No es de izquierdas, es fascista
El refer챕ndum para reformar la Constituci처n venezolana pretende culminar la llamada "revoluci처n bolivariana". Pero los j처venes se han convertido en la inesperada n챕mesis de un r챕gimen militarizante
IBSEN MARTÍNEZ 01/12/2007
Con una poblaci처n de unos 26 millones de habitantes, Venezuela tiene 1,4 millones de estudiantes universitarios. Los sondeos m찼s confiables arrojan que el 75% de ellos est찼n en contra de la reforma constitucional urdida a solas por Hugo Ch찼vez, aprobada en volandas y a puerta cerrada por su Asamblea Nacional y cuya sanci처n definitiva se votar찼 en el refer챕ndum de ma챰ana domingo.
No son pocos los chamos (el modismo venezolano para "muchachos") que se oponen a algo que la sorna criolla ha bautizado polis챕micamente como "la deforma".
El movimiento estudiantil que, desde mayo pasado, desaf챠a en las calles con t찼cticas de pac챠fica resistencia civil las m찼s aparatosas medidas tomadas por Ch찼vez para acallar arbitrariamente los medios independientes privados, ha resultado un agente colectivo novedoso tanto para la durante a챰os err찼tica direcci처n pol챠tica opositora como para el propio Ch찼vez.
Me apresuro a decir que este artículo no pretende reseñar lo que los enviados especiales de la prensa mundial ya han divulgado suficientemente, en muchos casos con no poca simpatía hacia estos chamos. Pero no me perdonaría seguir adelante sin compartir con los lectores de EL PAÍS el intercambio ocurrido entre una reportera de la televisión oficial que hace pocos meses, sorprendida en el fondo como el que más por la repentina aparición de millares y millares de chicos y chicas de todos los sectores sociales en las manifestaciones de protesta, entrevistaba a uno de sus dirigentes:
-쩔Pero de d처nde han salido ustedes? 쩔D처nde han estado todos estos a챰os?
-Est찼bamos creciendo, mamita -fue la fulminante y jocunda respuesta del chico quien, efectivamente, y como los millares que se han incorporado al llamado "Bloque por el No", contar챠a s처lo nueve u 11 a챰os de edad cuando el comandante gan처 las elecciones de 1998. Ch찼vez tiene ciertamente en los estudiantes universitarios a un inopinado adversario dispuesto a darle pelea a sus designios autocr찼ticos y totalitarios m찼s all찼 del 2D.
En varias ciudades de Venezuela, ya sea que estudien en planteles de educaci처n privados o p첬blicos (donde el chavismo, pese a todo su poder챠o institucional y econ처mico, no ha podido en casi una d챕cada ganar una sola elecci처n en los consejos estudiantiles), los muchachos se han convertido en la inesperada n챕mesis de un r챕gimen crecientemente militarizante.
La respuesta del presidente de Venezuela ha sido tan intemperante y desatinada como cab챠a esperar. En poco tiempo ha pasado de despacharlos como "ni챰os de pap찼" a llamarlos "agentes de la CIA"; bien pint찼ndolos como bobalicones "peones del imperio"; bien como peligrosos terroristas conchabados con un protervo plan golpista de la "oligarqu챠a".
Lo que estas notas buscan, m찼s bien, es oponer algunos argumentos que contradicen campanudas aseveraciones hechas, una y otra vez, por los valedores extranjeros que Ch찼vez y su "revoluci처n bolivariana" se han granjeado entre algunos sectores de la izquierda pol챠tica, acad챕mica y medi찼tica del llamado Primer Mundo.
Es sabido, tambi챕n, que Ch찼vez, en su obsesi처n medi찼tica, ha reducido la canciller챠a venezolana a ser s처lo una versi처n criolla de la c챕lebre Secretar챠a de Informaci처n y Turismo franquista.
Ello explica por qu챕, y es s처lo un ejemplo, el embajador venezolano ante el Reino de Espa챰a, don Alfredo Toro Hardy, publicase el jueves pasado en El Universal de Caracas un art챠culo reproducido en medios globales de Internet. Pretendiendo tapar con un dedo nuestra interminable discordia nacional, Toro Hardy termina diciendo: "En s챠ntesis, los venezolanos son los ciudadanos m찼s satisfechos de Latinoam챕rica en t챕rminos del funcionamiento y la equidad de su democracia y de la situaci처n de su econom챠a".
Llegado aqu챠, me servir챕 de las declaraciones que el joven l챠der estudiantil venezolano Jon Goicoechea, en modo alguno un ni챰o de pap찼 sino el nieto de laboriosos inmigrantes vizca챠nos que acumula cum laude como estudiante de Derecho en la Universidad Cat처lica Andr챕s Bello, brind처 esta semana al corresponsal de La Vanguardia de Barcelona: "Ch찼vez no es de izquierda: es fascista".
