La SOFIA LOREN en Valparaiso.

 

 

La SOFIA LOREN estuvo varios a챰os viajando entre Valparaiso y Santiago.

El otro dia cuando se cumplieron los 70 a챰os de la Sofia Loren, Rene Ronda puso la foto espectacular de la diva y aprovechamos de ponerla en la portada. Por los mismos dias se enfermo nuestro compadre Froddi y con las preocupaciones no tuve tiempo de contar esta historia antigua. Ahora con Froddi recuperandose de la operacion, Rene nos recuerda que la Brigitte Bardot esta tambien celebrando los 70 y ahora quedamos sin habla con las fotos de la diosa francesa tan idolatrada por los chiquillos de fines de los cincuenta.

Pero el tema era la Sofia Loren. Vieja conocida nuestra, artista de peliculas que fueron furor en el Moscu de nuestros a챰os lumumberos, como "Divorcio a la Italiana" y esa trilogia del humor oscuro y satirico de "Ayer, Hoy y Ma챰ana." Despues la Sofia misma se paseo por Moscu cuando fue a filmar "Los girasoles de Rusia" con el suertudo del Mastroianni, otra vez.

Pero los porte챰os estabamos familiarizados con la Sofia Loren desde mucho antes.

Hacia fines de los a챰os cincuenta, el medio de transporte natural desde Santiago era el tren que partia de la estacion Mapocho, viajaba por cuestas y quebradas hasta llegar a Llay Llay con ramal a Los Andes y seguia camino hacia Calera, Quillota, Vi챰a del Mar y finalmente estacion Puerto en el viejo Pancho. La duracion del viaje era de unas 4 horas y media, a veces 5 horas y cuando habia algun inconveniente, hasta seis horas. Con razon el tren tenia coche-comedor en primera y en segunda estaba la espera de los dulces en Llay Llay, los deliciosos sanguches de La Calera y las paltas y chirimoyas que se podian comprar en la estacion de Quillota. Los intelectuales del tren podian comprar la Revista En Viaje, editada por la direccion de ferrocarriles, con temas de pintura, literatura, poesia. De mas esta decir que en los trenes se podia fumar, tomar bebidas, malta o pilsener, que venian heladitas en los canastos con hielo de los vendedores y cubiertas con un mantel blanco.

En otras palabras, el viaje de Puerto a Mapocho era todo un acontecimiento social, deportivo, politico, amoroso o de negocios, dependiendo de quienes fueran los pasajeros. Pero se demoraba mucho y las fuerzas "vivas" de ambos terminales comenzaron a hinchar porque Ferrocarriles comprara equipos nuevos y mas rapidos. Pero eso demoraba; habia que tener la plata o pedir prestamos, lograr el acuerdo del Presidente con el Congreso, esperar que se aprobara la ley y despues llamar a licitacion internacional, dar tiempo para que los bien puestos se arreglaran los bigotes con la adjudicacion y finalmente esperar que llegaran los nuevos trenes.

Eso ocurrio como a comienzo de los a챰os sesenta. Y la empresa favorecida con la adjudicacion de TRES nuevas locomotoras para el recorrido de Valparaiso a Santiago fue la mayor empresa italiana de fabricacion de trenes. De ahi a que llegaran las locomotoras a Valparaiso por barco pasaron meses y cuando ello ocurrio, fueron recibidas con bombos y platillos en el muelle y desembarcadas en medio de la sonajera de cuanta huevada podia hacer ruido por ahi cerca. La promesa era que las nuevas locomotoras harian el viaje en TRES horas, todo un record para ese tiempo.

Por entonces era norma comun que los trabajadores ferroviarios bautizaran a las locomotoras y los trenes de cierto horario y recorrido con diferentes nombres y denominaciones. Cuando las tres nuevas locomotoras italianas fueron desembarcadas, su sola nueva pinta causo sensacion. A diferencia de las antiguas locomotoras cuadradas y grises de anta챰o, esas con la campana en la nariz que se batia acompasadamente al ritmo del tren, estas nuevas italianas eran mas aerodinamicas, curvadas hacia la punta, mas "pechugonas", de colores mas llamativos, tono guinda seca, con un gran reflector en lugar de campana y con ventanas que semejaban de aviones.

