viernes, 14 de mayo de 2004

La historia de Paulina. Parte 1 de 2

Queridos Lumumberos !

                                             Lo prometido se cumple. Una vez más una pequeña historia de un personaje de nuestra lejana patria. La historia de Paulina, una vieja que tenía un Restaurant en Quiriquina (no confundirla con la isla), a 10 o 15 Km. de San Ignacio y que siempre fué tema de conversación. La historia no la viví, naturalmente, pero me la contaron en colores y fué razón para recogerla en estos versos. A lo mejor le eché con l´ olla, pero ya uds. me perdonarán. Más adelante les contaré la historia de "La civila", una mujer muy bella que fué oficial del registro civil de mi pueblo. Por lo pronto sería todo, un abrazo de OSO para tutti, con la fraternidad de siempre.

Ren챕

H체rth, 14.05.2004.-

 

 

 

 

Paulina......, 1963.-

 

 

En Quiriquina reinaba,

una vieja ricachona,

que ten챠a un Restaurant,

de comistrajo y alcoba,

ah챠 llegaba la gente,

de lugares muy distantes,

a tirar una canita,

con una amiga o una amante,

el encuentro era discreto,

para el compadre y la mina,

la veterana era tumba,

me refiero a la Paulina.....,

 

Se llegaba a pleno dia,

a tomarse un refresquito,

luego se hablaban las cosas,

p찼 callao, muy bajito,

la vieja tomaba el mando,

distribuyendo a los clientes,

con diferentes tarifas,

de acuerdo al gallo presente,

cada cual con una chiva,

que en su casa no hay ambiente,

que la tia,  la suegra, el suegro,

estaban siempre presentes......,

 

Se fondeaban las carrozas,

en las afueras del pueblo,

en un potrero enrrejado,

lejos de los copuchentos,

las mujeres circulaban,

por el patio de un galp처n,

los machos recios lo hac챠an,

caminando, de frent처n,

no era pecado llegar,

para los hombres ladinos,

las esposas son culpables,

-por cacheteo mezquino -!.....,

 

Lo dec챠a la Paulina,

a todo cuello en la plaza,

cuando sal챠a de misa,

con su pechuga y su panza,

med챠a metro noventa,

pesaba ciento cincuenta,

para todo el mundo claro,

ella no estaba a la venta,

su marido, un enanito,

le dec챠an Napole처n,

se acomodaba en la caja,

contando el gran billet처n......,

 

El cura se hac챠a el leso,

cuando llegaban reclamos,

los Domingos en las misas,

de los frailes fanciscanos,

la Paulina se encargaba,

de arreglarle la mesada,

con un grueso sobre blanco,

que p찼 callao entregaba,

por ah챠, las malas lenguas,

dec챠an haberlo visto,

con la madre superiora,

con permiso del Obispo......,

 

La Paulina, de vez en cuando,

organizaba un encuentro,

con un fin humanitario,

de acuerdo a cada momento,

imprim챠a invitaciones,

a personas importantes,

a campesinos con plata,

a cantoras y cantantes,

no se pagaba un centavo,

por la comida ni el trago,

la Paulina nada 챕 tonta,

lo ten챠a calculado......,

 

Una vez finalizado,

el dia de benefisencia,,

pasaba con un sombrero,

en vez de pasar la cuenta,

los aportes se contaban,

se챰alando los mayores,

a pol챠ticos corruptos,

los llamaba “agricultores”,

la fiesta era un descanso,

a las cr챠ticas constantes,

que Paulina era la causa,

de inmoralidad indignante.....,

 

 

Una tarde de Viernes santo,

de total recogimiento,

lleg처 una arreada de pacos,

al mando de un viejo sargento,

que los locales cerraban,

sin importar de quien fuera,

-para afuera todo el mundo !-

-de esta inmunda madriguera !-

puso a la gente formada,

en el sal처n principal,

las mujeres en una fila,

a los hombres por igual......,

 

Las caretas y difraces,

se las quitan ahora mismo,

fu챕 la 처rden del sargento,

sin miramiento, tranquilo,

la secretaria del cura,

fu챕 la primera en saltar,

que se encontraba de paso,

en la fiesta de guardar,

el prelado en calzoncillos,

con una vieja desnuda,

era la esposa del alcalde,

que mierda m찼s peliaguda !.......,

 

En la fila de mujeres,

apareci처 la Paulina,

los verdes quedaron mudos,

todos con piel de gallina,

se les puso frente a frente,

deasafiando al que llegara,

-징 que pasa paco chamb처n !-

se lo dijo cara a cara,

entre las damas surgi처,

con pena y remordimiento,

envuelta en s찼banas blancas,

- 징 la se챰ora del sargento !.....,

 

No hay comentarios.:

Publicar un comentario

Nota: sólo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.