martes, 2 de agosto de 2005

Ayer recibì una carta.....,

Queridos Lumumberos !
                                       Ayer recibì una carta, por el correo, temprano.....,. En carta me comentan la muerte de un amigo de juventud, en la ciudad de Buin. Cumplìa recien los 58 años, con 6 hijos y una joven esposa. Lo llamàbamos Popa, dueño de la ferreteria de Buin, en Balmaceda con San Martin (esto es para mi compadre Fernando huaso Pino). Llegò de niño con sus padres de Alemania, recièn terminada la segunda guerra mundial. Su padre no era ni fascista ni luchador en contra de la plaga parda, pero querìa vivir lejos del mundo "civilizado" para cumplir su misiòn en la tierra. Europa desvastada por la conflagraciòn, se encaramàron en un barco mercante en Asturias con unas pocas opertenencias, jurando darle la espalda pa seculàs seculorum a su tierra natal. En las tardes en que el hombre acomodaba o fabricaba partes y piezas para el agro de la zona, me contaba de su vida y de la bondad de los chilenos para recivirlos, en circunstancias que a los Alemanes los aborrecìan casi en todo el planeta. Instalò una modesta ferreterìa en Buin, encargando las partes y piezas de metal a una empresa de la misma ciudad, que desmantelaba la escoria rodante de los vagones de los ferrocalrriles del estado. Popa desistiò de estudios universitarios para ayudar a su padre, mientras sus hermanos tejìan el plan del retorno a tierras germanas. Muriò el jefe del hogar y este amigo se dedicò plenamente a mantener y fortalecer las bases del negocio de su padre. Los hermanos apretaron cachete de vuelta a Alemania, aprovechando un plan del gobierno de repatriar a las vìctimas de persecuciòn en la guerra. No eran judios, pero igualmente fueron vìctimas de la violencia del règimen fascista. Pasaron los años y Popa continuò su trabajo. Lo visitè en 1990 y en 1993. En mi viaje a Chile en Febrero del 2004, no se encontraba en la ciudad y no pude verlo. Le dejè una nota, sin embargo, con mis señas, que habìan cambiado en todos estos años. Era un chileno màs. Casi se habìa olvidado del idioma que aprendiò de su madre y de su abuela materna, con dominio absoluto del "chileno". La ferreterìa pasò a ser uno de los negocios màs pròsperos de la zona, con locales propios y una veintena de trabajadores. Era conocida su postura social con sus trabajadores, manteneiendo contacto permanente con sus familias y siempre dispuesto a ayudar. La noticia de su muerte me dejò triste y pensando en la transitoriedad de la vida. Triste tambien porque no pude asistir a su sepelio. La noticia me llegò despues que estos se habìan celebrado. Siempre me manifestò la crueldad del gobierno de Pinochet en contra de los connacionales, obligados a vivir en el exilio. Cosa extraña. No puedo puedo imaginarme a mis amigos y familiares muertos en la distancia. Para mi siguen ahì, esperando que retornen las ovejas descarriadas. En mi pueblo (casi) natal, San Ignacio, caminan por sus calles polvorientas muchos amigos y conocidos que dicen que ya no estàn. Para mi siguen en el pueblo, como mi amigo Popa de Buin. Lamento que mi amigo fuera sorprendido por la muerte en la plenitud de su vida. Segun las noticias, un infarto al miocardio, sorpresivi y artero. Como casi todas las muertes. Querìa compartir con mis hermanos Lumumberos esta noticia. Popa estrà ausente en mi propio entierro. Un abrazo a todos, con la fraternidad de costumbre.
Ren챔
Alemania, 02.08.2005.-

1 comentario:

  1. Compadre Ren챕 Ronda Siento mucho la muerte de tu amigo, se quien era, aunque nunca cruzamos palabra alguna, pero all챠 trabajaba o trabaja un gran amigo Luis Gar챠n, a traves de el logre saber mucho de la historia de tu amigo, adem찼s la Calle Balmacena con San Mart챠n guarda mucho bueno recuerdos para mi ya, que alli debia de tomar el bus que en un tiempo iba para Bajos de Matte, ahora reemplazado por Carritos por puesto. Aunque no logre hablar alguna vez con tu amigo siento mucho su muerte, nos estamos quedando solo, en mi caso cuando llego a Chile me preparo para cada d챠a encontrar menos amigos, algunos est찼n demasiados viejos, enfermos padeciendo del gran mal de mucho fumar y mucho tomar vino, otros simplemente se me han perdido, creo que a muchos les cuenta darse cuenta, que ya no soy el muchachito que corria tras una pelota de futbol en la cancha del barrio, otros simplemente se alejan pensando que por haber tenido la suerte de haber estudiado, no les saludareni ni les daria un gran abrazo. Ellos no saben lo importante que son para mi, me recuerdan mi pasado me hacen regresar a las raices, me hacen recordar los d챠as de la escuela nocturna de Buin y los encuentros en la plaza. Bueno amigo Ronda un abrazo a la distancia, saludos a tu familia de Fernando Huaso Pino

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