sábado, 8 de diciembre de 2007

El Casamiento de Purisima por Juan Escobar

Segunda Parte:

Pero la fiesta no hacia más que comenzar. La tía solterona que, ya andaba bien copeteada y calentona que era, le había puesto el ojo al Sacristán, que como sabemos era tímido y hasta el momento no sabia que el tubito por donde hacia pipí tenia otras utilizaciones mucho mas entretenidas. El pobre muchacho no entendía muy bien el porqué de tanta atenciones de la solterona y el porqué que cada vez que el estaba en un rincón sentía una respiración agitada, húmeda, furiosa en su espalda y como que manos invisible lo tocaban, provocándole una intranquilidad, que si bien no desconocía totalmente, la presentía, provocándole la misma reacción que algunos sueños agitados que después de un tiempo tenía, que lo despertaba todo sudado y pegado a las sabanas por un liquido viscoso. En eso estaba pensando cuando sintió que una mano suave tomaba la suya y se lo llevaba tranquilamente, pero firmemente lejos del ruido, hacia las parvas de paja, en un trayecto donde fue perdiendo prendas de vestir y la inocencia. Más tarde reapareció la Tía solterona, arreglándose el pelo, sacándose una que otra brizna de paja del pelo, del vestido, hablando sola, acarisiandose entre las piernas, repitiendo que burro!! que burrito!! Que burrazo!! Luego con un aire que parecía inteligente, como quien había comprendido la cuadratura del círculo agregó de manera categórica.¡¡Seguro que a este, cuando chico, le pusieron una inyección de burro!! . Luego respondía entre suspiros, que si, que claro que si, a todo lo que se pedía, que todo estaba divino y si mal no recuerdo la toca que traía puesta, se parecía enormemente a un par de calzones puestos al apuro sobre la cabeza. Por el lado opuesto apareció el sacristán con el rostro encendido, mas seguro de si mismo, conocedor del misterio de la vida y pensando que la experiencia que venia de vivir, sobrepasaba de lejos todas las solitarias y frías aventuras oníricas pasadas o imaginadas hasta el momento y con un brillo extraño en la mirada como la de un verdadero predator, como ave de caza, afilándose las uñas y olfateando, en busca de más, de mucho más carne fresca y perfumada. Aunque no siempre fue carne fresca y perfumada, pues, más tarde, según dicen las malas lenguas, la tortilla se dio vuelta, y en un momento de apuro, y como el dicho lo dice, en tiempo de guerra, cualquier hoyo es trinchera, el mismo Señor Cura pago tributo a esta virilidad naciente. Dicen que después, el pobre anciano, cada vez que lo veía, mostraba un rostro de horror, haciéndose la señal de la cruz en la frente, en el pecho, por arriba, por abajo, por todos lados y con sus con ojos enormes y casi saliéndose de sus orbitas, se paseaba con las dos manos protegiéndose el culo o siempre pegado a la muralla. Los únicos momentos de paz eran cuando estaba sentado, pero ahí los malos pensamientos lo asaltaban y su comportamiento comenzó a cambiar poco a poco. Luego le dió por jugar al luche y a la reina Maria que baila, que baila y si….Mas tarde en la misa comenzó a decir que la virgen Maria era una pesada, que Maria Magdalena no era de su nivel y que no tenia clase, que Pedro el pescador era de lo más peludo y chori que podía haber y que Judas si que era un tipo que tenia cojones .Luego agregó que Sodoma y Gomorra debían de ser declaradas ciudades Santas y que Jerusalén no estaba ni ahí. Esta fue la gota que hizo desbordar el vaso y el obispo, a quien no le gustaba nadita la influencia del sacristán sobre cura, decidió arreglar el problema de una vez por todas. Para darle una buena y merecida lección al sacristán, lo hizo nombrar su secretario privado. Más tarde, ya viejos, Cura y Obispo, jugaban a las muñecas, bordaban y tejían juntos.

