lunes, 25 de agosto de 2008

Olimpiadas y la cagada olímpica.

Queridos Lumumberos !

                                         Los juegos ol챠mpicos terminan hoy con los medalleros de siempre, aunque el ganador no es Estados Unidos de Am챕rica como de costumbre, sino que la rep첬blica Popular China. Todo el mundo reconoce la impecable organizaci처n de los juegos, aunque se insiste en que el pa챠s no se respetan los derechos humanos y que las libertades democr찼ticas est찼n restringidas. Sobre el particular no hay mucho que agregar, pero observando hist처ricamente el desarrollo de China, es innegable que tambi챕n han avanzado en esa materia. No como quisi챕ramos, pero recordemos quiz찼s que hace solo 20 a챰os, el hambre y la necesidad era el derecho elemental humano m찼s pisoteado en el pa챠s. No s챕 si trata de un milagro econ처mico, pero si s챕 que se trata del esfuerzo sobrehumano de su poblaci처n para salir de la miseria. Los gobernantes  y las circunstancias obligaron a combinar los elementos del socialismo y la iniciativa privada de aquellos que no podían esperar ser empleados del estado, como en el pasado del socialismo real europeo. La gravitación de China en el mundo es enorme, como se comenta en las grandes metrópolis económicas del orbe, lo que dará lugar a una fuerte resistencia por parte de los países industriales tradicionales a la eventual pérdida de mercados. La ofensiva mediática contra China ya puso su enorme maquinaria en movimiento para desacreditarla. Por otro lado, no es difícil encontrar irregularidades en la administración de la justicia interna ni en la repartija de oportunidades entre su población. China, mientras más avanza en lo económico y en lo científico, mayores dolores de cabeza le llegan a los administradores de occidente pensando en que el poderío militar de la nación asiática también es proporcional a los avances comentados más arriba. No es fácil encontrar la fórmula que nos entregue un desarrollo de un país como el desarrollo ideal para los pueblos en despegue. Estoy convencido que China seguirá avanzando y su cooperación con el tercer mundo, lo que aumentará paralelamente el descontento de las naciones industriales, acostumbradas a explotar a los países en desarrollo sin derecho a pataleo. No creo que se trate de un modelo digno de ser copiado, pero algunas naciones que insisten en continuar con el socialismo a la soviética, podrían cortar una rebanada de China para cumplir por lo menos con los suministros esenciales para sus poblaciones. Con las olimpiadas no solo hemos visto a la China que las autoridades de ese país quisieran mostrar al mundo, sino que también vimos a la China que las grandes empresas mediáticas quisieron y pudieron mostrar. El segundo canal de TV Alemán, la ZDF, mostró lo que quiso. Incluso cambió a un equipo de reporteros que en opinión de sus redacciones, mostraron un país demasiado pujante y con una población bien vestida y alimentada. Se fueron a una provincia donde vive la etnia de los Ugoríes, que hace medio siglo se encontraba en abierta beligerancia con los dictadores de Pekín. Es sin duda una región pobre y empantanada en tradiciones medievales, difíciles de eliminar por decreto o endilgar por los caminos de las comunicaciones modernas y del consumo. Para ello, los periodistas tuvieron que viajar en trenes y camiones especiales, pero obtuvieron el reportaje que dejó sin duda contentos a los televidentes que no duermen tranquilos pensando en el potencial desatado en China. Sobre todo, agobiados por los temores de nuevos conflictos en la lucha por los mercados, necesitaban algo que calmara sus apremios por el echo de que China se empinaba sobre las economías tradicionales de Europa y América y podría el día de mañana ser el modelo de los pueblos “libres”.  Pero no todo fue brillo en las olimpiadas. Hubo “atletas” dopados, principalmente de Europa del este (Bulgaria, Rumania, Ucrania), pero también de los inmaculados Alemanes. La mayor cagada y la muestra ejemplar de la OJOTA DE ORO, la dejó el Cubano Ángel  Volodia Matos. Descontento por su eliminación por superar el tiempo de un minuto en recuperarse de una herida en su combate con un Kasajo, no encontró nada mejor que propinarle una patada en la “sanguchera” al arbitro Sueco. No habría sido nada si la reyerta hubiese sido jugando al naipe, sino que disputando una medalla en “Taekwondo” entre el Cubano y el Kasajo. La chuleta le costó caro al Cubano. Fue eliminado de por vida por la federación mundial de Taekwondó, aparte de ser eliminado, también de por vida, de las olimpiadas venideras. Los Cubanos se fueron de culo también en el boxeo, donde tradicionalmente obtenían muchas medallas doradas. Quien piensa que el boxeo es estático y poco se puede aprender de nuevas técnicas, le pasará lo mismo que a los púgiles Cubanos. Los chilenos nos ganamos la medalla de platino en acarrear funcionarios y oportunistas. Un fuerte abrazo olímpico para todos, con la fraternidad de siempre.

Ren챕

Alemania, 24.08.2008.-

No hay comentarios.:

Publicar un comentario

Nota: sólo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.