쩔Con qu챕 razones desaira de este modo este cr챠o el docto parecer de gente tan engag챕 como Tariq Ali, Ignacio Ramonet, Gaspar Llamazares y, hablando en general, de todo lo que la guasoner챠a criolla llama "eurochavismo"? 쩔Ser찼 posible que, en Venezuela, pese a la pr챕dica a favor de los pobres, la amistad con Cuba y la vociferaci처n antiimperialista contra Bush, los adelantados del emperador Carlos V y el rey Juan Carlos de Borb처n, haya comenzado a condensarse una oposici처n "de izquierda" al comandante Hugo Ch찼vez?
La pregunta es oportuna, creo, porque con frecuencia escuchamos a voceros del eurochavismo exclamar "쩔Cu찼ntas elecciones tiene que ganar Ch찼vez para que se le tenga por dem처crata?".
Hacer algo de historia reciente quiz찼 vendr챠a bien. En 1996, casi al mismo tiempo que Hugo Ch찼vez terminaba su traves챠a del desierto predicando -justo es recordarlo- el abstencionismo electoral, Fareed Zakaria terminaba de escribir un ensayo llamado a ser muy influyente en breve tiempo. Uno de los p찼rrafos iniciales de este ensayo, titulado The rise of Illiberal democracies (El ascenso de las democracias no liberales), dec챠a lo siguiente:
"Reg챠menes democr찼ticamente electos, a menudo, reg챠menes que han sido reelectos o reafirmados en virtud de referenda, est찼n ignorando rutinariamente los l챠mites constitucionales al poder y despojan a sus ciudadanos de derechos y libertades b찼sicos. Ya se trate del Per첬 o de la Autoridad Palestina, de Sierra Leona o Eslovaquia, de Paquist찼n o las Filipinas, asistimos al ascenso de un perturbador fen처meno internacional: la democracia no-liberal". N처tese que Ch찼vez no aparec챠a todav챠a en escena.
Llegado el momento, Zakaria hizo de su ensayo la nuez de un libro, El futuro de la libertad (Taurus, Madrid, 2003).
"En realidad" -sigo invocando a Zakaria- "este paquete de condiciones
[imperio de la ley, separaci처n de poderes y libertades b찼sicas], que podr챠an llamarse 'liberalismo constitucional' es te처ricamente diferente e hist처ricamente distinto de la democracia a secas".
Zakaria se챰ala algo valioso al advertirnos que en el mundo que nos ha tocado vivir, a fines del siglo XX y albores del XXI, la democracia puede estar floreciendo, mas no el liberalismo constitucional.
En el caso de Venezuela se a챰ade el fen처meno de ser nuestro pa챠s un petro-Estado heredero de la tradici처n regalista espa챰ola: el petr처leo de nuestro subsuelo nunca ha sido ni de los ricos ni de los pobres, sino tan s처lo del Estado; esto es: "del Gobierno". Los petro-Estados se caracterizan por su incapacidad para sacar provecho de los booms de precios, y por su munificencia sin controles: Ch찼vez hall처 13 ministerios y hasta la fecha ha creado 30 m찼s sin que la pobreza ni la corrupci처n hayan disminuido un 찼pice.
En cuanto a lo ideol처gico, el bolivarianismo -"la 첬nica filosof챠a pol챠tica que los venezolanos hemos sido capaces de discurrir en casi dos siglos de vida independiente", como afirm처 el desaparecido historiador venezolano Luis Castro Leiva- es un historicismo de la peor especie que entra챰a una moral inhumana e impracticable y, por ello mismo, tremendamente corruptora de la vida republicana. Una perversa "escatolog챠a ambigua" que s처lo ha servido para alentar el uso pol챠tico del pasado.
쩔Puede extra챰ar que entre los integrantes del bloque por el NO, se cuenten ahora sindicalistas de raigambre trotskista que llevan a챰os resistiendo los designios de Ch찼vez de crear un sindicalismo dirigido desde Palacio? 쩔O que Podemos, una importante fuerza de su coalici처n de izquierdas y que en las presidenciales de 2006 obtuvo 800.000 votos, m찼s varias gobernaciones, se oponga hoy vehementemente a la reforma?
Si hiciese falta otro indicio de que una izquierda democr찼tica insurge contra el autoritarismo militarista y de partido 첬nico de Ch찼vez, ah챠 est찼n los chamos como Goicoechea que siempre, siempre, est찼n a la izquierda.
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