Otro de los paracaidistas llegado en la micro de Huelqu챕n, era un soldado yankee, desertor de la guerra de Vietnam, que lleg처 con cara de perro apaleado y muerto de hambre. Una vez que comi처 y bebi처 hasta que se le paro el hoyo, se puso hablar de su valent챠a y del coraje que hab챠a demostrado en el campo de batalla. De su mochila comenz처 a sacar toda clase de armamento que utilizaban para aniquilar a los porfiados vietnamitas que no entend챠an, que los buenos eran los yankees, y que los malos, eran ellos, que se obstinaban en defender su patria, sus familias, su dignidad de seres humanos libres, que luchaban contra el invasor sin dar tregua, con una valent챠a que no estaba en sus manuales gringos, ni en los cursos gringos de destrucci처n que hab챠a seguido. As챠 sac처 varios fusiles F-16, pistolas, cuchillos, bombas de NAPALM, unos bombarderos B-52, un par de tanques y una cantidad impresionantes de otras armas capaces de aniquilar cualquier ej챕rcito, pero nunca a ese pueblo heroico. As챠 que con gran sabidur챠a ,concluy처 que ante este tipo de gente que no entienden que tienen que perder, no queda mas remedio que apretar raja, lo antes posible agarr찼ndosela a dos manos y que los depravados que hac챠an negocio con la guerra y sus ac처litos , se fueran a la misma mierda y que peleen ellos si quieren. Luego sigui처 hablando de sus proezas, hasta que apareci처 el chino Morales a quien, confundi처 con un vietnamita. Ah챠, se puso p찼lido y comenz처 a achicarse hasta convertirse en un peque챰o reptil negro que se escurr챠a bajo la meza. As챠 arrastr찼ndose como culebra se alej처 y cuando recuper처 el habla, se puso a gritar que lo hab챠an traicionado, que quer챠an entregarlo al enemigo, que quer챠a ser protegido por la convenci처n de Ginebra, que era casado, que tenia hijos y salio corriendo y gritando entre los cerros que mas tarde volver챠a a vengarse y que si no fuera porque la S챕ptima Flota anda todav챠a detr찼s de Blackaman el Mago, ver챠amos lo valiente que ellos son cuando los pueblos no se defienden. Balbuceo algo as챠 como la operaci처n UNITAS pero desgraciadamente ya estaba demasiado lejos y no le dimos mayor importancia. Grave error, mejor le hubi챕semos dado. El secretario del partido, gran te처rico y conocedor de todas las t찼cticas b챕licas y pol챠ticas habidas y por haber, pues el partido controla todo, que estaba presente, concluy처 que se enoj처 y se fue porque no hab챠an HUMITAS. Mas tarde, este heroico yankee apareci처 en algunas fotos al lado de un siniestro y oscuro general de obscuros anteojos y de bolsillos sin fondos, cuyos meritos mas conocidos fueron el de ser un traidor, un cobarde un asesino y un ladr처n.
En 1982, alguien compar처 su ignominiosa huida con el caso de los soldados argentinos que durante a챰os ultrajaron a su pueblo haciendo ostentaci처n de soberbia y crueldad, pero cuando llegaron los ingleses a las Malvinas, se les aconcharon lo meados y huyeron cada uno por su lado lo m찼s r찼pido que pudieron, sin dignidad, sin ninguna decencia, como verdaderos soldados a sueldo.

