jueves, 3 de enero de 2008

El Bolívar fuerte.

Queridos Lumumberos !

                                        

                                         Eso de quitarle los ceros a las monedas nacionales, no siempre han dado buenos resultados. Después de algunos años de emisiones inorgánicas, aparece con otro nombre o simplemente se le vuelven a quitar otros ceros para poner las cosas en “orden”. La reforma del bolívar por el bolívar “fuerte”, era una necesidad que venía discutiéndose desde hacía mucho tiempo. Se hablaba de facilitar las operaciones internacionales o simplemente de simplificar los trámites en bancos y cajeros automáticos. A mi juicio, sin embargo, más tiene que ver con el intento de las autoridades económicas Venezolanas de frenar la inflación, que llegó a finales de Diciembre por sobre el 22% oficial. Una de las mayores en el continente americano, dicho sea de paso. Desde hace algunos meses se controlan los precios de cerca de 500 productos de consumo corriente, lo que ha devenido en el encarecimiento de los mismos por su demanda. Se debe, más que nada, a la falta de suministros de estos productos por la industria nacional, obligando a la nación caribeña a importarlos, pero en cantidades insuficientes. Los chilenos recordamos aún la tristemente célebre Dirinco, que en un esfuerzo para detener el desabastecimiento producto en gran parte por el acaparamiento, movilizó los procesos inflacionarios a cifras nunca vistas en el país. Me da la impresión que algo similar ocurre en Venezuela. Los controles estatales sobre los precios nunca ha sido una buena medida. Con ello se deja fuera las fuerzas del mercado, encargadas de regularlos a través de la oferta y la demanda. Es innegable que existe una mayor demanda por el mejoramiento salarial de un importante grupo ciudadano, pero al mismo tiempo habría que señalar que un sector productivo a dejado de funcionar debidamente. Y no creo que se trate de sabotaje productivo en contra de las autoridades políticas, sino solo mal manejo de los incentivos por parte de estos últimos. Recuerdo que a los parceleros chilenos de la región de Buin y Paine, se les autorizaba un máximos de diéz unidades monetarias (ya no recuerdo si eran pesos o escudos) por sus melones de exportación, en circunstancias que en el mercado se manejaban por encima de los 50. Llegaban los camiones de “empaque” y se llevaban la producción del año a exportadoras que hacían el gran billete con los precios internacionales del producto. El año siguiente no había producción. Faltaban los fertilizantes, las semillas y sobre todo, el incentivo para producir. Como dejaron de producir, llegaban los buses con “los compañeros” con banderas a expropiar y a tomarse las propiedades de los que fueron en días  pasados nuestros aliados naturales. Se aceleraron las presiones del mercado paralelo y….., la economía se fue a la cresta. Claro que hubo acaparadores, sabotaje, gente que se enriqueció ilícitamente con el mercado negro, pero los verdaderos culpables de la hecatombe económica fueron otros. “Expertos” de la CEPAL, del BID y de otros organismos internacionales, llegaron disfrazados de “revolucionarios”, amigos incondicionales de este o del otro partido, pero en el momento de los que hubos, se echaron a volar. Llegaron más tarde para participar en la “concertación”, llenos de diplomas académicos y provistos de otra “ideología” económica : la economía social de mercado. La misma que combatieron mientras eran apernados de la fenecida Unidad Popular. Los que participaron de la opción de que otro desarrollo era posible, quedaron afuera de cualquier participación en el nuevo desarrollo. Honestos fueron los menos, dicho sea de paso. Esos menos no tienen cabida en la nueva realidad chilena. Pero me estoy alejando de lo que quería decir. Me refería a Venezuela y al peligro inminente de tropezar con la misma piedra que tropezamos nosotros los chilenos. En cuanto a Cuba, los chascones mantienen y persisten en que el desarrollo económico debe seguir siendo “revolucionario”. Sin analizar la experiencia de otros pueblos que tuvieron la valentía de constatar que un poquito de iniciativa privada, ayuda a consolidar los procesos sociales. Los ejemplos de China y VietNahm están a la vista. Por lo menos en lo que se refiere al desarrollo económico. En lo político, mejor cierro el tarro. No así para el caso de Cuba, en donde se siente la presión ciudadana en los últimos meses. Las últimas publicaciones de Fidel hablan un poco de la necesidad de cambios, más sin decir concretamente a lo que se refiere. Raúl habla en forma parecida, pero sin cambiar la fraseología panfletaria que ha acompañado estos casi 50 años de revolución. Los índices de crecimiento económico a que se refería con razón nuestro amigo el Gato Cerda, son realmente una mentira histórica. Nunca faltan los incautos que aplauden estos “éxitos” fuera de Cuba. No tengo problema que se los tragen. Pero hay un pueblo que se caga de la risa con estas publicaciones falsas : el mismísimo pueblo Cubano. Hay si aumentos significativos en la isla : la represión y el desabastecimiento, así como también la protesta solapada para no ir a parar a la cárcel. Un fuerte abrazo de año nuevo a todos, con la fraternidad de siempre.

Ren챕

Alemania, 03.01.2008.-

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