Queridos Lumumberos !
Recuerdan los gloriosos 9 de Mayo en Moscù ?. El aprovicionamiento con Moskovskaia, Stalichnaia, Persovskaia ?. El resto no tenìa importancia. Con suerte, uno podìa arreglà rselas con un amigo o una niñita Rusos, que lo invitaran a su fiesta en sus casas o kbartiras. Los balcones daban como para diez personas a todo reventar, pero a veces habìamos 15 o veinte. Igual fuimos felices. Con los años he aprendido, y los Ribiatas igualmente, que no solo el ejercito Rojo le diò la tanda a las hordas fascistas, sino que tambien los Ingleses, norteamericanos, Australianos, Irlandeses, los gerrilleros de muchas otras naciones, por decirlo corto, se fajaron por exterminar la fiera. Indudablemente que el mayor peso de la guerra y el mayor aporte a la victoria se la llevaron los sovièticos. Mañana se cumplirà n 60 años del triunfo y muchos de nuestros familiares (los casados con sovièticas o sovièticos), con sus pechos atesorados de medallas, marcharà n en Moscù, Leningrado, Minsk, Kiev y en muchas otras ciudades, celebrando esta formidable epopeya. Los padres de Tania recibirà n flores en sus sepulturas y nosotros, en nuestra mesa festiva, reservaremos dos lugares de privilegio para ambos, pero que solo representarà n a los millones de camaradas que quedaron en el camino. Las frontavìe piesnie no hacen llorar ya, casi al comienzo de la fiesta. Nos llevan a Rusia y nos invitan a un paseo por nuestro pasado juvenil. Nos llevan a la Lumumba y al Bolchoi, para encontarnos con los Frontabiki y escuchar sus testimonios. A veces un par de viejos con un cartelito buscando a sus camaradas que no llegaron y que probablemente ya nunca llegarà n. Mañana tenemos invitados. Llegan algunos sovièticos residentes, entre los cuales se contarà n, probablemente, dos veteranas de la guerra. Llegaron para asistir a las festividades de Alemania, que recordaron a todo tarro la derrota del fascismo. Ellos lo llaman el dia de la liberaciòn, pero aun quedan guevones inarreglables. Revanchistas en teorìa que no vivieron la guerra, pero que habren el tarro como si los invasores hubiesen sido los sovièticos. Mañana es la gran fiestoca en Moscù y en muchas ciudades de la ex Uniòn Soviètica. Como la capitulaciòn sin condiciones fuè el ocho de Mayo, muchas de las celebraciones tienen lugar hoy. Nosotros celebramos mañana. A la antigua, pero como si la victoria hubiese tenido lugar ayer. Sacaremos nuestras banderas a los balcones. La soviètica, la Rusa, la chilena y la Alemana. Esta ùltima por nuestros compañeros Alemanes, luchadores en la clandestinidad contra el fascismo en su propio territorio. En la mañana, las flores en las sepulturas de 11 mil soldados sovièticos, en el cementerio "occidente" de Colonia. Esto lo hacemos tradicionalmente con los residentes de la ex Uniòn Soviètica y con las autoridades oficiales de la Federaciòn Rusa. Luego el almuerzo, cena y desayuno. Con recuerdos de infinitas nostalgias, con canciones del frente, con relatos y con tragullo y comistrajo. Como sè que esta fiesta pasò a ser nuestra, quero enviarles un caluroso abrazo a todos y cada una de mis compañeras y compañeros en esta fiesta, con la fraternidad de siempre.
Ren챔
Alemania, 08.05.2005.-
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