Don José, alias Don Cacha Floja, cuyo apodo lo debe a la a la indiscreción de Doña Carmelita, que en paz descanse, que se quejaba de la poca performance de su marido en la cama, diciendo que era flojo, flojazo, que se quedaba dormido cuando estaba arriba, que pasaba lo mismo cuando lo ponía abajo y que la única vez que ella pensó que había logrado llevarlo al séptimo cielo, fue cuando escuchó, un suspiro largo y angustiado y en su orgullo femenino le pregunta: acabaste rico mijito? Este le responde con mucha congoja. No mijita. Me cagué, me cagué entero. Bueno, Don Cacha Floja desapareció como a las cuatro de la madrugada, sin dejar huellas. Lo buscamos por todas partes y nada. Todo el mundo lo había visto que estaba ya bastante cosido y como la noche estaba mas fría que corazón de Papa, se inició una búsqueda para localizarlo antes que se congelara. Todo fue inútil, en las parvas de paja se descubrieron varias parejas que estaba haciendo yoga, pues habían hartas piernas abiertas hacia arriba y un enredo de brazos y cabezas que más parecía un espectáculo de circo chino que otra cosa, pero ellos dijeron que era para entrar en calor antes de continuar buscando una espiritualidad perdida por culpa de una sociedad corrompida que no los comprendía y se enojaron al ser distraídos por las luces de las linternas. En las cunetas encontramos otros en cuclillas y rodeados de perros que esperaban que el ají de las empanadas, de los perniles, y de los arrollados picara por tercera vez. Pero del perdido, ni rastros. A las cinco de la mañana, cuando Josefa va al gran horno de barro para calentarlo y cocer el pan amasado, mete la leña, prende el fuego y se forma la ahumadera consiguiente, cuando escuchan gritos y aullidos del fondo del horno y ve salir un masa negra y humeante.La pobre cayó de poto tres veces y no pudiendo lograr mantenerse en pie se pone a gritar El Diablo!!!…el Diablo!!! con unos gritos de horror y espanto que hasta el más borracho despertó. Todos salimos corriendo para ver de qué se trataba. Ahí pudimos constatar que se trataba de Don Cacha Floja que se metió al horno para dormir y cuando el fuego prendió, salio como pudo, todo chamuscado, echando puteadas contra medio mundo y pidiendo un traguito para pasar el susto
Vale decir que de este horno sal챠a el mejor pan amasado de la regi처n, como tambi챕n las mejores empanadas y pasteles de choclos con un gusto y aroma que me siguieron durante toda mi vida y que nunca mas pude encontrar, porque tengo la impresi처n que estos platos, en el exilio son sin alma, sin sabor, preparados solamente con trapos, papel y aserr챠n. Imposible imaginar las legendarias cald첬as preparadas con aceitunas sin cuescos, cebolla sin olor, pasas sin pepas, sin carne picada, sino molida, choclos dulces, masa hecha con harinas blancas, seguramente blanqueada con cloro y mejor me callo sino me pongo a llorar.
M찼s o menos a la misma hora, otro grupo a quien ni el tinto ni el otro lograban calentar tuvo la ingeniosa idea de hacer un fueguito en el piso del autom처vil de uno de los invitados de marca. Al principio fue un fuego bastante modesto y controlado al interior de un peque챰o brasero, pero el vino y la chicha fueron agregando le챰a hasta que el fuego se propag처 por los asientos hasta llegar al deposito de gasolina provocando un incendio total del vehiculo y con los valientes descendientes de los araucanos danzando alegremente alrededor. En un entusiasmo desmedido algunos danzaron tanto alrededor del auto en llamas, que se les gastaron las piernas hasta las rodillas.Nadie trato de apagar el fuego, nadie llamo al bombero voluntario, que seguramente estaba m찼s ocupado e asuntos m찼s urgentes.