Apenas la primera locomotora fue bajada, ahi mismo fue bautizada por los trabajadores. Era la mas nueva, la mas linda y llamativa, nunca mas fue llamada locomotora en los recintos de ferrocarriles; desde ese momento fue conocida como la SOFIA LOREN, la mas italiana, bella y arrastradora locomotora-actriz que tuvo el recorrido Valparaiso-Santiago. La segunda locomotora fue bautizada como Gina Lollobrigida y la tercera no importaba mucho, algunos la llamaban Claudia Cardinale y otros simplemente "La Claudia".

Pero la mas importante fue la Sofia Loren; ella se encargo de los viajes mas importantes: del expreso que salia a las 11:45 y llegaba a Mapocho a las 3 de la tarde y volvia a las 6 de la tarde para arribar a Puerto a las 9 de la noche. Habia pasajeros regulares que se negaban a viajar si el tren no era tirado por la Sofia Loren y como se sabian los numeros de matricula, era facil saber si les pasaban Claudia por Sofia. Aunque habia muchos que preferian a la Gina porque decian que hacia menos ruido. Pero la Sofia era mas suave, rechinaba menos en la cuesta antes de Til Til y ademas tuvo mas seguidores y adeptos desde el principio. No podia ser de otra manera, era la Sofia Loren.

Poco a poco los trenes fueron dejados de mano y cuando el narigon Frei inauguro el tunel Lo Prado, los buses se adue챰aron de los pasajeros; era mas rapido y moderno viajar en bus. Solo los romanticos siguieron fieles a las italianas hasta el final. Cuando fue el golpe el 73, los buses ya eran la principal forma de transporte a Santiago. Sin embargo, recuerdo que el diputado comunista Carlos Andrade, que en Valparaiso era tan conocido como Guastavino, ya que era el presidente de los profesores, habia sido regidor y su rostro era conocido en el Puerto, apenas salieron las listas de los mas buscados, decidio viajar a Santiago para asilarse en la primera embajada que encontrara. Pero el viaje en bus era arriesgado, mucha gente lo conocia. Decidio entonces viajar en tren, como caballero antiguo; compro pasaje en primera, se puso un viejo "sobretodo" gris y su sombrero de antes y se subio al expreso de mediodia. Asi llego a Santiago, montado quizas en la Sofia Loren, viajo al exilio y alla murio, jamas pudo volver a su Puerto, como tantos otros.

Un dia las italianas, comandadas por la Sofia Loren, fueron desarmadas, vendidas como fierro viejo. O quizas queda el consuelo que fueron regaladas a un museo de ferrocarriles y quizas la Sofia Loren aun pueda mostrar su belleza de locomotora suave, sensual y seductora, reina de las curvas, la mas bella locomotora que tuvimos la suerte de montar en esos lejanos viajes que aun no sabemos si fueron reales o quizas un sue챰o en la neblina del puerto.

Durante el gobierno popular, solia visitarme en Vi챰a del Mar mi querido compa챰ero lumumbero Sergio Leon. Por entonces Sergio, ingeniero de la Lumumba, se desempe챰ana como Sub-director de Ferrocarriles del Estado. En tren llegaba, quizas en la Sofia Loren y cuando terminaban sus actividades de trabajo podiamos hacer vida social lumumbera. Muy gratas eran las visitas de Sergio Leon; nunca mas supe de el en estos 30 a챰os y si alguien lo ve, por favor le dan mis saludos y le dicen que le dedico estos recuerdos de la Sofia Loren, viajando tantos a챰os, entre Mapocho y Puerto.

 

Marcos Medalla

Hincha de la Sofia

Octubre 2004