jueves, 21 de octubre de 2004

Un amor imposible. Parte 2 y última.

Queridos Lumumberos !
                                     Gracias querido Marcos por animarme a seguir y terminar la historia. Igualmente gracias a las companeras que por el correo privado me hicieron llegar su preocupación y sus acertados comentarios. Al mismo tiempo agradezco a las que me reputearon fraternalmente, recomendándome que mandara los mensajes al "Puro Chile" o al "Clarin". No se si existen todavía los tabloides. De partida una aclaración : mi amigo es Alemán y es abogado en sociales, así como tambien se las machuca en una estación de radiotelefonía. No sé que pasó realmente en las dos semanas que dejamos de visitarnos, pero la última semana de Agosto, fué un despligue de dias asoleados, con temperaturas que sobrepasaban los 28 grados centígrados, inusuales en nuestras latitudes. La temperatura de mi amigo, al parecer, superaba los 150 grados. En las cenas en nuestro jardín, nunca había visto a compadre más enrredado que este. Sugería temas y articulaba frases pelotudas, que el lugar de disimular las lujurias, se ponía en la mira de las sospechas como buey que decía "aquí voy bien, pero que iba entrando al matadero". La nina, con inosencia exquisita, no encontró nada mejor que llegar en hot pans y con una blusilla de encajes, que dejaban al descubierto la versatilidad de sus encantos. No era una nina habitual de trece anos. En ella se perfilaban las inquetudes adolecentes y la necesidad de descubrir los misterios de un sentimiento nuevo y dulce. Con trece anos, nunca imaginé que fuera posible que dominara con tanta maestría la puesta en marcha de la artillería femenina, capáz de romperle el juicio a cualquiera. El jetón de mi amigo, la colmó de regalos. Le compró vestimentas y algunas joyas juveniles, que aumentaron su compromiso y su metida en las patas del caballo. Cuando la necesidad de marchar de vuelta a los Urales se hizo evidente e inpostergable, por los inicios de las labores ecolares el primero de Septiembre, el abogado no se le ocurrió nada mejor que proponerle continuar estudios en Alemania para el próximo ano. En ese momento se sacó la cabeza e´chancho. La francecita, su esposa, saltó a la palestra y abandonó su posición indiferente, contrarrestando, con la furia dibujada en el semblante, que se trataba de un plan descabellado. Que significaría desmembrar la familia y aceptar sin vuelta la marginación social de su padre, en los momentos que más necesitaba de todos ellos. La pará de carro fué de frentón, sin que ello significara el haber estado informada de los besos y "arrumacos" en los rincones de su casa. Honestamente no se  que pasó después que el hombre me largara la firme. Pasaron dos semanas sin que dieran senales de vida. Más tarde me contaría, muerto de la risa, que su esposa le pasó la cuenta de una manera curiosamente singular. Le exigió cada tarde que cumpliera su responsabilidad de macho recio, quedando como estropajo y apenas con fuerzas para las labores habituales de trabajo. Tampoco le fué posible invitar a la muchachita, como entonces, a un paseo en auto por la ciudad iluminada. Siempre recibió la companía a toda su familia. El dia anterior a la partida, llegaron a nuestra casa para despedirse. La muchachita vestía una de las falditas de su "tio", que le cubrían ligeramente sus piernas de exepción. Se arregló divinamente, según mi opinión, con una blusilla marrón y cuello de encajes blancos. Parecía monjita "Carmelita", pero con carmín lijero y con los ojos resplandecientes, bajo sombrillas minuciosamente trabajadas. Mi amigo sudaba "TABASCO" y "BENCINA" y, mientras más disimulaba sus ansiedades, más cara de "guevón" ponía. Acordaron llegar para el verano del 2005, pero más tarde recibió una carta de agradecimientos, en donde la nina agregaba, en una escueta nota, que había sido un error, pero divinamente bello. Lo dijo en Ruso, confiando que el compadre encontraría al jetón que se lo tradujera. Hemos compartido con nuestros amigos varias tertulias después de la partida, pero el temita aún permanece en cartelera. A mi pregunta si se le pasó la mano en todo esto, asegura, con la misma cara de guevón y de complicidad, que nó. Pero sabe Dios !. Los caminos del amor y del senor, son intanjibles. Por eso, mis queridos companeros, de repente es bueno revisar la certeza que cabalga en las conversas de los machos chilenos "A buey viejo, pasto tierno". Más vale dejar a los muy jóvenes con los jóvenes. Los más maduritos aún tenemos lienza en la canuela, como para aprovecharnos de las delicias momentáneas de ternura de las flores silvestres. Ellas pueden acarrear espinas. Aparte que nuestras companeras son las más bellas, tiernas y dulces del pleneta. Onofre ???. Pude cerrar el tarro y guardárme el chascarro, pero habría sido una falta de solidaridad y de confianza con los activos y lectores de nuestro diario, El Purgante. Me resta enviarles mi abrazo de OSO, con la fraternidad de costumbre.
Ren챕
H체rth, 21.10.2004.-

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