Queridos Lumumberos !
Hace mucho tiempo que se especula sobre los "millones" de Fidel Castro. La revista Forbes insiste en demostrar que Fidel maneja milones de dólares, que tiene cuentas en bancos extranjeros (Suiza, Grand Caiman, Jersey, España,etc.) y que propone y dispone del dineros de sus "comandados". Honestamente no creo en estas versiones. Se imagina uds. el revuelo que causarÃa el solo echo de descubrir una cuenta de Fidel, sobre todo ahora, en donde las legislaciones europeas autorizan la búsqueda de los códigos y las geografÃas de los dueños e informar a los tribunales, en caso que representen un delito financiero. Hace relativamente poco se mostró en la TV Alemana un documental sobre la familia de Castro. Todo a propósito de lo delicado de su estado de salud. Lo central de la entrevista fué la presencia de Juana Castro, hermana de Fidel y de Raúl. Los de mi generación recordarán el revuelo que causó en Chile su presencia para unas elecciones presidenciales, aparte de sus constantes llamados a reconstituÃr la democracia de su clase en la isla. Se habló de todo. Incluso de las famosas cuentas que hace mensión el artÃculo de nuestro Gato en El Purgante. La vieja, venenosa como siempre, se echó a reÃr a carcajadas. Primero aplaudió la polÃtica de Bush, para luego acusar de incautos a los paises de la Unión Europea que ,segun ella, le llevan las de abajo al régimen Cubano. En particular dijo que a Fidel, aparte de los uniformes verde olivo, los zapatos de campaña y un traje que le regaló su amigo Hugo Chávez, no tiene un centavo. SerÃa, agregó, de locos, el pensar que algun dia podrÃa abandonar la isla para disfrutar de los mentados millones de dólares. "Es lo mismo que en los paises socialistas", dijo : "los privilegios de los Zares rojos no eran cuantificables en dinero, sino justamente cuantificables como privilegios". El gran capital de los administradores del socialismo nunca fué el dinero constante y sonante, sino a los bienes quie tenÃan acceso, dado su status de miembro del partido y del gobierno, en todos los niveles. Estos privilegios no solo eran personales, sino que hacÃa uso toda la familia y algunos amigos serviciales a ella. Los privilegios de Fidel y de los administradores del socialismo real eran ratoniles, comparados con las arregladas de bigote en la selva del capitalismo. Sin ninguna significancia, comparados con los destrozos que causaba la miserable gestión de algunos lÃderes. Independientemente de lo humillante de los almacenes que vendÃan bienes (venden todavÃa en Cuba), nunca se vió a un dirigente del partido o del gobierno en alguno de ellos. Otro de los privilegios era el tener almacenes por reparticiones. Los del ministerio de defensa, los del ministerio de atención y desarrollo social, etc.. En una oportunidad participé del "privilegio" de pasar dos semanas de vacaciones en una dascha del gobierno, a orillas de Dniepr, en la Republica de Moldavia. Mi suegro, general del ejercito rojo y primer Zamistitiel del ministro del interior, disponÃa de una bkartira de tres habitaciones, en donde para entrar, tenÃa primero otro que la abandonarla. Para atender al yerno, se consiguió la Dacha. Pasamos los primeros tres dias auyentando la humedad, las baratas, los zancudos, las ratas. Luego instalando una cocinilla a kerossene para preparar el mastique e instalando un tarro vacÃo de conservas, para fijarlo a la salida de una cañerÃa, simulando una ducha. Solo agua fria, naturalmente. Es un ejemplo de algunos privilegios en la U.R.S.S. Bueno, volviendo un poco sobre el tema inicial. El Alemania, siempre que aparece la revista Forbes con los multimillonarios, aparece un artÃculo refutando los millones de Fidel. Los nombres de personas, de reparticiones, de empresas, de bancos, de paises, no son más que el intento de darle fuerza a una aseveración absurda y sin sentido. La mejor manera de desprestigiar al régimen Cubano, se dice, es decir absolutamente la verdad sobre su desarrollo histórico y lo empantanado de su economÃa. Recién apareció un artÃculo en donde se hacen redadas para liquidar las antenas parabólicas en las casas y edificios de la habana. Las antenas son clandestinas, puesto que existe prohibición de escuchar y ver al adversario. Sobre todo al exilio Cubano en Miami. Personalmente no creo en los millones de Fidel. Cualquier cosa, menos eso. Los millones de Pinocho, sin embargo, asombraron a los chilenos del Chile real. No asà a los chilenos del Chile querido, pero lejano. Un fuerte abrazo a todos, con la fraternidad de siempre.
Ren챕
Alemania, 12.03.2007.-
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