Don Antonio estaba convencido que Do챰a Julia le pon챠a el gorro con el Chico Maraco, cosa que todo el mundo sab챠a, pero que nadie se atrev챠a a decirlo en publico porque en ese caso habr챠a perdido todo lo obsceno y prohibido que tiene un buen chisme. El asunto es que a medida que avanzaba la noche y que el vino iba haciendo su efecto, los celos de Don Antonio aumentaban, el todo, complementado con las coqueter챠as de la Do챰a, con varios otros invitados, incluso con Don Rusio, el viejo maric처n que cuando se pegaba algunos tragos le daba por andar pegando agarrones al marrueco de quien estuviere cerca. Tambi챕n, esto puso de mal humor al Chico, quien herido en su orgullo propio, por puro despecho, de puro macho que era, se puso a tomar como vaca hasta que tuvo problemas para mantenerse en pie. As챠 parti처 a buscar un consuelo para sus penas y un lugar donde dormir. A la madrugada, cuando despert처 sinti처 que el mundo giraba mucho m찼s r찼pido y que corr챠a de manera vertiginosa, ve챠a pasar cerca de su cara las hierbas y 찼rboles como en una pel챠cula y un fuerte dolor en los tobillos. Quiso pararse, pero no pudo. Una fuerza sobrehumana lo arrastraba de espaldas, tir찼ndolo de los pies .Pudo levantar la cabeza y vio una masa grande y fea que corr챠a delante de el. Un olor familiar le impregn처 las narices y levantando nuevamente la cabeza identific처 la masa que corr챠a delante de el. Era el culo de un chancho y cuando vio las dos enormes bolas que se mov챠an de un lado para otro reconoci처, el barraco reproductor de la mam찼 de la novia. El cuadr첬pedo lo arrastraba por los potreros, rompiendo sus pantalones, dejando uno que otro pedazo de nalga en un roquer챠o y con una que otra espina cuando pasaba por alguna mata de cardo. El autor de la fechor챠a fue Don Antonio, o mejor dicho los celos de don Antonio, quien aprovechando que el Chico estaba bajo los efectos del vino, lo amarr처 de los pies al animal y en seguida le peg처 unos buenos rebencazos a la pobre bestia para que saliera corriendo. Creo que todav챠a corre y todav챠a se escuchan los gritos del Chico. La 첬ltima vez que lo vieron ya iba pasando por Puerto Montt. Dicen que cuando Do챰a Julia se enter처 de lo acontecido, se puso furiosa contra su marido y lo castig처 de manera ejemplar, priv찼ndolo completamente de lo que otros recib챠an en abundancia. Don Antonio acept처 estoicamente el castigo, pero mas tarde pudimos comprobar que las vacas, las yeguas, las burras, las ovejas, corr챠an alegremente hacia el, cuando lo ve챠an.
El d챠a domingo a medida que algunos despertaban, otros se dorm챠an as챠 fue como hasta las seis de la tarde, hora que la fiesta comienza a tomas color de nuevo. Los paracaidistas segu챠an llegando y parec챠a que se pasaban el dato unos a otros. Llegaban en carretelas, motos, camiones, a pie, la micro de Huelqu챕n lleg처 repleta y hasta el chofer se qued처 a la comilona, y as챠 sigui처 por varios d챠as, por varias semanas. Los que ten챠an trabajo part챠an en la ma챰ana y volv챠an en la tarde y as챠 segu챠an durante toda la noche, comiendo y bebiendo y esto incluso durante el periodo de las grandes lluvias, cuando la micro ya no pod챠a continuar y que estaban obligados a ir a trabajar nadando. En los cerros comenzaron a aparecer carpas y medias aguas, una verdadera poblaci처n callampa y la gente ven챠a a festejar, aprovision찼ndose de paso, en trago y comida para luego volver a sus refugios
As챠, lleg처 septiembre. La tierra comenz처 a despertarse y a llamar a sus colaboradores. Un d챠a, Hilario se levant처 temprano y de buen humor sintiendo en sus venas el llamado ancestral, el llamado primario que lo un챠a a la madre creadora. A la Pacha Mama de nuestros hermanos peruanos. Mir처 a su alrededor y dijo: Ya carajo, se acab처 el hueveo. Todo el mundo a la calle!!!. No quiero ver a ning첬n huev처n m찼s por aqu챠!!!. Una vez que vio partir el ultimo de los bolseros, invitado o no, tom처 su pala y parti처 alegremente a preparar la tierra para fecundarla nuevamente con las mejores semillas de sandias y melones que solo se encuentran en la zona de Paine.



Juan Escobar

Qu챕bec 2007-11-28



Notas;

Pura= diminutivo de Pur챠sima

Bolsero= paracaidista= persona que llega a una fiesta sin ser invitado

Cabalgar en pelo= cabalgar sin montura

Cosido=borracho

Copeteada= un poco borrachada


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