miércoles, 6 de octubre de 2004

Un paseo por Colonia !

 

 

Un paseo por Colonia.

 

A finales del verano, con las hojas del otono anunciándolo, paseaba con Tatiana en el centro de la ciudad, vitriniando y despidiéndonos al mismo tiempo de los barcos que anunciaban el término de las actividades turísticas por el Rin (Rhein). En una ezquina de la catedral, tendido en una frazada de algodón de colores, un joven de 23 anos  con un enorme perro ovejero Alem찼n. El perro miraba a los transe첬ntes con tranquilidad, fijando sus ojos en cada uno de aquellos que se deten챠an para echarle unas monedas a una pequena vasija de greda negra en su cercan챠a. Bien alimentado y sujeto a una cadenilla de metal brillante, sosten챠a alrrededor de su cuello un collar de cuero con incrustacioneses de vidrio, en donde se le챠a su nombre : RUFO. El joven, con una barba de algunos dias, agradeci처 nuestro aporte y repiti처 lac처nico que solo se utilizaba para la alimentaci처n del perro. Nos alejamos despacio del lugar y los ojos de el magn챠fico ejemplar no se apartaron de nosotros, hasta que nos perdimos en una multitud de japoneses. Dimos una vuelta a la manzana y de nuevo llegamos al lugar donde se encontraban. Nos detuvimos y no fu챕 posible evitar el acercarnos de nuevo.El joven dijo que sab챠a que volver챠amos !. Se lo hab챠a dicho su perro !. Acariciamos la cabeza del animal y este refreg처 su nar챠z glacial en nuestras manos. Cuando Tatiana quizo agregar algo a la vasija de greda, el joven la detuvo con cortes챠a. Que no era necesario, puesto que ya lo hab챠amos echo. Dijo que conoc챠a a la gente a trav챕z de su perro, que le gustaba conversar con todos, m찼s siempre prefer챠a guardar silencio. Con silencio aprend챠a de la vida. Cuando ten챠a que contar algo, solo pod챠a tratarse de cosas que ya sab챠a, mientras que escuchando, se impregnaba del conocimiento ajeno. Por las tardes las repet챠a a su perro, para que no se distanciara de sus pensamientos. Dijo haberse descolgado de las cosas mundanas hac챠a algunos anos. Cuando comprob처 que que las relaciones humanas eran solo fantas챠as. En la calle, pod챠a observar a la gente del planeta, sin tener que recurrir a la farsa de mostrarle caras inexistentes. Que no quer챠a vender su conciencia ni enrredarse en los razonamientos de gobernantes, ni mucho menos hacerse cargo de sus felon챠as. El 첬nico reproche que pod챠a hacerse, era el recibir de las instituciones sociales, un medrugo mensual de alivio de conciencia de la sociedad civil. Viv챠a en un cuartucho de mala muerte, pero all챠 reinaba la igualdad. La 첬nica posible, la igualdad con su perro. No era drogadicto ni ten챠a problemas de alcohol, como se imaginaba la gente. No se lo explicaba a todos, sin embargo. Perder챠a mucho tiempo en hacerlo, aparte de despertar la sospecha que  se trataba del truco de los vagabundos ebrios o ya disminuídos con las nebulosas de los estupefacientes. Sacó una botella de agua mineral sin gas y la vació en una bandeja militar de campana, de donde bebía el perro. Luego sacó una guitarra y cantó, en perfecto espanol, “la plegaria del labrador”. Cuando comprobó nuestras lágrimas, lloró tambien por Victor Jara y por la tragedia que vivió la patria de sus hermanos chilenos. Abandonamos la plaza frente al museo Germano-Romano, con el alma en un dedal.

Tatiana caminaba sin mirarme, para evitar que las emociones lastimaran nuevamente nuestros corazones. El perro nos acompan처 nuevamente con la caricia de su mirada.

Ren챕

H체rth, 06.10.2004.-

2 comentarios:

  1. Amigos: Es muy cierto esto, muy impresionante y sucede a menudo que un simple paseo sin mayores expectativas se transforma en una experiencia unica solo por la via de conocer a alguien inesperado, pero que transmite sinceridad, autenticidad y emociones. Creo que cada uno en su ciudad o en su vecindario puede experimentar casos asi, solo de abrir los ojos y el espiritu para captar a estas personas unicas y especiales. Claro, no todos van a saber como cantar las canciones de Victor Jara ni tener un perro propio del realismo magico latinoamericano; sin embargo, cuantos Rufos desconocidos habra por todos lados! Marcos

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  2. Estimados amigos:
     
    Son muy aleccionadores los relatos de Rene.
    Sin embargo creo que todos nosotros somos "Rufos", solo que no hemos tenido el
    tiempo de volver a conocernos, escucharnos, comprendernos en los grandes cambios
    que hemos tenido en la vida.

     
    Espero que algun dia tengamos la
    oportunidad de hacerlo. Al menos creo que a traves de estas paginas hemos podido
    volver a encontrarnos y conocer algo de nuestra alma.

     
    Un gran abrazo de
     
    EUSEBIO
    PAINEMAL

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