y tiemblan, ya no está el cipayo y administrador, se fugó a Miami, olvidando gorras y entorchados…Cuba es una y es del pueblo, juntos la haremos mejor…En el Mar de las Antillas, que también Caribe llaman, navega Cuba en su mapa, pero bien despierta. Mil flores florecen, las ideas son un torbellino. Hacia allí convergen líderes de todos los continentes, para tratar de entender, para adaptar los manuales algunos, para conocer a quienes han mezclado el naipe y los esquemas otros. ¿Una revolución sin partido proletario vanguardia, sin ideología marxista?… Los principales líderes, empezando por Fidel, no quieren puestos de gobierno. Pero que bien. ¡Ay! Quienes asumen la dirección del gobierno y del Estado vacilan, quieren negociar con los cómplices del dictador, quieren obviar al pueblo...hay que reemplazarlos, piensan y hacen los barbudos. Bien. Los poderes se empiezan a concentrar en los líderes: organización política, gobierno, fuerzas armadas. La revolución está débil, está recién parida, tiene muchos enemigos, el pueblo no tiene aún conciencia, pero se identifica con un líder fuerte que lo oriente, lo cargue en sus hombres durante el primer período, lo conduzca. Creo que tienen razón, piensa Pierre. Pasa el tiempo, la revolución se afirma, se organiza, se institucionaliza, el poder seguramente se desconcentrará, se despersonalizará… Pero, no. Fidel, jefe del Estado, primer ministro, comandante en jefe de las fuerzas armadas, Secretario general del PCC; Raúl, su hermano, vice y subrogante en todo. El Che ya ha dado hace tiempo un paso al lado, ya lo mataron en Bolivia; Camilo ya no está, su avión se perdió en el mar a poco del triunfo de la revolución… ¿Qué pasa? Vamos, ya pasará, ya enmendarán rumbo! No pasa, no enmiendan. Llegó el comandante y mandó a parar. La cultura se institucionaliza, nombra a sus burócratas, vigilantes cancerberos, condenan a Neruda por su comida con Belaúnde, presidente peruano, por su viaje a EE.UU.; también lo atacan por sospecha de aburguesamiento. El PC cubano polemiza casi con todos los PC latinoamericanos. ¿Ortodoxia continental? La espera desespera... El corazón de Saint-Germain se enfría.

Pero ese corazón es porfiado, pierde ilusiones pero conserva esperanzas. Llegan ruidos desde Managua, la triste, víctima del terremoto y la represión. La dictadura familiar, hecha de sangre y rapiña durante cuarenta años, inaugurada con el asesinato de Sandino, parece vacilar. El alma de todos los prisioneros, exiliados, torturados por las dictaduras que llenan el mapa del continente en esos ‘70, puja junto al FSLN. Muchos están en las líneas de combate. Hay chilenos en el frente sur, manejando cañones y morteros; también salvadoreños, mexicanos, tantos otros. No hay tantos nombres heroicos. Es más colectivo, más anónimo. Además, no debería estar sucediendo. Pero escuchamos sobre León, Matagalpa... Un movimiento guerrillero no debería estar triunfando, veinte años después de Cuba, con veinte años de adiestramiento antisubversivo y antiguerrillero de la CIA, la Escuela de las Américas, los cipayos latinos, diez meses después de haber sido casi destrozado en su primera gran ofensiva. Sin embargo, están en los suburbios de Managua, que Somoza hace bombardear. 19 de julio de 1979. Verde olivo otra vez, calamorros otra vez, juventud ardiente, pero sin tantas barbas, sin referencias a hermanos ni sobrinos mayores, sin Vaticanos europeos ni asiáticos ni latinoamericanos. Debemos ver Nicaragua como marxistas y el marxismo como nicaraguenses. Herejías saludables. Triunfan con las armas y se hacen ratificar en dos elecciones nacionales y con políticas que piensan efectivamente en la gente. Pero Pierre, gato escaldado, centra su mirada en dónde viven ahora los comandantes, en las residencias que abandonaron precipitadamente los alcahuetes de Somoza. Pierre quisiera ver a los comandantes haciendo colas en los mercados, barriendo la calle frente a sus casas, viviendo en las poblaciones derruidas por el bombardeo póstumo de Somoza y el terremoto de 1970.

Le argumento que, desde el punto de vista político, sólo el FSLN ha iniciado en la práctica un proceso de una nueva relación con el poder, y aplicando el verdadero test de la blancura: lo está haciendo desde el poder y en medio de la guerra de desgaste de los Contras organizados y financiados por EE. UU. En contrapartida, ciertos grupos del PS chileno creen haber inventado la renovación, sin sospechar que, desde el punto de vista ideológico, sólo han reeditado las discusiones de la izquierda europea de los años ’50. Y hoy podemos agregar que el FSLN lo hizo muchos años antes que Gorbachev, su glasnost y su perestroika, que finalmente abortaron. Pero Pierre, ya en los últimos años de su carrera profesional y de su vida, abandona ilusiones y esperanzas. Es casi imposible que las heridas del alma cicatricen. Sin embargo, aunque es muy distinto y muy diferente, dice que cree en Chile, y nos desea suerte. Saludos, Pierre. Saludos, Carmen, su fiel compañera y esposa.


Montreal, 1989.

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